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CARACTERÍSTICAS DE LA PROFECÍA: Revelación, Conocimiento, Profecía y Enseñanza.



CARACTERÍSTICAS DE LA PROFECÍA: 
Revelación, Conocimiento, Profecía y Enseñanza.

Profetizar es hablar de parte de Dios, o motivados por Dios. Si queremos profetizar en las reuniones de Iglesia, debemos aprender a usar nuestro espíritu. La profecía no es el resultado de un pensamiento que se nos venga a la mente, sino es hablar por una motivación del Espíritu. Cuando percibamos tal mover en nuestro espíritu, no callemos, digamos a la Iglesia lo que Dios nos está poniendo.

Si en una reunión un hermano dice algo de parte de Dios, cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de permanecer en esa fuente que Dios abrió, y profundizar en ello. Por el contrario, si alguien dice algo que no provoca Vida, o no se percibe que esa palabra nos va a llevar a un río de Dios, pues, dejemos el tiempo para que el Espíritu mueva a alguien más. El principal componente de las reuniones debe ser la profecía, entendiendo por profecía, toda palabra que tiene su origen en una motivación del Espíritu. Leamos los siguientes versos: 

1 Corintios 14:1 “Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre todo que profeticéis”.

1 Corintios 14:6 “Ahora bien, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿de qué provecho os seré a menos de que os hable por medio de revelación, o de conocimiento, o de profecía, o de enseñanza?”. 

El apóstol Pablo nos enseña que nuestro hablar en las reuniones debe tener, básicamente, cuatro cosas: Revelación, Conocimiento, Profecía y Enseñanza. Según el contexto de este capítulo, yo puedo resumir éstas cuatro cosas en dos aspectos generales: Lo primero, entender que la profecía viene por medio de la revelación, y lo segundo, que la enseñanza viene a través del conocimiento. 

El mensaje profético aunque sea algo bíblico requiere una dosis de frescura que viene por medio de la revelación. En otras palabras, para profetizar necesitamos revelación, ésta es la llave que necesitamos para poder dar una profecía. Nadie puede profetizar en una reunión, a través de un canto, una palabra, etc. a menos que en ese momento lo impulse el Espíritu a hacerlo. En lo personal, a mi me ha sucedido que al estar en las reuniones de Iglesia, aunque tengo en mi computadora almacenados una gran cantidad de mensajes que nunca los he compartido, cada vez que sé que tengo que compartir me aflijo delante del Señor (tal como lo he hecho durante treinta años), y sé que aunque tengo cientos de bosquejos, no tengo el derecho de agarrar un mensaje al azar y compartir de eso. Yo he descubierto con el pasar del tiempo que, aunque tengo que prepararme siempre y llenarme de conocimiento, para poder profetizar necesito un impulso del Señor. Muchas veces, entre semana, Dios me ha hablado lo que tengo que predicar en alguna Iglesia, pero la experiencia me dicta que siempre debo esperar que, a la hora de la reunión, el Señor me vuelva a dar el “impulso” para profetizar. Esto es más o menos como la cocina de un chef, usted allí encontrará carne de res, carne de pollo, chorizos, frijoles, especias, verduras, etc. pero por muy buen cocinero que sea, no puede tener cocinadas todas las cosas. Un buen cocinero, aunque tenga guardado un poco de todo, saca lo que va a cocinar en el momento. Así debemos ser nosotros, debemos prepararnos, debemos tener conocimiento, debemos guardar la palabra que Dios nos habla en el día a día, pero al llegar a la reunión, debemos estar atentos a lo que el Espíritu quiere decir en ese momento a través de nosotros. Nosotros hemos cometido el error de dar siempre lo que hemos recibido durante la semana sin esperar un toque de revelación a lo que hemos de decir. El problema no es lo que hemos recibido y guardado, el problema es que no hemos sido sensibles para profetizar en las reuniones conforme al deseo del Señor. 

La profecía debe tener la característica de la revelación que da el Espíritu Santo. La revelación no es recibir algo nuevo, sino es que “el velo le sea quitado a algo de modo que se descubra”, en otras palabras, profetizamos cuando el Señor vuelve a iluminar lo que ya nos dio con anticipación. Por ejemplo, si a mí entre la semana me pasa un gran milagro, no necesariamente tengo que contarlo en la Iglesia, a menos que me venga la revelación (un toque fresco) del Espíritu Santo para profetizarlo en la Iglesia. Si ese milagro lo puedo percibir con tal grado de realidad, y unción, tal como me sucedió entre la semana, entonces, profetizo acerca de eso.

Por otro lado, en cuanto a la enseñanza, debemos exponerla en base al conocimiento. No tratemos de dar una enseñanza de aquello en lo que no hemos procurado el conocimiento. Seamos honestos, sensatos, y diligentes para alcanzar conocimiento. Si en algún momento queremos dar una enseñanza sin haber estudiado previamente, lo mejor será no decir nada.


Resumo todo lo dicho anteriormente con las siguientes palabras: “El mensaje profético, aunque sea algo bíblico, requiere de una dosis de frescura que viene por medio de la revelación; la enseñanza requiere de una dosis de conocimiento que la obtenemos por medio del estudio y el aprendizaje bíblico”. ¡Amén!

