¿CONOCES TÚ EL DON DE DIOS?
Juan 4:10 “Si tu conocieras el Don de Dios, y quién es el que te dice dame de beber, tu le habrías pedido a El y El te habría dado agua viva”.
Quisiera iniciar formulando algunas preguntas: ¿Por qué si Dios ha regalado la salvación eterna, es tan difícil que el hombre se encuentre con Dios? ¿Por qué si el Señor murió por nosotros, el mundo en general prefiere vivir infeliz y derrotado? ¿Por qué lo que Dios puso al alcance del hombre a manera de un regalo, parece no importarle al hombre? Hermanos, por ejemplo, hoy en día la humanidad carece de paz, sin embargo, el Padre nos regaló la Paz hace dos mil años en la cruz del Calvario. La humanidad no percibe la paz es el don que nos dio el Padre en Cristo Jesús.
En el pasaje que leíamos al inicio, vemos como el Señor le habló a la samaritana del don de Dios, o sea, de lo que Dios le regala al hombre. Cuando el Señor se acercó a esta mujer diciéndole: “dame de beber…”, de inmediato su mente estorbada sacó sus problemas étnicos, raciales y políticos. Ella confrontó al Señor, pues le dijo: “¿Cómo tu siendo Judío me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?” La mujer entró rápidamente en conflicto en su interior, de manera que el Señor le dijo: “si tú conocieras el don de Dios…”. Los seres humanos tenemos tanta desgracia no por lo que tenemos y lo que nos sucede exteriormente, sino a causa de nuestra manera de pensar; siempre pensamos, si tuviera otro trabajo, si viviera en otro país, etc., no nos damos cuenta que todo lo exterior que no tenemos, o no quisiéramos tener, es sólo una sombra pasajera cuando en nuestro interior alcanzamos la riqueza de Dios.
Yo les puedo asegurar que el mayor de los problemas del hombre, es lo que el Señor le manifestó a esta mujer: “si conocieras el don de Dios…”. La samaritana, obviamente, conocía muchas cosas, pero el Señor le estaba diciendo: “hay algo que tú no conoces”. Es evidente que sí conocía muchas otras cosas, pues, rápidamente sacó los problemas políticos, raciales y religiosos que había entre judíos y samaritanos. Note que ella, hasta se atrevió a hablar con el Señor de asuntos de adoración y alabanza a Dios, ella era muy amplia, sabía de todo, tenía una temática de conversación muy grande. Quizás cada marido que había tenido era de una profesión diferente, y ella aprendió muchas cosas de ellos, pero aún así, el Señor le dijo: “si tú conocieras el don de Dios”. El problema de esta mujer es que no conocía lo más importante que tenía que conocer.
Luego, la mujer le dijo: “Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar”. (Juan 4:19–20).
En estos versos la mujer empezó a exponer su interior delante del Señor. Ella manifestó que estaba tratando de arreglar su vida interior, al igual que sus padres, conociendo lo bueno y lo malo. A la mujer le brotó la raíz de su problema, ella había decidido conocer lo malo y no hacerlo, y conocer lo bueno e intentar hacerlo, por eso se expuso ante el Señor al decirle: “qué gran problema tengo, no estoy segura si la verdadera adoración se debe hacer en Samaria o Jerusalén”. Ella pensaba que necesitaba conocer lo bueno e intentar hacerlo, sin darse cuenta que ya lo había intentado cinco veces y al presente su vida era frustrante. Probablemente era una mala mujer y por eso la divorciaban sus maridos, quizás no la aguantaba nadie, hasta que con el sexto se dio por vencida, y dijo: “ahora ya no me caso”. Esta mujer es el espejo de muchos de nosotros, ella no había descubierto lo que la mayoría de nosotros tampoco hemos descubierto: “Que nuestra caída naturaleza nos insta a ser religiosos”, y no le hablo de ir a una Iglesia, de arrodillarse ante un santo, o esas cosas, sino del verdadero cimiento de la naturaleza caída que todos los hombres tenemos, todos nacemos y crecemos siendo verdaderamente religiosos, aun aquellos que dicen ser ateos.
Nuestros padres Adán y Eva optaron por caer en pecado ante Dios, tomando un camino de religión. Esto se incrustó en nuestros genes, de tal manera que hoy nosotros somos altamente religiosos. La religiosidad es un tremendo impedimento para encontrarnos con el agua de vida que el Señor quiere hacer brotar en nosotros. Definamos entonces que es ser religioso. “Un religioso es el esfuerzo que el hombre hace por estar a la altura de Dios, o ser igual a Dios”.
