EL DIAGNOSTICO QUE LOS PSIQUIATRAS LE ESTAN DANDO A UNO DE CADA CINCO NIÑOS: “EL TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD”

EL DIAGNOSTICO QUE LOS PSIQUIATRAS LE ESTAN DANDO A UNO DE CADA CINCO NIÑOS: “EL TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD”

“Los primeros intentos de explicar la existencia del TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD fueron llevados a cabo en los años 30. En aquel momento, los médicos que trataban a niños con un carácter inquieto y con dificultad para concentrarse les diagnosticaban el síndrome posencefálico, pese a que la mayoría de esos niños nunca habían tenido encefalitis.

Fue precisamente Leon Eisenberg quien en los años 60 volvió a hablar de dicho trastorno. En el año 1968 incluyó la enfermedad en el 'Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales’. Uno de los principales logros de Eisenberg fue conseguir que la gente creyera que el TDAH (Trastorno de Dificit de Atención e Hiperactividad) tiene causas genéticas. El sentimiento de culpa de los padres desaparece de esa forma al pensar que el niño ha nacido así y el tratamiento con medicamentos es menos cuestionable. Sin embargo, siete meses antes de morir, el famoso psiquiatra estadounidense Eisenberg, confesó que tal trastorno se trataba de “un ejemplo de enfermedad ficticia”.

El conocido psiquiatra, que llegó a hacerse cargo de la gestión del servicio de psiquiatría en el prestigioso Hospital General de Massachusetts en Boston, donde fue reconocido como uno de los más famosos profesionales de la neurología y de la psiquiatría del mundo, decidió confesar la verdad meses antes de morir afectado de un cáncer de próstata, añadiendo que lo que debería hacer un psiquiatra infantil es tratar de determinar las razones psicosociales que pueden producir problemas de conducta. Ver si hay problemas con los padres, si hay discusiones en la familia, si los padres están juntos o separados, si hay problemas con la escuela, si al niño le cuesta adaptarse, por qué le cuesta, etc. A todo esto añadió que, lógicamente, esto lleva un tiempo, un trabajo y acompañado de un suspiro concluyó: "prescribir una pastilla contra el TDAH es mucho más rápido”.

Hasta los años noventa este trastorno era una afección desconocida en los niños. Ahora ya es uno de los diagnósticos más frecuentes en psiquiatría infantil, hasta el punto que las visitas por este trastorno se han multiplicado por 40 en menos de diez años, siendo muchos de los "enfermos" niños de dos y tres años”.

Todo lo escrito anteriormente son extractos de artículos publicados en un sin número de páginas web, lo cual, confirma lo certero de dicha información, y el problema que atraviesan las nuevas generaciones, ante la pérdida de valores que la mayoría de sociedades en el mundo han tenido. No sé cuantos creyentes tienen diagnosticados a sus hijos con este trastorno, o algún otro parecido, sin embargo, yo les aconsejo que antes de medicar a sus hijos por este tipo de “trastornos”, revisemos lo que nos dice La Escritura 

Dice Proverbios 1:7 “El temor del Señor es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. v:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre”. Los niños no nacieron instruidos, ni enseñados, son los padres los que deben ocuparse de dicha tarea. Ser padre y madre no se trata sólo de concebir y dar a luz hijos, sino de criarlos. La mayoría de padres se esfuerzan porque sus hijos vayan al mejor colegio, o la mejor universidad, pero por mucha ciencia que aprendan, eso no los volverá personas educadas y sabias en la vida. 

Yo estoy de acuerdo que tal “trastorno de falta de atención e hiperactividad”, como su mismo autor lo confirmó, es un diagnóstico ficticio. Toda esa hiperactividad y falta de atención de los niños no son más que descuidos de los padres que no han sabido educar a sus hijos. Para formar hijos sabios necesitamos enseñarles el temor a Jehová, pero de igual manera, esto es algo que va ligado al Musar de Dios. Son los padres los encargados de instruir a sus hijos, los padres son la primera fuente que tienen los niños para recibir sabiduría y aprender el temor de Jehová.

