DOS COSAS QUE DESALIENTAN EL CORAZÓN:
El apóstol Pablo dijo: “… mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20). El Señor bajo ningún punto de vista ha tomado en cuenta nuestra justicia para darnos la bendita revelación de Su Evangelio. No somos un grupo selecto o preferido por Dios a causa de que somos diferentes a los demás. Yo pienso que nosotros somos como Jacob, quien fue escogido por Dios pero con errores a mas no haber; de hecho, la naturaleza pecaminosa de este hombre fue la que le dio libertad a Dios para poder obrar, y creo que esa es nuestra experiencia. Ver lo que somos, y ver claramente lo que el Señor quiere de nosotros, se convierte en algo que da origen a dos cosas que desalientan nuestro corazón.
1.- LA INCREDULIDAD
Hermanos, un problema grande y severo del cristiano, más que el pecado, el fracaso, y el obrar en la carne, y que le permite obrar al diablo con mayor libertad, es un corazón desalentado a causa de la incredulidad. Cuando el corazón del hombre pierde la gana de seguir y entra en desaliento, le forja al ser del hombre un espacio de incredulidad. Ciertamente nuestros pecados pueden llegar a ser grandes delante de Dios, pero hermanos, el Cristo de la gloria ya pago por todos ellos, ya están solucionados desde hace dos mil años. El problema es que cuando le permitimos a nuestro corazón desalentarse, y llegamos a pensar que ya no hay más oportunidad para nosotros, estamos abriendo un espacio de incredulidad en nuestro ser, el cual va a bloquear la obra de Dios en nuestras vidas. Si usted es de los que dice: “Dios ya no puede hacer nada en mi vida…”, si cree que ya no puede seguir, y entra en desaliento, entonces, ha perdido la fe, y junto con ello, le quita a Dios la posibilidad de poder obrar en su vida. Dios no puede hacer nada con un corazón incrédulo. En una ocasión el Señor le dijo a una mujer: “…Si creyeres veras la gloria de Dios”, ¡Cuán necesario es mantenernos creyendo!
Yo espero que si usted está en incredulidad, solucione este problema delante del Señor. No permita que su corazón este desalentado, no permita que su corazón diga: "Ya no hay oportunidad para mi". Yo quiero decirle de parte de Dios que ese pecado que no puede dejar, esa debilidad, esa área vergonzosa que usted no ha podido cambiar, es a causa de haber perdido la fe, pues, eso impide que Dios obre en usted.
2.- EL LEGALISMO:
Ahora, otro problema que también causa desaliento al corazón es el legalismo. Cuando nosotros vivimos bajo legalismo, salimos del terreno de acción de Dios. Yo sé que muchos han escuchado el mensaje de “Cristo nuestra Vida, nuestro vivir y nuestra Victoria”, pero a estas alturas también sé que para muchos estos mensajes han sido utópicos. Muchos, lejos de obtener victoria, siguen iguales; o peor aun, se han desanimado más a raíz de verse iguales. Ciertamente el pecado no nos deja avanzar, y aunque usted lo sabe, tiene la amarga experiencia de no poderlo dejar. Lo que usted no sabe es que el Señor ha permitido eso para que vea su legalismo. A muchos lo que los agobia no es tanto su pecado, sino la acusación de su propio legalismo. Muchos sienten que son descarados por pedirle perdón al Señor por sus tantos pecados y las tantas veces que inciden en lo mismo. Hermanos, tal vez a ustedes se les ha olvidado que el Señor le dijo a Pedro que tenía que perdonar hasta setenta veces siete, en otras palabras, hay que pedir perdón cuantas veces sean necesarias. No hay un límite de parte de Dios para perdonar, por lo tanto, tampoco usted debe restringirse. Si usted se desalienta por sus pecados, seguramente es por causa de la auto demanda de ley que usted se impone. Yo le invito a que saque provecho de su situación, y que se de cuenta que es Dios quien ha querido llevarlo al punto de ese desaliento, para que entienda de una vez por todas que no es usted quien hace la obra sino Él. Dios no va a compartir Su gloria con nadie, si Él lo va a levantar no será por lo que usted es, ni por lo que hace, sino por Su grande misericordia.
Hermanos, desalentarnos es detener todo aquello que Dios quiere hacer con nosotros. Es más peligroso desalentarnos que aún el pecado mismo. El que se desanima no sólo entrega su carrera, sino, implícitamente le está diciendo a Dios que Él tampoco puede. Nuestro error ha sido que hemos tratado cambiar en nuestras fuerzas, hemos intentado obtener victoria por nosotros mismos, nos hemos aferrado a las doctrinas, etc. y de todos modos siempre nos desanimamos. Debemos reconocer que Dios no necesita nada de lo que es nuestro.
Si nuestro corazón se desalienta, nuestro legalismo aparece y nuestra incredulidad se engrandece. No sigamos esa ruta. Déjeme decirle que lo que detiene el obrar de Dios no es la naturaleza humana, sino el corazón incrédulo. No deduzca que porque usted se desanima y se desalienta, eso también le sucede a Dios. Cobre ánimo en su corazón.