Todo esfuerzo que hagamos por ser buenos, es porque en algo queremos imitar a Dios. El gran problema no es que un día seamos iguales a Dios, sino que tomemos la decisión de querer serlo por medio de nuestras propias fuerzas. Todo esfuerzo, todo lo que hacemos por querer ser buenos, no es más que la evidencia de que somos religiosos.
A la samaritana siempre la comparamos con aquella mujer adúltera que fue sorprendida infraganti, sin embargo, la samaritana intentó por mucho tiempo ser una buena mujer. La Biblia dice que los cinco hombres se casaron con ella, o sea, no era mujer fácil, sino era una mujer de matrimonio. En su interior ella había tomado el camino del bien, quería ser como Dios a su manera, por eso era religiosa.
Hermanos, siempre que intentemos hacer lo bueno con nuestras fuerzas, hagamos de caso que es la peor bofetada que le podamos dar a Dios. Todo mundo cree que Dios le aplaude al hombre el esfuerzo natural, sin embargo, esa es la ofensa más grande que le podemos hacer al Señor. La samaritana se dio cuenta de su error, y tuvo la oportunidad de encontrarse con la gracia divina que es Cristo Jesús. Luego que sus ojos le fueron abiertos, dejó su cántaro tirado y se fue a anunciar a su pueblo que había encontrado al Mesías, al Salvador. El Señor nos muestra con esto que podemos optar con romper el patrón religioso en que vivimos.
Esto contesta las interrogantes que les hacía al principio, la gente vive frustrada a causa de la religiosidad, no aceptan a Cristo como fuente de gracia porque son religiosos. Cada quién dice: “yo no le hago mal a nadie”, y piensan que eso soluciona sus vidas. Que conocimiento más pobre tenemos de Dios.
Dios nos ayude para entender lo que Jesús le quiso decir a la samaritana: “Deja de pensar que con tu bondad propia puedes alcanzar el don de Dios”. El Señor le propuso a esta mujer que el único camino con el cual se puede encontrar el hombre con Dios, es botando la religión, y aceptando la gracia de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
¡Amén!
Apóstol Marvin Véliz
Hermano me sorprende este pasaje y este tema, porque es tan facil dejar a un lado nuestros argumentos, nuestra justicia propia que es el fruto de lo que geneticamente heredamos de nuestros padres Adan y Eva.
ResponderEliminarTenes esta revelacion por consecuencia y no importando las tentativas de cambios en nuestro ser y los metodos que hallamos querido seguir, pues en la vida del señor no es una receta, no son pasos, conciste en CREER y esa fuente que fue un dia depositada en nuestro interior, que es la vida misma de Dios fluye y fluye y luego salta y salta para vida eterna.
Me impresiona pues hay mucha gente que no quiere cambiar sus argumentos, sus puntos de vista , sus tradiciones a cambio de la vida del Señor.
No nos hemos dado cuenta que tenemos TODO en el hijo,y que NADA nos hace falta en EL.
esto no solo refresca mi vida, sino que me hace afirmar que ya no tenemos nuestra propia vida, ya no vivo YO ahora me canjearon la vida, ahora es Cristo el que vive en MI.
esta novedad de vida , la debemos transmitir, asi como la samaritana, que contacto su testimonio de vida, logro convertir a los suyos ,alos que le oyeron , a todo un pueblo..
Esa es precisamente nuestra labor, testificar y enseñar a otros como el don de dios puede ser aprovechado por nosotros y no vivir dependiendo siempre de la vida natural que solo nos produce muerte
EliminarEs fácil caer en el camino de la religión porque siempre pretendemos que a través de un "buen testimonio" alcancemos muchas cosas en el Señor, lo cual quiero aclarar que debemos procurar según la gracia que nos es dada el guardarlo, y es que la apariencia de nuestra conducta puede ser fácilmente aceptada por los hombres pero no necesariamente por el Señor, Dios siempre estará detrás de lo que hay en nuestro corazón.
ResponderEliminarEl caminar por lo bueno y lo malo siempre nos lleva solo a lo externo, pero el caminar según el conocimiento de vida nos revelará nuestra debilidad e imposibilidad de agradar a Dios en nuestras propias fuerzas.
