BENEFICIOS QUE OBTENEMOS AL PRACTICAR LA LECTURA BÍBLICA ANAGÓGICA.
De manera resumida podemos decir que la Lectura Bíblica Anagógica consiste leer Las Escrituras con el propósito de accesar a la esfera de “Los Celestiales”, estar en contacto y comunión con Dios, dándole lugar y función a las facultades de nuestra alma con el espíritu. Básicamente, la diferencia entre leer la Biblia de manera normal, y leerla anagógicamente, es que en ésta última forma se nos abre una puerta dimensional para accesar al ambiente de Los Celestiales, es decir, al ecosistema en el que habita Dios. Veremos en esta ocasión algunos de los beneficios que obtenemos al practicar la Lectura Bíblica Anagógica.
POR MEDIO DE LA LECTURA BÍBLICA ANAGÓGICA ALCANZAMOS LA UNION DIVINA Y CONOCEMOS LA VOLUNTAD DE DIOS.
En la Lectura Bíblica Anagógica obtenemos grandes beneficios para nuestra vida espiritual. En primer lugar, llegamos a la comunión con Dios, es decir, a la unión divina. En segundo lugar, llegamos al conocimiento de la voluntad de Dios. Hay muchas cosas que Dios nos quiere decir de manera personal, pero en su mayoría las encontraremos en la Biblia. Por medio de la Lectura Bíblica Anagógica el conocimiento de la voluntad de Dios se volverá más concreto y objetivo. Muchos hermanos viven como el péndulo del reloj, inconstantes, de un lado a otro, unos días están dispuestos a dar todo por el Señor, y otros días ni siquiera llegan a las reuniones de la Iglesia, ¿Por qué viven de esa manera? Por que no cristalizan la palabra de Dios, todo lo manejan subjetiva y circunstancialmente. Para entender la palabra de Dios debemos ser subjetivos en parte, pero tenemos que equilibrarnos siendo objetivos. Nos debe suceder como los barcos, que aunque están a flote, cuando quieren permanecer en ese lugar tiran las anclas para no ser arrastrados por las corrientes marinas. De igual manera nosotros debemos saber cuando tenemos que estar anclados, debemos discernir cuando no tenemos que movernos de lo que Dios nos ha dicho, a pesar de que no sintamos nada. Muchos creyentes son todo lo contrario, son llevados como el tamo que arrebata el viento, cualquier viento de prueba los mueve de la Palabra que Dios les ha hablado. La voluntad de Dios la percibimos subjetivamente, pero de una ú otra forma debemos amarrarla objetivamente, y es acá donde nos servirá en mucho la Lectura Bíblica Anagógica.
En este tipo de lectura hasta las historias de hombres y mujeres que aparecen en la Biblia nos sirven para entender a Dios, y lo que Él espera de nosotros. Por ejemplo, si leemos la historia de Zaqueo, debemos entender que así como el Señor llegó a poner en orden su casa, así también Dios quiere poner orden en nuestra vida. O cuando leemos la historia de la mujer Samaritana, no sólo debemos criticarla, y pensar en nuestros adentros: “Yo jamás llegaría a la bajeza de esa mujer que tuvo cinco maridos”. Mejor aprendamos de ella, que esta mujer nos sirva de parámetro para conocer la naturaleza humana. Acerquémonos a La Escritura discerniendo la intención por la cuál el Señor nos dejó escritas estas historia. Al leer la Biblia de esta manera vamos a anclarnos de una manera más precisa al conocimiento de la voluntad de Dios.
Dice claramente 2 Pedro 1:19 “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; v:20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, v:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. El apóstol Pedro nos instó a estar atentos a la profecía (que es algo de carácter subjetivo), toda vez y cuando ésta no sea de interpretación privada, sino esté amarrada a La Escritura (lo cual vendría a ser lo objetivo).
EN LA LECTURA BÍBLICA ANAGÓGICA PODEMOS ENTABLAR UNA RELACIÓN OBJETIVA CON DIOS A LO LARGO DEL DÍA.
