Quiero hacer un listado de cosas, las cuales, en medio de nuestra bajeza y debilidad, tenemos testimonio que en algo hemos avanzado en restaurar y reordenar la verdad del Evangelio. No sólo han habido faltantes, si no reconocemos que por la misericordia del Señor, hemos tenido un avance en el rescate de la verdad.
Primeramente es necesario reconocer que nos ha pasado de todo, muchas cosas han marcado nuestras vidas por ir en pos de la verdad. Literalmente jinetes han cabalgado sobre nuestras cabezas, de manera que podemos decir que de una ú otra manera, llevamos las marcas de la cruz de Cristo. Hemos pagado el precio de ser despreciados, de no ser escuchados, de no tener fama, etc. Obviamente nos falta mucho por pagar el precio que el Señor quiere, pero anima nuestros corazones que con lo poco que hemos sufrido, Dios nos ha bendecido grandemente.
Hace tiempo dejamos de aferrarnos a una línea de pensamiento en particular, o a una manera particular de teología para poder concebir la palabra de Dios.
Para muchos esto tal vez no es un gran logro porque probablemente nunca vieron cuan amarrados estaban, teológicamente, a una línea de pensamiento. Lo que les pasó a muchos es que no fueron ejecutivos evangélicos, es decir, sólo vieron como los grandes hombres del mundo evangélico decían: “Haz esto y esto…” y ellos sólo atendían, de manera que por muchos años fueron llevados por todo viento de doctrina, de un lado a otro. Desde que decidimos dejar la doctrina evangélica ya no tenemos una línea de pensamiento que nos amarre y nos restrinja la Verdad de Dios. Hemos visto lo precioso que es estar libre de una corriente teológica que nos enmarque el conocimiento, y estar atentos a todo lo que nos puede revelar el Señor por medio de la Escritura. Hoy por hoy podemos darle gracias al Señor por lo que ven nuestros ojos en la Escritura, y no tener que encuadrarnos al conocimiento impartido por las diversas escuelas teológicas evangélicas, o tener que respetar lo que diga un hombre. Ya no hay necesidad de creer sólo lo que “dice Fulano…”, o la otra frase: “Así me enseñó el pastor…”; ahora somos libres de eso y predicamos sólo aquello que podemos ver en la palabra del Señor y lo que no está, no tenemos porqué discutirlo. En este recobro de la verdad hemos sido libres de cualquier corriente teológica que pudimos haber vivido y creído en el pasado.
Hemos visto particularmente los daños de las organizaciones y las religiones que pretenden arropar a las Iglesias bajo una vestimenta que no es Cristo Jesús.
Qué hermoso es que ahora nosotros podemos tener los ojos abiertos para poder ver y decir que la Iglesia no es una religión, si no que es el diseño de lo que Cristo quiso que fuera. Es una bendición poder ver esto; nos gozamos por estar viviendo fuera de las organizaciones, denominaciones y religiones. Yo descubrí en carne propia que la religión sólo me estaba causando la muerte espiritual; la religión nos enceguece para no darnos cuenta quien es Cristo Jesús; los marcos de religión nos afligían, nos herían el alma, nos esclavizaban y nos causaban muchos daños más, pero qué glorioso es poder ver que ahora tenemos como nuestra vida a Cristo Jesús. Ahora podemos disfrutar al Señor como nuestra nutrición y sabemos que estando en Él somos edificados como la verdadera Iglesia del Señor.
Damos gracias al Señor que en nuestras reuniones el Señor nos ha mostrado la importancia de edificarnos mutuamente. Muchos grandes hombres de Dios hoy en día pueden predicar muchas verdades maravillosas, pero no les ha sido revelado que la religión o denominación en la que están, por muy buena que sea, y por muchas buenas cosas que les enseñe, les priva de la verdadera Vida de Iglesia. ¡Qué glorioso es lo que el Señor nos está permitiendo vivir! Desde que el Señor nos mostró esto, jamás yo he dejado de reunirme con una Iglesia local con tanta felicidad, porque sé que si yo voy vacío, más de algún hermano ha de ser usado por Dios con una palabra que pueda llenar mi interior. Qué refrescante saber que dependemos y nos tenemos los unos a los otros.
Hemos podido abrir los ojos al rescate de Dios.
