CUANDO HABLAMOS DE LOS ORÍGENES DE LA IGLESIA, HABLAMOS DE LA PERSONA MISMA DEL SEÑOR JESÚS.
La mayoría de personas cuando piensan en una Iglesia, no dejan de enfocar al hombre que está al frente de un grupo “X”. Obviamente, hay hombres que tienen dones muy tremendos, y fundan iglesias basados en su don. Pero debemos preguntarnos: ¿Deber ser el fundamento de la Iglesia el don de una persona?. Yo quiero retarlos a que olviden por un momento todo lo que saben sobre la Iglesia evangélica, y/o de cualquier otra denominación, y en lugar de ello dejemos que la Biblia nos enseñe.
Para tener un parámetro certero de lo que es la Iglesia, nos es necesario regresar a sus inicios, son ya casi veinte siglos de historia desde que el Cuerpo de Cristo surgió en Jerusalén después de la ascensión de nuestro Señor Jesús. La Iglesia empezó bien, en sus inicios fue lo que Dios quería, pero en algún momento de la historia empezó a degradarse, los hombres la manipularon, cambiaron su naturaleza orgánica y la convirtieron en un sin número de organizaciones religiosas. Si hacemos un viaje de retorno en el tiempo a los orígenes de la Iglesia, inevitablemente nos daremos cuenta que se originó en una persona: Nuestro Señor Jesús. El origen de la Iglesia es Cristo, la Iglesia no se trata de una organización religiosa, se trata de una persona. La Iglesia surgió en el Nuevo Pacto, y el Nuevo Pacto surgió cuando Dios se hizo carne, cuando Él nació en Belén. Dice Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…” Etimológicamente pudiéramos traducir este verso de la siguiente manera: “Y Aquel Verbo fue hecho carne, y tabernaculizó entre nosotros…” quiere decir que Cristo vino a ser el nuevo tabernáculo de Dios, ya no más un Templo físico, sino que Dios hizo de Cristo, Su casa. En una ocasión los judíos le dijeron al Señor: “¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo”. (Juan 2:18–21). El Señor Jesús nos enseñó que debíamos cambiar nuestra manera de pensar, nos dijo claramente que Dios ya no buscaba más templos físicos, sino que en el Nuevo Pacto Él era el Templo. En este tiempo hemos abandonado ésta enseñanza del Señor, estamos nuevamente como los judíos, creyendo que el Templo de Dios es un edificio físico.
Hoy en día la mayoría cree que la Iglesia es la institución religiosa a la que pertenecen, pero eso no es la Iglesia; si retrocediéramos 500 años quizás pensaríamos que los “Luteranos” son la verdadera Iglesia, pero tampoco ese movimiento fue la Iglesia; y si fuéramos mil quinientos años atrás probablemente creyéramos que la Iglesia Católica es la Iglesia, pero tampoco a eso le podemos llamar la Iglesia. Al ver la Iglesia en la historia nos desviamos de lo que ella es en esencia, sólo yendo al origen entendemos realmente que la Iglesia no se trata de una organización, sino de una persona.
La verdadera Iglesia es Cristo mismo, hay una unión indivisible entre ellos que no se puede romper. El Señor Jesucristo se amalgamó a la Iglesia eternamente. En la última cena que el Señor tuvo con sus discípulos, "mientras comían, tomó el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mateo 26:26–28). El apóstol Pablo explica claramente este pasaje en 1 Corintios 10:16 “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? v:17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan”. El Cuerpo de Cristo somos nosotros los creyentes, la Iglesia. ¿Podemos separar a Cristo de Su Cuerpo mismo? ¡Imposible! Podemos concluir sensatamente, usando La Escritura, que la Iglesia es la persona misma de Jesús.
Ciertamente el Señor Jesús ascendió a los cielos, pero también cumplió Su promesa que habría de venir como Espíritu vivificante. Él les dijo a los discípulos: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré” (Juan 16:7). Al creer en Cristo, Su Espíritu entra en nosotros, y por lo tanto, nos hace participantes de Su naturaleza. Antes de ir a la cruz, el Señor sólo tenía un cuerpo “individual”, pero cuando Él ascendió tuvo el poder de volver a descender a la tierra como el Espíritu vivificante, y tomar en sí mismo a todos los que creyeran en Él, en otras palabras, Cristo se hizo de todos los creyentes un Cuerpo múltiple.
