NO SE EDIFICA UNA CASA SOBRE OTRA CASA.
Dice Lucas 11:17 “Pero conociendo El sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y una casa dividida contra sí misma, se derrumba. v:18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá en pie su reino? Porque vosotros decís que yo echo fuera demonios por Beelzebú”.
Acá el Señor dijo un principio tremendo, “una casa dividida contra sí misma, se derrumba”. En este verso el Señor usa la palabra “casa” que en griegos es “oikos”. Es muy curioso que la palabra “oikos” aparece dos veces en la frase “una casa dividida contra sí misma”, pero es imposible distinguirlo en nuestras versiones, solamente viéndolo en el original. Para los traductores de las Biblias más reconocidas fue difícil conservar el sentido literal de esta frase, por lo que optaron por interpretarla. Pero hay una Biblia que traduce esta frase de la siguiente manera: “…y cae casa sobre casa”. Con esta traducción podemos entender que el Señor quiso decirnos que si alguien no prepara bien una casa para poder levantar otra encima (a manera de una doble planta), lo que pasará es que “caerá una casa sobre otra casa”. Si alguien construye una casa con miras a edificar algo más encima de ella, debe poner un buen fundamento, si no todo se derrumbará. El mensaje que el Señor Jesús nos deja con este ejemplo es que la Iglesia se va a derrumbar si antes no quitamos la iglesia que han edificado los hombres a lo largo de la historia. Antes de edificar la Iglesia de Cristo, debemos quitar y derrumbar la iglesia institucional, de lo contrario, nos quedaremos sin lo uno y sin lo otro.
El Señor nos está llamando en este tiempo a salir de la Iglesia institucional, de hecho, las estadísticas nos dicen que hay una deserción masiva de las filas de la Iglesia Evangélica. El desencanto que las personas tienen de las denominaciones es obvio, y por ello muchos están desertando. Algunos de los creyentes están tomando el camino errado de irse al mundo y abandonar su fe; otros, no menos afortunados están optando por la idea de hacer su propia Iglesia, o hacer la iglesia con su familia, o aquello que bien les parezca. Tanto unos como otros están equivocados. Los del segundo grupo, aquellos que no quieren abandonar su fe pero están cansados de la Iglesia institucional, todavía tienen el ánimo de optar por una manera distinta de Iglesia. La mayoría de personas de este segundo grupo cometen el error de edificar una casa nueva sobre la casa vieja, pero tarde o temprano todo se les va a derrumbar, y terminarán abandonando su fe como los del primer grupo
La única manera de edificar la verdadera Iglesia es quitar en primer lugar la casa vieja, y basados en la “oikonomia” de Dios, edificar Su casa según Su voluntad. El significado etimológico de la palabra “Oikonomia” es: “administración o leyes para una casa”. Una de las raíces griegas que componen esta palabra es “oikos”, la misma que el Señor usó en el pasaje de Lucas 11:17. La palabra Oikonomia no aparece muchas veces en la Biblia, pero sí aparece suficientes veces para que entendamos cuán importante es edificar la Iglesia en base a ella. Dice Efesios 1:9 “dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, v:10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”. La palabra “dispensación” en el griego es “oikonomia”. En este verso encontramos que el centro del propósito de Dios es “Reunir todas las cosas en Cristo”. Al leer los primeros versos de Efesios, el apóstol Pablo nos revela el deseo eterno de Dios, nos muestra cuál es la voluntad divina, y cómo hay una oikonomia ya dispuesta para desarrollarlo todo a plenitud hasta el día de Jesucristo.
Dice Efesios 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Lo que Pablo está hablando en este capítulo de Efesios tiene que ver con la voluntad eterna de Dios, tiene que ver con lo que Dios se propuso en sí mismo antes que existiera todo lo creado. A causa de que hay un Plan Eterno de tal magnitud, no debemos convertir la Iglesia en nuestro antojo y gana. Ningún hombre, por muy buena intención que tenga puede manosear el Plan Eterno de Dios. Si alguien quiere edificar la Iglesia del Señor debe hacerlo acorde a su oikonomia. Luego dice Efesios 1:5 “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. El “puro afecto de su voluntad”, o “el beneplácito de Su voluntad” (como lo traducen algunas Biblias”) en palabras nuestras es hablar de “lo que nos da la gana”; dicho de otra manera, la Iglesia debemos edificarla según el deseo y la gana de Dios, según lo que Él quiso desde antes de la fundación del mundo.
Lo que comenzó a manera de un “deseo” divino, luego se convirtió en “la voluntad de Dios”. El diablo pensó que iba poder echar a la basura el deseo de Dios, y aunque él hizo caer al hombre, Dios dijo: “Si el hombre cayó en pecado, yo lo voy a perdonar, lo voy a restaurar, y voy a hacer todo lo que sea necesario con tal de cumplir mi voluntad”. ¡Aleluya! De esa manera fue que Cristo dispuso venir a este mundo en carne, porque Él quería cumplir la voluntad del Padre.