Muchas veces Dios tiene que mostrarnos que no es lo mucho que sepamos, sino lo mucho que conozcamos a Dios y el gustar de su vida el que nos hace avanzar y nos hace vomitar nuestra naturaleza y depender unicamente de Él. Ese es el anhelo de mi corazón que todos alcancemos un conocimiento (revelación o iluminación) de la persona de Jesucristo que no nos quede mas camino que reconocer que nada tenemos, nada somos y nada podemos hacer, y lo único que vale la pena es conocer el don de Dios y depender de Él.
Por eso Pablo podía decir: "Flp_3:8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo".
Amén.
Muchas bendiciones
Atte.
Wendy Cubías
El don de dios lo podemos conocer cuando estamos conscientes de lo que nosotros somos tal y como el señor tuvo que hacer con la samaritana
EliminarHno viendo y meditando este tema quisiera comentarle algo que me toco vivir en estos dias y es algo que usted menciona en este blog sobre cuando la mujer samaritana se hace la pregunta de donde adorar si en Samaria o Jersusalem.....
ResponderEliminarHace 2 domingos pasados conocimos a unas personas siempre salvadoreñas (madre e hija) en un restaurante que es el mismo lugar donde recibimos la reunion con ustedes, por afinidad de genero , Verali estubi mas tiempo con ellas y resulta que ellas asisten a la iglesia Elim nos invitaron y de igual forma nosotros les invitamos a ellas a la reunion, pero ellas no vieron con buenos ojos, del como hacer una reunion de iglesia via internet, este domingo me llamaron y nos invitaron pero en lo personal le soy sincero no queria ir y amablemente les dije que no podiamos que estariamos en casa de mi hna y que la reunion de iglesia la hariamos ahi pero le estaba muy agradecido por la invitacion que me diera la direccion y nosotros llegariamos un dia, al parecer no les gusto mi respuesta por que me dijo que era necesario que llegaramos con ellas, entonces uo le dije que nosotros no necesitamos un templo o una infraestructura material para hacer vida de iglesia......
Ahora que leo este articulo me doy cuenta como la religiosidad nos tiene amarrados o cegados por que se Dios no me premia con mis acciones humanas para agradarle a el sino que el ve las intenciones de mi corazon y el me abrira los ojos espirituales para dar a conocer este nuevo evangelio asi como lo hizo la mujer samaritana.
Bendiciones
Que tremendo es exactamente lo que suele suceder con el señor humano, tenemos tantos parámetros religiosos que no podemos ver de manera normal como dios quiere que veamos y por eso el don de dios se derrama de nuestras manos.
EliminarEl camino de la gracia que el señor nos muestra, es seguir con el deseo de ser igual a El, pero no con un fundamento de esforzarnos con nuestra fuerza sino por el contrario que hagamos un esfuerzo por no confiar en nosotros mismos, sino que viviendo por la fe confiemos en la gracia que es la energía divina para ser santos y fieles al señor.
ResponderEliminarAmen, las dos cosas son necesarias por una lado que tengamos el deseo de ser hechos conforme a su imagen, por otro lado tengamos la conciencia que no es por nosotros si no por el fluir de la vida de dios en nosotros
EliminarEn nuestra experiencia cristiana nos sucede como a la samaritana, pues los principios por el cual nos regimos cosisten en el bien y el mal, cada vez que tomamos una desicion nos
ResponderEliminarregimos por la razon tratando de determinar si
es bueno o malo, en Genesis 2:17 dice mas del
arbol de la ciencia del bien no comeras por que
el dia que comieres ciertamente moriras.
ah ahora comprendemos que hay un principio
por el cual nos regimos y opera dentro de
nosotros y no afuera, y este no tiene
preceptos externos, ni normas establecidas,
nos basamos en esa vida Divina.
si tenemos claro esto nos daremos cuenta que
no solo debemos de repudiar lo malo, si no
tambien lo bueno, talves hasta bueno para los
hombres, pero contrario para esa vida en
nuestro interior la cual nos gobierna, porque
es una norma que esta por encima del bien,
solo esa clase de vida perdura y complace a
nuestro señor, hermanos que cada accion que
hagamos venga del don de Dios, por que nos
damos cuenta que solo el nos da vida aleluya.
