1 Pedro 2:2 “desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación”.
Necesitamos desear como niños la leche pura de la palabra. La Santa Escritura podemos usarla para aprender, para obtener doctrina, etc. pero también podemos usarla con fines nutricionales. No es el punto cuánto leemos de la palabra, sino cómo la recibimos. Aunque La Escritura nos sirve para entender doctrina, pero es más importante usarla para efectos de nutrición.
Para poder hacer un uso nutricional de la palabra necesitamos dos cosas. En primer lugar, debemos hacernos como niños. Yo le pregunto: ¿Se considera usted un infante indefenso y dependiente de Dios? En segundo lugar, debemos desear la leche pura de la palabra. En realidad, la leche fue el alimento que Dios diseñó para los infantes. En su estado de recién nacidos, los niños no buscan sabores, ni gustos, sino lo que ellos buscan es nutrirse. A mí me costó mucho entender que la Biblia no es útil solamente para entender las diferentes doctrinas que predicamos, sino también ella es útil para que nos alimentemos espiritualmente. La razón por la cual me costó entender esto, es que siempre que leía la Biblia, yo metía mi razonamiento y lo que miraba en la palabra era doctrina. No es que eso sea malo, pero la doctrina no lo es todo; una de las cosas que más necesitamos obtener a través de la Biblia es la nutrición espiritual. “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios” (Lucas 4:4). Usted tiene un ser interior, una Vida en lo profundo de su ser, la cual debe de despertar y exponer a la palabra. Cuando la letra se mezcla con esa parte de su ser, que es su espíritu regenerado, la letra se vuelve Vida, tal como cuando Dios la habló. El Señor dijo: “Las palabras que yo os he hablado son Espíritu…”; la letra de la Escritura no tiene espíritu, es por eso que en ella misma leemos que “La letra mata”, pero cuando la leemos con el espíritu vivificado, nuestro espíritu se hace uno con la letra y es allí cuando ella se vuelve nutricional, es decir, nos provoca Vida Eterna. La Biblia en sí misma no tiene Vida, pero usted sí tiene espíritu vivificante, de modo que al leerla usted puede obtener Vida.
Años atrás cuando yo buscaba al Señor, tenía una tendencia casi romántica al estar en comunión con Dios, lo que yo quería era enamorarlo con mis palabras, pero me dí cuenta que eso no debía ser así. No quiero decir en un todo doctrinal que no debemos expresarle palabras a Dios, pero entendamos que Él es Espíritu. Dios no necesita que le hablemos, ni que hagamos grandes oraciones sin sentido, es mejor sentarnos delante del Señor, tomar la palabra, leer unos cuantos versos poniéndole nuestro espíritu y dejar que esa palabra nos lleve a la Presencia de Dios. Cuando sintamos que nuestro espíritu ha encontrado la Vida, cerremos la Biblia, no la leamos más, sólo quedémonos allí, en silencio, disfrutando la comunión con el Señor. Eso es desear como niños recién nacidos la leche de la palabra, léala orándola al mismo tiempo, y deje que el Señor lo sacie por medio de ella. Yo no le estoy hablando algo utópico, o impracticable, lo que le estoy diciendo es real, es mi experiencia. Yo antes leía la Biblia y la subrayaba de distintos colores según la idea doctrinal que me daba cada verso, por muchos años también la memoricé, en otros tiempos trataba de ubicar los pasajes más contenciosos, hasta que años después me di cuenta que podía hacer algo más sublime: Leerla para recibir nutrición y disfrutar la comunión con el Señor.
Me sorprende como traduce la Biblia de El Recobro el v:3 “Si habéis gustado lo bueno que es el Señor…”. Investigando el significado de la palabra “gustado”, en el original es “saborear”. En otras palabras Pedro dijo: “Si es que habéis saboreado al Señor…”. Ese es el sentido correcto, estar con Él es un placer que sobrepasa todo entendimiento. Estar con el Señor es un disfrute incomparable, ¡Oh!, qué placentera es Su presencia. Al percibir ese sabor de estar con Él y disfrutar el hecho de que Él también está con nosotros, podemos vivir felices y contentos en medio de un mundo sucio y deprimente. Podemos sobreponernos a lo que somos, podemos ver las cosas de manera diferente. ¡Aleluya!. Hace años el Señor me dio un coro muy hermoso que dice así:
El sabor que deja tu Presencia, es como miel al paladar.
El aroma de tu ser al visitarme se impregna más y más dentro de mi.
Y más, y más, me llenaré de Ti. Y más, y más, transformado seré.
De Gloria en gloria hasta llegar a ser como Tú, a semejanza de mi Salvador.