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. sin lugar a duda el profetizar es hablar de parte de Dios, y es uno de los dones que reparte el Espíritu de Dios para edificarnos como Iglesia, 1 tesalonisenses 5.19-20 de hecho nos exhorta a no apagar los dones del espiritu , y lo liga a dar la debida importancia a las profesias.
    19 No apaguéis al Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías.

    y romanos 12.6, De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

    este entrenamiento es sumamente importante para tener una voz , un fluir , una direccion en lo cogregacional que invita a ser corporativos-unanimes.
    me llama mucho la atencion ese testimonio que nos das que durante la caminata de 30 años , pese a tener abundante palabra estudiada , el sentir del espiritu y lo expontaneo, han sido una hermosa espectativa de Fe que te han conducido a impartir la profesia en medio de las Iglesia, muchas veces a duras penas damos el tiempo a meditar, estudiar y preparar un bosquejo. en lo personal muchas veces he corrido mas por la emosion de recibir algo con el afan si se quiere de bendecir a otros, pero en realidad cuando somos expontaneos el espiritu vuelve a permitirse vibrar y hacer vida las experiencias y la meditacion de la palabra den como resultado sacarle el jugo al pan procedo. hermosa tarea la que nos deja esta enseñanza en cuanto avivar los dones del espíritu pero sobre todo darle un avance a la edificación por medio de la profecía.

    me llamaba la atencion ese ejemplo del chef que tiene los ingredientes para preparar y darle el toque y gusto al sabor de las comidas, por eso el señor tubo mucha razon en afirmar: 55Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. Jn 6.55-58.
    y luego en en versos mas adelante dice: 63El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida Jn 6.63. aqui nos habla de dos tipos de "carne" en verso 55 refiriendose a su carne y el verso 63 a nuestra carne humana. podemos comer de su carne que es verdadera comida o podemos proveer de lo nuestro que de nada aprovecha. que hermosa enseñanza, pues necesitamos obtener ese alimento precioso en el espíritu y en cristo, para edificar el cuerpo que siendo nutrido se fortalece como lo expresa colosenses 2.19, aqui no hay protagonistas, aquí es cristo glorificado.

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    1. pedro dice en una de sus cartas, el que hable hable conforme a las palabras de Dios. creo que aprender no solo a diseñar sermones sino a prepararse estar constantemente en la palabra del señor y cuando llegue la hora de compartir estar a la expectativa de lo que el señor quiere hablar, es la manera mas practica de como dejar que sea el señor mismo el que ministre todo lo que por medio de su palabra quiera dar a su pueblo. amen.

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    2. A muchos anos me dijo un pastor ,que para ser ,predicador era necesario tener mucha
      vos y hoy día existen amplificadores,

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  2. Que el Señor jesus me ayude a conocer mas su Espiritu santo para no confundirlo con mis emociones y emular lo del Espiritu,aunque con buenas intenciones uno puede habalr lo de Dios, pero si no es el momento justo , se echa a perder la edificación que se esta llevando a cumplimiento. Creia que al compartir lo cotidiano, era ya nuevo , sin tomar en cuenta al Espíritu, el punto siempre es ese : No ser guiados por el Espiritu de Dios en cada momento y esperar que solo en ciertos casos se debe pedir y vivir bajo su autoridad , gracia, guía,etc.
    También debo considerar el hecho de las emociones, de no confundirlas con el verdadero impulso del Espíritu, eso es algo que puede confundir mi voluntad.

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    1. es cierto lo que dices. yo diría en esto que lo que debemos de hacer es entrenarnos y conforme nuestros sentidos espirituales se vayan perfeccionando vamos ir sabiendo mas exactamente como hablar y actuar en las reuniones. lo que nunca debemos de hacer es por temor al error cometer el mas grave error, no decir nada.

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  3. Cuan importante es esta palabra que hoy alumbra un poco mas nuestro entendimiento porque sabemos que la profecia es para edificar la Iglesia pero no es solo hablar por hablar sino tener conciencia de lo que se habla viene del espiritu porque de nada aprovecha una palabra si no viene de parte El en lo personal muchas beces de las que participe en las reuniones comentaba algo de lo que havia pasado en la semana mas no me percate si era de parte del espiritu compartirlo en ese momento pero ahora sabemos que debemos hacer tambien ha sido de mucha bendicion lo que nos dice que apesar de tener muchos mensajes sin compartir no los comparte al azar esto verdaderamente me abrio los ojos porque entiendo que debemos compartir segun la necesidad del cuerpo y eso solo podemos hacer bajo la revelacion del espiritu que el nos regale su gracia para compartir su palabra segun su voluntad amen.

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  4. Hermano con este mensaje yo entendi que una reunion debe tener 4 cosas:
    revelacion,enseñanza,profecia y conocimiento.
    Para la profecia se necesita revelacion,
    Para la enseñanza se necesita conocimiento,
    Y viseversa
    No hay que tener miedo de equivocarnos hasta peor nos sale porque nos quedamos con la carga de lo ivamos a decir y no decimos nada.
    Hermanos, no hablemos cosas que ni nosotros entendemos que solo las confundimos con nuestras emociones o pensamientos,que sepamos que Dios es el que nos da la carga para compartir,y si compartimos que tenga estas cuatro cosas profecia,revelación,enseñanza y conocimiento.

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  5. Me pareció excelente la información brindada. Verídica, precisa y de fácil comprensión, más con el ejemplo dado. Me ayudó a comprender lo que necesitaba!!

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