Rosmery de portillo
Solo quiero hacer notar algo de lo que dijiste, que debemos de aborrecer no sólo lo malo sino también lo bueno. Cuando podemos aborrecer también lo bueno es porque hemos entendido claramente que la vida es de una naturaleza distinta al camino del bien y del mal, pues es fácil distinguir que lo malo no es correcto, pero no es tan fácil con lo bueno. Dios nos de claridad en todo. Aleluya.
EliminarQué trascendente para nuestras vidas es que podamos conocer el don de Dios porque este es el único medio por el cual podemos llegar a tener una vida genuina con el Señor, lo demás es sólo una pérdida de tiempo y engaño porque nuestras fuerzas son vanas y como mencionaba nuestro apóstol son la peor bofetada y ofensa para nuestro Dios porque después, Él al darnos su don todo lo que necesitamos para alcanzar la plenitud de vivirlo y expresarlo que nosotros queramos hacerlo por nuestros medios, de verdad que frustra, y terminamos de mal como la samaritana, pero cuando sus ojos fueron abiertos, alcanzó lo que con su religión y sus fuerzas nunca pudo alcanzar. Que el Señor pueda abrir nuestros ojos para que podamos regirnos por su Don y no por la nada de nosotros
ResponderEliminarNeidi Ramos
Oh, que el señor nos haga ver eso de tal manera que tengamos temor de obrar según nosotros mismos
EliminarApocalipsis 3.17
ResponderEliminarPorque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. cuando caminamos algunos años en el señor, llegamos a pensar como esta iglesia de Laodicea, pero contrario a esto me llama la atención lo que dice el apóstol Pablo en:
Romanos 7.24 (RVR60)
24¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Era un siervo que dedico su vida al señor y siempre me preguntaba, porque se degradaba tanto si deja testimonio en la escritura, como se derramo el mismo por servir al evangelio, pero aunque vivía en el espíritu, servia al señor, siempre tenia una conciencia de cual era su condición por la naturaleza caída, no por hacer cosas buenas en el señor, se las atribuía a él, sino mas bien confiaba y se entregaba al don de Dios, a la gracia que había recibido.
corporativamente si actuamos en la gracia del señor para ser fieles y servirle debemos darle la gloria y saber que la actitud es de humildad y depender siempre de su espíritu, al igual personalmente cuando hagamos la voluntad del señor siempre esta la energía, la gracia, el don de Dios que funciona en nosotros. que ese don pueda fluir y dar su fruto y trabajar mas halla de los que podamos nosotros para darle la gloria al señor, que el señor nos de conciencia de la debilidad que tenemos y del poderoso don que también tenemos y actúa en nosotros. amen.
bendiciones
Es muy cierto no sólo para asuntos de vida sino de servicio debemos depender de él. Amen
EliminarTomando como referencia el abandonar nuestro cantaro, que seria el metodo practico con el cual creemos obtener saciedad para nuestra alma, veo como el Señor labora en mi procurando remover mi interior lleno de conocimientos de El, de experiencias cristianas, de su Palabra ; remueve todo ese legado en mi, para después pedirlos que sean entregados y depositados como insuficientes a darme saciedad , pues la sed que El mismo procura darnos , solamente es satisfecha cuando nos rendimos delante Suyo, y así pedirle que sea El la fuente; creo haber vivido esto, y quizás se repite en la vida mas de una vez, el que Dios nos pide el remover de nuestra fuente.
ResponderEliminarAleluya.mamen así es mi hermana, dios permita que ese cántaro que nos permite recolectas cosas de esta vida y que nos sacian falsamente lo dejemos a los pies de señor y lo tomemos a él como la única fuente de saciedad
EliminarA mi me gustaría ser la samaritana pero no la que no conocía el don de Dios .sino la que se expuso ante el señor Jesús y permitió que un hombre que según sus creencias no era bienvenido a su pueblo así creo que somos bendecidos mucho cuando el señor nos dijo si supieras el que quiere que tu estés a mi lado peleando la batalla tu me pedirias hacerlo .Tenemos que sentirnos bendecidos de pertenecer a la familia del señor porque el que es el Dios todo poderos el nos llamó a su luz aprovechemos ese privilegio hermoso de servir al Rey de Reyes y señor de señores.amen
ResponderEliminarY ADEMAS DEMOS DE GRACIA LO QUE DE GRACIA HERMOS RECIBIDO TAL Y COMO LO HIZO LA SAMARITANA.
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