Muchos pueden hablar sobre la reforma y sobre las doctrinas que el Señor ha restaurado en los últimos siglos, pero muy pocos se dan cuenta de la mano providencial de Dios llevando a Su Iglesia hacia la perfección; pocos se han dado cuenta de cómo Dios ha permitido que se rescaten muchas verdades perdidas y se las ha entregado de nuevo a la Iglesia; pocos han logrado ver el hilo que el Señor ha traído en la historia de la Iglesia, encaminándola y levantándola hasta llevarla a la conclusión de lo que Él se ha propuesto. Es maravilloso poder apreciar este rescate, porque al vivir esto, estamos disfrutando la misma genética de Cristo puesta en la Iglesia del Señor. Por la misericordia de Dios hemos descubierto que los genes de Cristo han corrido a lo largo de la historia en la Iglesia y ahora, en nuestros días nos estamos conectando espiritualmente con esa generación piadosa de hombres y mujeres, por medio de los cuales, el Señor ha traído y está trayendo su restauración a la iglesia.
Agregado a todo esto, yo alabo al Señor, porque en Su misericordia, jamás hemos participado en dividir una Iglesia. Los hombres divisionistas rompen la herencia y bendición que los siervos de Dios pueden transmitirles y ante esta actitud, ellos se cierran a no querer recibir nada de sus padres espirituales, lo cual, trae pobreza y ruina a la iglesia del Señor. Tener libertad en este punto nos da una gran amplitud en Cristo, porque hoy en día no me pesa a mí echar mano de la herencia espiritual que me han dejado los hombres del Señor con los cuales he caminado en mi vida cristiana. No me pesa servirme de la bendición ministerial que muchos hombres de Dios me han dejado, porque mi visión, ya no es ir en pos de los hombres, si no en pos de recuperar la genética espiritual que Cristo quiere darle a Su Iglesia. Así que tomamos con mucho gozo todo lo que los siervos de Dios con los cuales hemos caminado nos han bendecido. Unos nos han bendecido en un área, otros en otras áreas, pero de todos hemos recibido bendición ¡Aleluya!
Hemos podido ver progresivamente como el Señor nos ha dado luz en relación a la centralidad del Plan de Dios que es Cristo y la Iglesia.
Una de las cosas más gloriosas que nos ha acontecido a raíz de ir en el recobro del Evangelio, es ver como progresivamente el Señor nos ha dado luz en relación a la centralidad del Plan de Dios. ¿Qué quiero decir con esto? Que la vida que antes tuvimos como miembros, como ministros, o como líderes del Señor, fue una vida periférica, una vida que habló de muchas cosas, una vida en la que nos dedicamos a hablar del gusano que estaba en la hoja del árbol, pero esos miles de detalles nos hacían hablar muy poco de la raíz del árbol. Sin una revelación del misterio que anunciaba el apóstol Pablo, que es Cristo y la Iglesia, la predicación se vuelve de poco contenido espiritual; sin la revelación de la centralidad del Plan de Dios podemos hablar muchas cosas, pero estas no nos capacitan para progresar en dicho Plan. Los resultados que tuvimos tras años de ser evangélicos fueron desastrosos, la gente nunca tuvo un crecimiento espiritual a causa de que la palabra que hablábamos iba dirigida hacia las partes periféricas, sin percatarnos que el Evangelio tiene una centralidad en la Escritura, el cual es; “El Misterio de Dios, que es Cristo y la Iglesia”.
Cuando el Señor me llamó como Apóstol, Él me abrió los ojos y me hizo ver que sólo debía hablar de una cosa: “El Misterio de Cristo y la Iglesia”. Cuando entendí que la centralidad del mensaje Neotestamentario era esto, mi vida literalmente dio vuelta. ¡Bendita la misericordia del Señor!
Hemos encontrado la ruta hacia una Vida contemplativa.