El Apóstol Pedro, dice en el v:4 “Y viniendo a El como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios…”. El apóstol Pedro no nos dice que oremos, o que meditemos, o que cantemos, lo que Él nos dice es que vayamos a Él, que vayamos a la persona de Jesús, que tengamos comunión con Él. La clave de el Evangelio que nos ha mostrado el Señor es que debemos ir a Él, a la persona de Jesús. Déjeme ejemplificarle esto para que me entienda. Yo conozco a muchas mujeres que viven enamoradas de su hogar, pero no de su marido. Hay muchas mujeres que viven felices en su casa lavando, cocinando, criando a los hijos, haciendo limpieza, etc. talvez el marido es lo que menos disfrutan, y la razón es que todas las cosas de su casa las llena más que el esposo. Así hay muchos cristianos, llegamos a amar la unción pero no al Señor, amamos la Biblia pero no a Jesús, cuando esto sucede el Señor se indigna con nosotros y nos abandona. En una ocasión el Señor les dijo a los fariseos: “Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40). Estos hombres tenían un gran celo religioso, y su error fue llegar a amar más Las Escrituras que a Aquel que había sido la fuente de inspiración de Las Escrituras. Lo mismo le pasó a Juan el Bautista, llegó a amar más su ministerio que a Cristo mismo. Igualmente nos pasa a muchos de nosotros, amamos más la doctrina, la enseñanza, el ministerio, el servicio, que al Señor Jesús.
Yo les exhorto hermanos que vengan a Él por medio de Las Escrituras, párense delante de Él, usen su espíritu, usen la fe, pónganse de rodillas o como ustedes quieran pero crean que el Señor está con ustedes, y disfrútenlo.
Apóstol Marvin Véliz
Permíteme si se puede dar un wow y gloria a Dios por esta verdad. Hay muchos que no quieren soltar sus tradiciones religiosas, su formación sea secular o religiosa, sus instituciones ,los nombres y las estructuras humanas que se autodenominan cristianas y obvio la doctrina es el principal fundamento. Durante muchos años a mí me pasó lo mismo que a ti , quería buscar en la palabra cosas sorprendentes, quería tener conocimiento y la razón y como estaba de equivocado!! Un carpintero de profesión que era el enviado de Dios ,llamo a los que el quiso dice el.evangelio de Marcos , subió a un monte y los llamo uno a uno por nombre, a los 12 y los llevo a su casa. Si ellos ( los discípulos) hubiesen cuestionado esto jamás hubiesen hecho tal locura de seguirle, habían pescadores, cobradores de impuestos,un doctor,etc. Más sin embargo obedecieron a la vida, pues aún no había resucitado. Como atendemos su llamado hoy, el solo les dijo sígueme y no tenían o argumentaban doctrina alguna, más sin embargo los escribas y fariseos, Juan el Bautista que tenía la revelación no le siguieron sino prefirieron seguir con sus enseñanzas . Hoy después de muchas centurias el hombre tiene el mismo problema. Y allí si como dice el coro. Muchos ciegos hay, ciegos de ceguera espiritual.....en tanto él está....tan cerca de mi, tan cerca de ti, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Aleluya abre señor los ojos nuestros y que deseemos ese alimento que nutre y sacia el cual encontramos en el verbo , en cristo procesado en la palabra
ResponderEliminarpodemos enamorarnos de la ruta o del medio y no del fin. las escrituras son hermosa en si mismas llenas de sabiduría pero ellas mismas nos señalan al señor. así que, busquemos las mismas con fines nutricionales para comer al señor todos los días.
EliminarEl dijo que lo encontraremos cuando lo busquemos de todo corazon. Yo creo que eso se aplica a descubrir todos los matices de Su caracter. Mientras mas estudiamos mas aprenderemos sobre El, y mientras mas aprendemos mas lo amaremos a El, y nuestra fe se hara cada vez mas fuerte. Siempre y cuando la activemos y el espiritu santo que se nos fue sellado Al Creer..
ResponderEliminarquiero recordarle algo del tema: el verso de juan que dice "escudriñaís las escrituras... y no queréis venir a mi..." es el triste cuadro de muchos pero muchos cristianos hoy en día, el triste caso de nosotros mismos que se nos olvida que la única fuente de la vida es el, no hay nada que nos pueda proveer eso.
EliminarCada uno de nosotros estamos necesitados de la vida de Dios y si tomamos una actitud en la cual anhelemos escudriñar las escrituras no solo para obtener doctrina, sino para hayar nutricion y que sacie nuestro interior, hermanos enamoremonos del Señor, seamos como niños recien nacidos tomando esa palabra viva y eficaz que solo el nos puede dar.Amen
ResponderEliminary Enamoremonos de el por medio de la escritura, para llegar a estar delante de el.
EliminarLa verdad es que muchas veces leemos la biblia solo para hayar doctrina en ella, pero ahora podemos entender cuan importante es leerla con el espiritu porque si lo leemos con el espiritu nos podremos conectar con el que es lo mas importante al leer las escrituras.Benjamin
ResponderEliminarpodemos entender solamente las escrituras o podemos prioritariamente comer del señor por medio de las escrituras.
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ResponderEliminarAsi como un niño puede desarrollarse saludable por consumir leche,asi disfrutar la presencia de Jesus que nos da su crecimiento.
Es una lección triste cuando el Señor nos abandona por amar mas la Biblia, depender mas de un coro,etc que a El mismo; nos alejamos de Jesus en nuestra vida afanosa, actuamos autonomamente de El, aun cuando pensamos estar en comunión con Dios.
la biblia, los cantos, las reuniones, etc. pueden llegar a ser solo un activismo religioso y no una experiencia de vida.
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