EL “YO”, Y DIOS. El “yo” es la esencia de nuestro ser. Si tuviéramos que hacer una definición del “yo”, podríamos decir que es el resumen de todo el ser humano. El “ser del hombre” está compuesto de tres partes que son: el cuerpo, el alma y el espíritu. De alguna manera innata nos valemos de todas ellas para expresarnos, tener vitalidad y además funcionar de tal modo que tengamos una identidad. El “yo” tiene una fuente de alimentación, más o menos como la que todo aparato electrónico tiene; dicha fuente de alimentación es la conciencia, la cual está amalgamada con la voluntad. Si usted no tuviera conciencia ni voluntad, su “yo” sería como un cadáver o como un aparato que no tiene forma de recibir alimentación. Dios creó al hombre con la cualidad de que exista y se exprese a través de su “yo”. Si tratáramos de hacer una especie de autopsia espiritual en el hombre, encontraríamos elementos como la conciencia y la voluntad, pues, así nos hizo Dios a todos. Donde sí encon