Ciertamente la historia de la Iglesia nos muestra que no hemos vivido tal y como el Señor quiere. Si somos honestos, en una gran parte de nuestro ser no tenemos placer en las cosas de Dios, no nos deleitamos en Él, no nos sentimos verdaderamente gozosos de ser hijos de Dios, sino más bien el Evangelio se nos vuelve una batalla, una carga. Aunque también hay una parte en nosotros que desea agradar a Dios, no encontramos la manera de cómo alcanzar esa meta, por lo tanto, no hemos podido vivir para Él, no hemos podido tener una vida entregada, abnegada, con la cruz de Cristo en nosotros; ¿Por qué hemos tenido esta experiencia? ¿Por qué no hemos podido encontrar placer en Dios? ¿Cuándo podremos decir que estamos verdaderamente felices con el Señor? Aunque esto parezca pesimista, ha sido nuestra experiencia, ha sido lo que hemos vivido interiormente. A éstas alturas nos hemos preguntado: ¿Este conflicto en el que vivo es culpa de Dios? ¿el Evangelio no funciona? O ¿nosotros no hemos caminado la ruta correcta? Pues, al parecer, lo que nos ha acontecido es que no hemos ido en la ruta correcta para vencer a nuestro viejo hombre.
La ruta de la Contemplación, muy probablemente, es la respuesta que hemos estado buscando, y no solo nosotros, sino los miles creyentes que ya no pueden disfrutar a Dios. Al inicio de nuestra caminata cristiana sentimos que la Vida divina causó un gran impacto en nuestro ser, pero algo pasó en el camino, algo se perdió; esperamos mediante la revelación del Señor y la práctica de la oración contemplativa recobrar esa gracia transformadora que nos de la victoria sobre nuestro viejo hombre.
Hermanos amados que están en todo el mundo, y que están saliendo de las religiones para ir en pos del Recobro del Señor, quiero decirles que en todos estos años el Señor nos ha permitido contemplar que una sola cosa vale la pena en esta vida: atesorar, vivir y conocerlo a nuestro Señor Jesucristo, tal como dijo el Apóstol Pablo: “… a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos”. (Filipenes 3.10-11)
A pesar de que estamos en un terreno en el cual ya no tenemos los ambientes antiguos de mucha algarabía evangélica, amigos ministeriales con los que caminamos por años, o la esperanza que poníamos en las multitudes, y que no tenemos muchos amigos par compartir fuera del circulo que el señor nos ha dado con nuestros hermanos en las iglesias locales, lo cierto es que vale la pena seguir en este camino. Tan sólo al hacer un análisis hacia atrás, comparándolo con lo que tenemos hasta el día de hoy, sé que ha valido la pena caminar en esta senda y cuanto más al pensar en lo que el Señor nos ha de dar en los días venideros.
¡Dios les bendiga!
Apóstol Marvin Véliz
Gracias a Dios tenemos un Apostol que renucio a la denominaciones.
ResponderEliminarHoy por hoy los miembros que hemos caminado esta ruta con usted sabemos que no ha sido en bano y queremos ir abasando hasta llegar .Lo que hoy estamos viviendo y nos falta por vivir que sea para agradar al señor en contemplacion animemonos unos a otros a seguir esta ruta de vida y no seguir bajo ley de hombres si no la ruta que
me alegra que un discípulo de muchos años como lo eres tu, pueda ver con buenos ojos lo que hemos avanzado y no como otros lo que hemos perdido. es una perdida la que tuvo pablo de las cosas religiosas que antes tenia, y una ganancia lo que encontré en la persona del señor jesus.
EliminarEstas palabras al igual que la exposición dela semana pasada, consuelan en mucho nuestras vidas en esta ruta que hemos emprendido.
ResponderEliminarHace varios años me recuerdo que en ese traslape un dia reuniste a varios hermanos y nos dijiste que podiamos quedar tirados en el intento por escapar de la tradición de los hombres.
Ahora al mirar hacia atrás hemos sido claramente despojados de mucho, y realmente en nosotros se ha podido calcar la escena que experimentaron los 276 que junto con el Apóstol Pablo vieron desarmarse la nave en que iban en la Mar por espacio de 24 días que relata hechos 27, no quedando absolutamente nada de la estructura que los llevaba.