El apóstol Pablo nos enseña abundantemente en sus cartas que somos el Cuerpo de Cristo; según palabras de él mismo, “la Iglesia es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. (Efesios 1:23). Cristo lo llena todo, ¡sí! porque en el cielo está como un hombre con un cuerpo glorificado que está sentado a la diestra del Padre, pero también ese Cristo está en la tierra en Su Cuerpo múltiple conformado por todos aquellos que creen en Él. No podemos ser livianos a la hora de definir qué es la Iglesia; No podemos decir con simpleza que la Iglesia es el local donde nos reunimos, así sea lo más lujoso que haya en el mundo. Tampoco podemos decir que la Iglesia es un movimiento religioso inventado por hombres. Por muy santos, y por muy buenas intenciones que tengan los hombres, no tienen derecho de usurpar la Iglesia bajo un “nombre X”. No podemos hacer uso del Cuerpo de Cristo y convertirlo en conceptos humanos. La Iglesia no es de los hombres, la Iglesia es de Cristo; a Él le plugo habitar en los hombres para consolidar por medio del Espíritu Santo Su Cuerpo múltiple aquí en la tierra.
Permítame resumir todo lo dicho anteriormente en el siguiente pensamiento: “La Iglesia es la extensión y expresión de Cristo en la tierra por medio de los creyentes que Él ha engendrado por Su Espíritu. Cuando los santos están en unidad en el Nombre del Señor pueden vivir la Vida de Iglesia en cada comunidad, y expresar a Cristo mismo”.
Apóstol Marvin Véliz
En la Carta a los Efesios (5, 22-33), el apostol Pablo habla del matrimonio el cual formaran una unión orgánica. Esto puede hallar su fundamento en el texto del Génesis donde se habla de "una sola carne" (Gén 2, 24) cabeza-cuerpo, marido-mujer, a fin de ilustrar con claridad la naturaleza de la unión entre Cristo y la Iglesia.
ResponderEliminarAsí, pues, el apostol pablo, autor de la Carta a los Efesios habla del amor de Cristo a la Iglesia, explicando el modo en que se expresa ese amor. El amor de Cristo a la Iglesia tiene como finalidad esencialmente su santificación: "Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella... para santificarla" (Ef 5, 25-26).
Asi como dice este tema El se amalgamó con la iglesia, y ahora somos su representacion aqui en la tierra.
Y cuanta necesidad hay de que lo expresemos ya que hay multitudes que no conocen esta bendita revelacion y nuestra responsabilidad es dejarnos Utilizar .
Nosotros mismos estabamos engañados en el mundo evangelico y por misericordia ahora tenemos en nuestras manos dar a conocer la buenas nuevas.
todo el a.t. es util para aplicarlo y ver figuras que nos pueden ilustrar las verdades del señor como lo que usted menciona en génesis.
EliminarAmén hermano, el señor es tan misericordioso que nos ha removido la venda de la religiosidad y nos ha traído a la dimensión de su amor y gloria por medio de su cuerpo.
ResponderEliminaren verdad es que dice si es cierto, solo cuando se caen vendas de religión en nuestro corazón, podemos ver el misterio de cristo y solo asi podemos avanzar en cuanto al plan De Dios. amen.
EliminarQue hermosa esta palabra y como cada uno de nosotros ya se nos avia sido revelado, que la iglesia no se centra en un templo, o en una persona que sea encargado, sino el fundamento de la iglesia es la persona misma de Cristo jesus, y hoy se no los vuelven a recordar, porque muchas veces nos cuesta dejar aun lado lo que nos ensenaron, pero ahora podemos entender que Dios es la iglesia y somos uno solo, somos un cuerpo organico, eso es lo que el Senor desea que entendamos.SALOMON
ResponderEliminaramen mi amado asi es, gracias por el comentario.
EliminarQue al leer esta palabra se nos pueda quitar la venda de religiosidad y poder ver a la iglesia como a Cristo mismo no como un templo ni tampoco como el lugar donde nos reunimos. Benjamin
ResponderEliminarasi es, que en verdad se nos caigan la vendas, vendas que nos desvían del propósito del señor para los suyos.
EliminarLa iglesia en su origen, inicio bien pero en un momento empezó a degradarse, empezaron a convertir la iglesia en conceptos, pero el señor mostró que el templo la iglesia no sería más algo físico era él mismo ahora quien se dispensaria en cada uno, se tabernaculizaria después de su muerte, por eso entendemos ahora porque el señor le dijo a sus discípulos a ustedes les conviene que me vaya porque después de su muerte ya no sólo verían a ese cristo sanador, ese cristo de milagros si no que hoy tendrían en ellos a ese cristo ya no individual si no al corporativo al cristo dispensado en cada uno, la vida de cristo fluyendo en estos mortales, ahora cada vez que hablamos de cristo lo expresamos a él a su persona misma, pablo decía les ruego que guarden el vínculo de la paz una fe, un bautismo, etc.Que era esto las características de cristo y esto es lo que tenemos que guardar como su cuerpo su origen, su vida, comprendernos y transmitir el don más excelente el amor, siempre cuidando la unidad del espíritu, la paz, comprender que el cuerpo fue el placer de Dios, su plenitud…no podemos ser vencedores si nunca aprendimos a vivir en la unidad del espíritu con nuestros hermanos.
ResponderEliminarReunión de día sábado iglesia de cristo en ateos.