Dice Colosenses 2:2 “para que sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo…” ¡Animémonos!, al final de esta jornada que hemos emprendido habrá una recompensa: “La liberación de las riquezas de lo que Cristo es y lo que nos dispensó a nosotros por Su Espíritu”. Las riquezas de Cristo son Su Su victoria, Su santidad, Su paz, Su gozo y todas las virtudes que Él nos ha dado a través de Su persona. Dios nos ha dado todo en Cristo, única y exclusivamente por creer. ¡Creamos en Jesús!, Yo le ruego que cambie su lamento en baile, cambie su derrota en las victorias del Señor. Alcance las riquezas que proceden del pleno conocimiento de Cristo. Estamos en la ruta, pero no hemos alcanzado la meta. Que nuestras derrotas sólo sean la comprensión de lo que realmente somos y la clausura de seguir intentando cambiar por nosotros mismos. Declarémonos imposibilitados y fracasados, pero creamos a la gracia del Señor y Él lo hará.
Apóstol Marvin Véliz
ResponderEliminarLa fe en Dios , vence cualquier tipo de desanimo ,no hay depresión que sobrepase a la fe en Dios, pero es nuestra voluntad, nuestra alma a interponerse, a ponernos en duda y asi continuamos sobreviviendo anímicamente, nos acostumbramos a ello, y en cambio es solo una lección de reconocimiento a nuestra incapacidad de vencer para luego creer al Señor que puede dar su victoria a nosotros solo con creer
vivir anímicamente es lo que normalmente hacemos y nos gusta, encontrar el camino de la fe es maravilloso pero debemos de buscarlo, empezando con el despojo de nosotros mismos.
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ResponderEliminarCuando estamos en depresion es el juicio mental que esta retorcido por las tinieblas y hace ver el pecado mas grande de aquello que en realidad es, si comenzamos a creer en Cristo, esas dimensiones comienzan a disminuir y se libera de la depresión. Curioni
hay un resultado mi amado Aldo de estar viviendo fuera del camino del señor, la biblia dice que la paga del pecado es la muerte, pero llega a convertirse como tu dices en algo tan grave que no pensamos que podemos salir de allí. pero debemos de ver con fe la obra del señor para con nosotros, pues eso supera cualquier cosa y el pecado se empequeñece ante su gracia maravillosa. que hermoso estos que estamos tratando. un saludo de quien te ama.
EliminarMarcos 14.66 Estando Pedro abajo en el patio, llegó* una de las sirvientas del sumo sacerdote, 67 y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo*: Tú también estabas con Jesús el Nazareno. 68 Pero él lo negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó. 69 Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: Este es uno de ellos. 70 Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo. 71 Pero él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a este hombre de quien habláis! 72 Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar.
ResponderEliminarEstos versos me conmueven mucho porque nos pasa las de Pedro, se desalienta tanto nuestro corazón que vivimos en tristeza y siempre atrasados espiritualmente, pues, el señor desde antes que Pedro fallara ya sabia que lo haría, El ya sabe lo que somos, donde fallamos, la carne que esta de pie siempre en nosotros, sin embargo aunque somos pecadores, nuevas son su misericordias cada mañana, pues, el hubiera desechado a Pedro y no lo hubiera llamado a servirle cuando resucito por el pecado que cometió, sin embargo le dio mas de El, y le hizo mas responsable para servirle, pero algo se había quedado muy marcado en Pedro, que simple y sencillamente solo por la bondad del señor estaba ahí, no tenia altives, de que gloriarse, estaba humillado reconociendo que solo podía ser agradecido y bajarse cada ves que pecara, pues el señor ya sabia lo que era en su carne pero el no podía cambiar sino, solo Cristo podía hacer que sus aciones fueran diferentes y ejecutar su voluntad.. y no el con sus fuerzas. El señor nos ayude a tener conciencia de que somos y ejecutamos pecado, pero lo primero que el señor mira es la actitud interna y esta dispuesto no ha desecharnos, sino a restaurarnos. amen. Hna. Lidia Sagastume.
gracias por tus palabras, en verdad me conmovieron el corazón y espero que asi lo haga con los demás lectores. que el señor te bendiga.
EliminarCuan necesario es no perder la fe en el Señor, por que en nuestra naturaleza nos desalentamos, y caemos en legalismo e incredulidad y no entendemos que tenemos a un Dios misericordioso, que a pesar de lo pecadores que somos el ya pago nuestros pecados en la cruz del calvario, hermanos no arruinemos la obra que quiere a ser el Señor en cada uno de nosotros y creamos. Amen
ResponderEliminarque nuestro corazón se desaliente, corresponde a nuestra falta de fe en el señor, que seamos legalistas corresponde a nuestra justicia propia. asi que debemos de poner nuestro ojos en el señor con fe sin vernos a nosotros mismos. aleluya.
EliminarLa verdad es que cuando nuestro corazon se desalienta la actitud que tomamos nosotros es dejar de tener fe en el y detenemos la obra que el Señor esta haciendo en nosotros y caemos en incredulidad, pero lo que tenemos que hacer es no desanimar nuetro corazon aunque hayan derrotas en nuestra vida y no perder la fe en el Señor Amen. Benjamin
ResponderEliminaramen. yo lo diria asi: cuando dejamos de tener fe es que se desalienta nuestro corazón.
EliminarLa unica opinion que esta mal dáda es la de no es si crees que no pueda hacerlo. Y afirmas que exista un todopoderoso que es Dios
ResponderEliminarPorque dios esta de lante de todo
DIOS ES UN SER CAPAS DE LO INCAPAS QUE HACE LO
IMPOSIBLE -POSIBLE-