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Ciertamente nosotros hemos caminado un terreno en donde las aguas han tenido que ceder a la manera que narra la palabra en Josue 4, cuando el señor saco a su pueblo de la esclavitud de Egipto y como primer señal les abre el mar Rojo y pasan en seco, pero luego de haber transitado por el desierto ,despues de un periodo de prueba el señor vuelve a replicar y marcar una nueva dimensión al pasar el rio Jordan tambien en Seco, enfilándose a tomar la tierra de Canaan, Lo prometido llevo un largo proceso y aun al llegar a pisar un patio antes de entrar a la tierra, pasaron 40000 hombres de guerra dispuestos a batallar con 7 reyes enemigos que aun debían vencer¡ que nos muestra esto, que llegar al Misterio de Cristo y La Iglesia, ha requerido para las Iglesias de Cristo despojarnos del andamiaje y estructuras religiosas pre-constituidas y encaminarnos a esa libertad preciosa que no depende de lo que EL nos pueda dar, o de lo que los hombres pueden ver.
Hay mucho mas que poder decir y ojala que mis hermanos en los distintos lugares donde leen y alcanzan este mensaje puedan contar sus experiencias,asi como los hermanos que nos ha tocado estar en la diaspora fuera de nuestra patria viviendo y creyendo esta preciosa revelación teniendo el testimonio y viviendo conforme ala Economia divina. Bendito sea el señor que ahora nos ha colocado en una actitud de contemplacion , para ya no estar llevados por todo viento de doctrina, sino como dijo el apostol pablo proponernos presentar a Cristo y a este Resucitado.
No quiero omitir un pasaje que al leer las palabras con las cuales nuestro apóstol este día nos anima que muestras como muchos de los que seguían al señor por sus milagros , por sus sanidades, por la multiplicación del pan etc. Un dia decidieron alejarse del señor y justo cuando EL les exponía el mensaje en una sinagoga,el señor tambien invito a sus doce apóstoles a decidir si le seguían o no.
cito:Juan 6: 60-71
Al oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: –Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso? Jesús, dándose cuenta de lo que estaban murmurando, les preguntó: –¿Esto les ofende? ¿Qué pasaría entonces, si vieran al Hijo del hombre subir adonde antes estaba? El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida. Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen. Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar, y añadió: –Por esto les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede. Desde entonces, muchos de los que habían seguido a Jesús lo dejaron, y a no andaban con él. Jesús les preguntó a los doce discípulos: –¿También ustedes quieren irse? Simón Pedro le contestó: –Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna. Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios. Jesús les contestó: –¿No los he escogido yo a ustedes doce? Sin embargo, uno de ustedes es un diablo. Al decir esto, Jesús hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque Judas iba a traicionarlo, aunque era uno de los doce discípulos.
me gusta la figura de los hombres que van en la nave que se destruyo en el mar, el señor asegura que nadie perderá la vida si lo que esta perdiendo es toda la estructura de religión que ha conocido.
EliminarDesde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al reino de los cielos se hace fuerza, y los valientes lo arrebatan. Mateo 11:12 La verdad de nuestras vidas cristianas que han vivido por muchos años atrapados en una vida religiosa y conformista, pero saber que Dios nos ha hablado de múltiples maneras a través de sus siervos para volver nuestro corazón a un arrepentimiento genuino y el mensaje de Jesucristo, permanece para siempre, nuestras palabras pudieran cambiar pero el es eterno y nos habla hoy, el tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado, arrepentíos y creed en el evangelio. Marcos 1:15.
ResponderEliminarfueron los religiosos a los que el señor le dijo en aquel tiempo, que no entraban al reino y no dejanban entrar a los que si querían, es por eso que el reino requiere de fuerza, especialmente por la fuerza de la religión en el corazón de cada ser humano.
EliminarEs maravilloso poder ver hacia atras y hacer un balance de lo que eramos y lo que teniamos antes, y lo que somos y tenemos hoy: y claro todo es por gracia y misericordia.
ResponderEliminarLa mayoria de los miembros de las iglesias locales nacimos en la religion evengelica en donde nos alimentaron y nos enseñaron con ideas y conseptos humanos como vivir la vida cristiana pero que en la realidad carecia de vida y de realidad, pero gracias a DIOS que tuvo misericordia de nosotros y nos rescato; ahora que caminamos en el recobro del señor tenemos la dicha de disfrutar de las reuniones de iglesia como DIOS dispuso desde el principio: sigamos caminando en ese camino no importando el precio que hay que pagar porque no seriamos los primeros ni los ultimos. pero dejaremos a nuestros hijos con una erencia; del recobro del señor.