El Señor no quiere que sólo oremos contemplativamente, ni tampoco sólo que leamos la Biblia anagógicamente, Él desea que toda esa experiencia mística y subjetiva, la podamos transferir y convertir en experiencia a lo largo de nuestra jornada diaria. Esto no se refiere a convertirnos en místicos religiosos. Hay muchos creyentes que parecen “loros”, hasta se desconectan de la realidad mientras memorizan o repiten vez tras vez algunos versos de la Biblia. No se trata de andar repitiendo o memorizando la Biblia todo el día, más bien debemos procurar que lo que vivimos en la Oración Contemplativa, y la Lectura Bíblica Anagógica, se extiendan y se conviertan en la experiencia de nuestro diario vivir.
La Lectura Bíblica Anagógica nos puede ayudar a alcanzar una vida contemplativa de una manera más rápida y efectiva. Esto lo podemos lograr manteniendo fresca y a la mano la palabra que Dios nos ilumina mientras leemos la Biblia anagógicamente. Hace unos días el Señor me dijo algo a mi corazón: “¿Ya te diste cuenta que Yo comparo la palabra con el maná?”. Esas palabras me hicieron recordar lo referente al maná, y me di cuenta que esto es una figura tremenda para entender que Dios nos quiere dar día a día una palabra. El maná les caía a diario a los hijos de Israel; esto nos muestra que Dios quiere darnos una palabra cada día, hoy recibimos algo, y mañana seguro que Dios nos dará algo más. Ahora bien, el Señor me aclaró algo que yo no había considerado antes, y es el hecho de que el maná caía a diario, pero sólo una vez al día, luego los hijos de Israel lo recogían y lo procesaban como bien quisieran. El maná tenía la virtud de que no se arruinaba durante el día, perfectamente lo podían comer aun en la noche, pero sólo caía una vez al día. Esto nos muestra que Dios nos quiere dar Su palabra en las primeras horas del día, pero que tal experiencia en la palabra la debemos hacer extensiva durante todo el día, aun hasta en las horas de la noche.
Retener la palabra del Señor todo el día no es sinónimo de memorizarnos un verso y andarlo repitiendo a cada momento; de hecho, no es malo memorizarnos versos de la Biblia, sólo que eso no es leer la Biblia anagógicamente. La Lectura Bíblica Anagógica consiste en procesar el maná de hoy, y darle diferentes sabores para que se nos vuelva algo deleitoso durante el día. Las mujeres más experimentadas en Israel seguramente hacían deliciosos bocadillos con el maná, otras tal vez sólo lo servían directo al plato, pero de cualquier modo el maná era nutritivo. En esto consiste de manera práctica la Lectura Bíblica Anagógica, en que nosotros retengamos las palabras que Dios nos ilumina mientras leemos, luego las escribimos de manera breve, y durante el día las podemos estudiar, leer, y escudriñar hasta que le hayamos sacado todo el provecho para nuestro desarrollo espiritual.
Será muy beneficioso tener nuestro tiempo de Lectura Bíblica Anagógica en las mañanas, en las horas frescas, y durante el día seguirlas rumiando hasta tener claro el mensaje que el Señor quiso darnos. Al final del día nos daremos cuenta que tendremos sustento para nosotros, para edificar al Cuerpo de Cristo, y algunas cosas que el Señor nos hable en ese tiempo pueda que hasta tengamos que convertirlas en un estudio minucioso.
EN LA LECTURA BÍBLICA ANAGÓGICA SE ACRECIENTA EN NOSOTROS EL AMOR POR LA PALABRA.
Si en algo le ganamos el corazón al Señor es cuando mostramos amor por Su palabra. No nos engañemos a nosotros mismos, Dios no puede ser burlado; a veces le decimos al Señor que le amamos cuando cantamos, o cuando danzamos, o cuando recibimos alguna bendición económica, o un milagro, y en verdad Dios nos oye; el punto es que Él también es práctico y objetivo, y Él nos mide en base a Su Palabra. Dice Juan 14:23 “…El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. v:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”. Este pasaje es claro, somos aprobados o reprobados en base a Su Palabra.