Dice Proverbios 1:2 “para aprender sabiduría e instrucción (musar), para discernir dichos profundos”. 

En este verso el proverbista liga la sabiduría con la instrucción. La palabra hebrea para referirse a “instrucción” en el hebreo es “Musar”, que significa enseñar, advertir y castigar. La etimología de esta palabra nos lleva a comprender que para conocer sabiduría hay que ser disciplinados. Si no enseñamos, si no advertimos, o si no castigamos a nuestros hijos nunca serán sabios. Hermanos padres, sus hijos no padecen el trastorno de falta de atención, lo que están padeciendo es la falta de instrucción por parte de ustedes. Aplíquele el Musar a sus hijos, y aunque tal vez no sean tan inteligentes, superdotados, o no dominen las diversas ramas de la ciencia, le aseguro que usted va a criar hijos sabios para la vida.

Una persona sabia es aquella que sabe cómo conducirse en las cosas de la vida. Un sabio no es necesariamente aquel que es excelente para las matemáticas u otras ramas de la ciencia, tal persona podrá ser inteligente, pero no por eso es sabia. El que usa su inteligencia para conducirse en la vida es un “Sabio”. Si usted quiere que sus hijos sean sabios para la vida, que no se dejen enredar por cualquier cosa, que sepan escoger su pareja de manera sabia, instrúyalos, expóngalos al Musar de Dios. 

Yo insto a los padres a que procuren criar hijos sabios, más que darles una preparación académica (de lo cuál no estoy en contra en lo absoluto) procuren criarlos sabiamente para que aprendan a vivir bien. En la escala de valores, procuremos sobre todas las cosas que nuestros hijos sean temerosos de Dios. Hay muchos que salen de las universidades muy bien preparados académicamente pero alejados de Dios, llenos de corrupción en sus corazones. La preparación académica no es mala, lo malo es que nuestros hijos vivan sin el temor de Dios.

Dice Proverbios 1:7 “El temor del Señor es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. v:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre”. Para formar hijos sabios necesitamos enseñarles el temor a Jehová, pero de igual manera, esto es algo que va ligado al Musar de Dios. Son los padres los encargados de instruir a sus hijos, son los padres la primera fuente que tienen los niños para recibir sabiduría y aprender el temor de Jehová. 

Hermanos, qué triste realidad a la que hemos llegado. La nueva generación de padres prefieren “drogar” a sus hijos bajo un diagnóstico psiquiatra totalmente falso, en lugar de tomar su rol de “instructores, maestros y ejecutores del castigo”. Padres de familia, ustedes podrán pensar que la disciplina es algo nocivo para la salud mental de los niños, pero es mucho más horrible el mal que se les está haciendo a los niños al no enseñarles, advertirles y castigarles. 

Hago un llamado a los padres, a aquellos que ni siquiera se han ocupado de que sus hijos alcancen la salvación eterna. Tal vez ustedes padres con su falta de carácter son el mayor obstáculo para que sus hijos sean salvos, porque privándoles del Musar, les han privado de conocer el temor a Dios. Créanle a la palabra de Dios antes que a la ciencia ficticia de este mundo. Les animo a que no retengan el castigo para sus hijos, que no escatimen disciplinarlos por las desobediencias y por todo aquello que consideren necesario que sufran el castigo. No escatimen darles la vara, porque eso es amor al fin de cuentas; el amor también se demuestra corrigiendo, advirtiendo y castigando. Si les aplicamos a nuestros hijos el Musar, vamos a colaborar con Dios para que ellos no se desvíen del buen camino de la Vida y puedan vivir en paz sus días sobre esta tierra. 

ALGUNOS CONSEJOS MAS

• Nunca usemos la vara para descargar nuestra ira y nuestro enojo. 
• No debemos aplicar la vara de manera incontrolada, previo a la vara debemos de instruirles y advertirles. 
• La vara no es para golpear, ni mucho menos para causar daños físicos a los hijos, es para corregirlos. Dios nos dio glúteos para soportar el dolor de la vara, es el lugar donde debemos aplicarla, pues, al aplicarla en esa zona no dañamos la integridad física de los niños. 

Apóstol Marvin Véliz