Vida de Iglesia

“ MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO ” Dice Mateo 9.11 “ Y cuando vieron esto, los fariseos dijeron a sus disc í pulos: ¿ Por qu é come vuestro Maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores? v:12 Al o í r El esto, dijo: Los que est á n sanos no tienen necesidad de m é dico, sino los que est á n enfermos. v:13 Mas id, y aprended lo que significa: “ Misericordia quiero y no sacrificio ” ; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores ” . Con dolor y quebranto en mi coraz ó n, a causa de entender este pasaje, escribo este art í culo al que he titulado “ Misericordia quiero y no sacrificio ” .  Hermanos, la vida religiosa que hemos llevado nos ha vuelto tan m í sticos, que hemos convertido el Evangelio del Se ñ or en un sin ó nimo de esfuerzo y dedicaci ó n de nuestro tiempo, finanzas, y servicio para las cosas que estimamos como para Dios; sin embargo, hemos sido muy cerrados para hacer lo mismo por el necesitado, no hemos ayudado de igual manera a nuestr

LA COMUNION BÁSICA  Y OBJETIVA CON DIOS. 1 Corintios 1:9 “Fiel es Dios, por medio de quien fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro”. Para empezar este estudio definamos lo siguiente: ¿Qué significa la palabra comunión? El Diccionario Vox la define como "la unión de dos o más cosas en lo que tienen en común” . Si aplicamos este concepto a nuestra vida espiritual, seguramente, nos daremos cuenta que es básico y necesario tener comunión con Dios. El Señor mismo nos dio el medio por el cual nos unamos a Él, dice la Escritura en 1 Corintios 6:17 “Pero el que se une al Señor, un espíritu es con Él” . ¿Qué es lo que tenemos en común con Dios? El espíritu, Él nos dio Su espíritu vivificante, y a la vez, vivificó el nuestro cuando creímos en Su obra a favor nuestro. La comunión con Dios debe ser una necesidad primordial para cada creyente. Es más o menos como la necesidad de comunión que conlleva el matrimonio; si una mujer y un hombre tiene

¿ QU É SIGNIFICA SER LA EKKLESIA? La palabra Iglesia en el griego es “Ekklesia” y significa: “ llamados a salir ” ; esta palabra se refiere a una congregaci ó n que ha sido llamada a salir. Tal fue la identidad de la Iglesia del principio, la Iglesia que narra el Nuevo Testamento, y no s ó lo la de ese tiempo, sino la “ Ekklessia ” que a los pocos a ñ os entr ó al anonimato, la que fue conformada por m á rtires y santos que no se acoplaron a la Iglesia institucionalizada, la que hasta el d í a de hoy sigue “ saliendo ” .  Las Iglesias del Principio, las que fundaron los Ap ó stoles de Cristo no fueron apreciadas, no fueron valoradas, no fueron famosas, no necesariamente fueron numerosas, s ó lo tuvieron una cualidad en com ú n: todas tuvieron que salir de en medio de alg ú n contexto religioso, fueron la Ekklesia . Dejaron los sistemas, las estructuras, los formalismos y las ideas de los hombres y se dispusieron a ser y a tener Vida de Iglesia seg ú n la revelaci ó n del Nuev

CRISTO MURI Ó EN LA CRUZ, YO TAMBI É N MOR Í JUNTAMENTE CON É L. El pivote de nuestra fe debe ser que Cristo murió en la Cruz del Calvario a favor de nuestros pecados, que al tercer día fue levantado victorioso del infierno y que fue entronizado a la diestra del Padre. ¡Aleluya! Esta debe ser la base de nuestra fe. Hasta el día de hoy es indubitable e inevitable que todo aquel que crea en el Evangelio, crea también que Jesús murió por sus pecados.  Ahora bien, no menos importante es creer que nosotros también morimos juntamente con Cristo. Esta parte del Evangelio ha sido bastante ignorada por el pueblo del Señor, muchos no la creen, y muchos otros la ignoran totalmente. Si no creemos que fuimos hallados muertos juntamente con Cristo, vamos a vivir todos nuestros años sobre esta tierra como viles pecadores que jamás podremos experimentar la victoria que Cristo nos quiso dar para este tiempo. Tan necesario es creer que Él murió, como creer que nosotros también morimos jun

¿POR QUÉ NOS CANSA  LA CRISTIANDAD? Mateo 11:28 “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. v:29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. v:30 Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera” . Creo que no sólo yo, sino muchos más, verdaderamente nos hemos convertido al Señor y tenemos el testimonio de que somos hijos de Dios. Sé también, al día de hoy, que muchos podemos reconocer que con el paso de los años, nuestra vida, esa que vivimos (estando y perseverando) en todo lo que tiene que ver con las cosas del Señor, no sacia nuestras vidas y terminamos cansados.  Sé que esta es la experiencia silenciosa de muchos que después de alcanzar hasta un liderazgo, tener un ministerio y ser luz para otros, ahora en su interior tienen la pobreza de no estar vigorizados, aun teniendo el testimonio de que en realidad son hijos. Alabo al Señor porque ahora predi

“LAS ARRAS DEL ESPÍRITU EN NUESTROS CORAZONES” Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa. 2 Corintios 1:21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, v:22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones .  Según estos versos, el proceso por el cual se da el nacer de nuevo, es cuando oímos, creemos y somos sellados por el Espíritu Santo. 2a Corintios agrega algo más: “nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones” . Aunque nosotros somos tripartitos: espíritu, alma y cuerpo, en el día de la regeneración, es decir, el día que creemos en Jesús como nuestro Salvador, Su Espíritu Santo se aloja en nuestro espíritu, sin embargo, a nuestro corazón llega como arras (prenda o garantía).  Las arras, en términos más comprensibles, es como cua

LA NECESIDAD DE RUMIAR Y DISPENSAR LA PALABRA ENTRE LOS HIJOS DEL SEÑOR. (Un consejo y una palabra de ánimo para los lectores de este blog) Quise redactar este artículo con el fin de estimular y animar a todos los hermanos que están leyendo este blog para que lo sigan haciendo. Les aliento a que participen tal como yo lo estoy haciendo, que aparte de estar escribiendo un mensaje, también estoy procurando leer de manera seria cada uno de los comentarios que ustedes publican.  Quiero testificarles que estos días atrás he procurado tener un toque de luz en lo que leo en este blog, porque sé que la luz misma del Señor es capaz de dispensar más luz (vida divina) en cada uno de los creyentes. De verdad, ha sido maravilloso ver como la luz que Dios nos ha dado al leer el mensaje central, se vuelve en más luz con cada uno de sus comentarios agregados; esto no es otra cosa más que el resultado de la Vida divina dispensada en el Cuerpo de Cristo ¡Aleluya!  Yo alabo al Señor

EL PECADO CONTRA EL GOBIERNO Y LA AUTORIDAD DE DIOS. Romanos 13:1 “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. v:2 Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación” . ( LBLA ) En esta ocasión hablaremos de un tipo de pecado que, en naturaleza, es diferente a lo que en otros comentarios denominamos como “pecado eterno” y “pecado de comunión”; le llamaremos: “el pecado contra el gobierno y la autoridad”. Al decir que es diferente, es porque este no solo confronta la santidad que Dios pide de nosotros, sino además, ofende a Dios de tal manera que Él no puede hacer menos que castigar dicho pecado. ¿Cómo lo hace Dios? Con un cambio en Su gobierno, por cuanto Su propia autoridad ha sido ofendida.  Trataré de ser más explícito explicando este pecado con un ejemplo: La Escritura nos relata