LA LECTURA BÍBLICA ANAGÓGICA NOS DESCENTRALIZA DE NOSOTROS MISMOS.
Hay una razón por la cuál el Señor nos mide en base a Su Palabra, y es el hecho de que ésta nos descentraliza de nosotros mismos. En nuestro tiempo de Lectura Bíblica Anagógica podemos hacer uso de nuestras facultades mentales, pero La Escritura no siempre nos deja margen para pensar en nosotros, sino que ella da testimonio de Cristo Jesús como el centro del Plan de Dios. La Biblia nos propone a nosotros como siervos, como gente que le sirve a Dios, lo que en ella está escrito anula toda posibilidad de grandeza que quiera surgir en nosotros. Por supuesto, hay pasajes que nos dicen que somos la esposa de Cristo, sólo que también nos dice que Cristo es la Cabeza de ese Cuerpo. El mensaje es claro, ella quiere exaltar únicamente al Dios Triuno, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Si algo nos descentraliza de nosotros mismos es La Escritura, ella es objetiva para desbaratar nuestros programas emocionales. Cuando leemos la Biblia, lo que leemos es que debemos dar nuestras finanzas para el Reino de Dios, nos dice que debemos considerar superiores a nuestros hermanos, nos insta a que amemos a nuestros enemigos, en fin, su mensaje anula nuestro “yo”. La Escritura nos lleva a perdernos en la persona de Jesús; entre menos mire el Padre de nosotros es porque estamos más cerca del Señor, y si por el contrario, el Padre ve mucho en escena nuestro “yo” es porque no lo estamos amando a Él ni a Su Palabra. Dice Colosenses 3:3 “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. v:4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Dios no quiere vernos a nosotros, Él sólo quiere ver al Hijo, es por eso que nuestra vida debe ser escondida en la de Él. La Lectura Bíblica Anagógica nos servirá para alcanzar ese nivel de Vida, día a día tendremos una palabra que va a hacer menguar nuestro “yo”, y en esa medida Cristo se manifestará en nosotros.
Apóstol Marvin Véliz
Es grande el testimonio que el señor nos ha dejado y legado para que vivíamos mediocremente a expensas de las noticias que el mundo nos provee como dijo alguien por el CNN, y no atendemos a la palabra del señor de una manera diaria ,ese ejemplo del mana que tu dabas me recordaba que es un alimento y me aclaraba mucho de lo que debe. De ser nuestra nutrición espiritual del día a día, como podríamos tomar la palabra con otra óptica de como se nos mal enseño? Si el señor mismo expreso en Juan 14.20’21 El que conoce mis mandamientos y los guarda es el que me ama. Y mi padre amará al que me ama a mí, yo también lo amaré y me mostraré a él. Dos pruebas contundentes una que conozcamos su palabra nos asegura que le amemos y el accesar a esa preciosa esfera de los celestiales donde tanto el Padre nos amara , así como el hijo nos amara y no solo eso, se manifestará a nosotros, es una revelacion tan grande y perfecta en la dimensión de lo corporativo y orgánico de Dios. Eso nos hace estar en lugares celestiales junta mente con lo divino , aun en nuestra condicion humana nos hacen trascender de lo mortal a lo inmortal. Y que de este pasaje de Romanos 8.17 Y si Hijos tambien herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo...¨otravez nos muestran como en el plan eterno de Dios y su administración . Yo me quede helado y vlvi en mi mismo a retomar esta profunda realidad por medio de la lectura anagogica, y animo y no solo esto insto y exhorto a todo el pueblo del señor ,todos los que han creído en Cristo Jesus a tomar este tema y repasarlo en sus reuniones con los hermanos y compartir d esta vida que el señor nos provee por medio de su palabra.
ResponderEliminara apunto a lo que dice el hermano Walter al final, repasemos esto, pero especialmente pongamos por obra lo que hemos aprendido y aunque con muchas deficiencias hagámoslo y veremos como poco a poco el señor ira haciendo su obra en nosotros aunque sea silenciosamente para nuestros sentidos. amen.
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