Según el apóstol Pablo la buena oikonomia es “reunir todas las cosas en Cristo”. La buena oikonomia es que nosotros nos olvidemos de darle culto a los hombres, y nos dediquemos a darle cumplimiento al deseo de Dios. La buena oikonomia es aquella que se echa a andar, aún así no sea del agrado de los hombres; la Iglesia no es para darle gusto a los hombres, sino a Dios. La Iglesia no es para llegar a hacer puntos especiales, ni es para que nos aplaudan por lo que hacemos; en la Iglesia el centro de todo debe ser Cristo. Lo que hablemos en la Iglesia debe ser Cristo, si servimos en algo debemos hacerlo para Él, en fin, que todo sea Él y para Él.
Que no nos dé temor tirar la “casa vieja”, salgamos de las estructuras denominacionales, derribemos todo lo que nos enseñó la Iglesia Evangélica que no es conforme a la oikonomia de Dios, sólo así podremos echar un buen fundamento. Dice Efesios 2:20 “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, v:21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; v:22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.
A aquellos hermanos que están cansados de las denominaciones, a ustedes me dirijo en especial. No sólo se trata de salir de las denominaciones y que hagan algo “diferente” según su parecer. Lo que deben hacer es salir de la iglesia institucional, pero poner un fundamento sólido, el fundamento que pusieron los apóstoles: Cristo. Hay una oikonomia ya establecida, no podemos edificar la casa de Dios según nuestro parecer, sino debemos apegarnos al Plan que Él trazó desde antes de la fundación del mundo.
En una ocasión el Señor dijo: “…Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada” (Mateo 15:13). Qué bueno si usted es de los que ya se desencantaron de la Iglesia denominacional, porque todo lo que no es de Dios será desarraigado. Ahora bien, si usted aún no ha salido de las denominaciones, pídale a Dios que le ayude a dejarlas, pídale a Dios que le ayude a derribar esos fundamentos humanos con los que usted ha edificado la iglesia, porque las iglesias denominacionales son el resultado del gusto, y el deseo de un hombre, no necesariamente reflejan la voluntad del Padre.
Apóstol Marvin Véliz
Defender nuestros argumentos pudiera ser hasta correcto, porque? porque las instituciones se encargan de adoctrinar , reclutar y hacer gente defensoras de sus creencias y no así de su FE, porque porque esta es abstracta al final es un don de Dios, al final no se trata de saber quien tiene la razón sino mas bien lo que Dios desea y cual es su plan. por eso el pasaje que nos muestras refleja una gran Luz ya que los religiosos acusaron directamente a Cristo de estar a favor de las tinieblas, porque su religiosidad no permitía que vieran sino que jugaran. SI hay una necesidad, botar , desechar el viejo andamiaje y evidenciar lo que es de los hombres.
ResponderEliminarAhora bien que hacemos con pasajes como el capitulo 12 de romanos , el capitulo 12 de I Corintios, en donde claramente la casa del señor su tabernáculo ahora es orgánico y compuesto de muchos miembros, porque nos cuesta creer que el anhelo de Dios es reunir todas las cosas en Cristo, quien es EL en si mismo Todo¡ y la cabeza y a su vez en naturaleza nosotros mismos? Cual es la invitación, sigue siendo en principio una verdad , no podemos dar el lujo de dividirnos, sino como dice 1 corintios 12.13 ,Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo ya judíos o griegos, ya esclavos o libres y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu....por lo tanto, porque nos dedicamos los hombres a poner esas barreras a la manera de las fronteras entre países , dividiéndonos y poniendo como fundamento la doctrina, que aunque la queramos amparar con la palabra ,no son mas que ideas humanas y lo que mas nos debe hacer reflexionar, es si lo que defendemos viene de esas instituciones, la pregunta deberá ser a donde fuiste formado, pues el molde de esa institución reflejaras. Salir de las instituciones es a la manera de dos pescadores llamados a ser apóstoles que provenían de la casa de Zebedeo , que quiere decir, entre sus significados dotado , dado por Dios en incluso , aquel que sirve a Dios, de esa casa , de esa barca y de esa seguridad de la cual los hijos del trueno se podían Jactar para evadir el llamado de Cristo, pero NO dejaron la Barca, dejaron sus redes, dejaron a su padre y se entregaron a la Vida suprema , esos dos apostoles Juan y Jacobo nos brindan evangelio, espitolas que hablan de la naturaleza divina , y amor de Dios para con toda la humanidad, y Santiago correije a los judios que intentaron meter el judaismo en la Iglesia del Señor, Juan el apostol amado a quien se le fue revelado el Apocalupsis, y la revelacion de las 7 iglesias locales y la revelacion de la persona de Jesucristo. si ellos hubieran escogido continuar con Zebedeo no hubiesen visto como el Cristo glorioso los llamo en medio de los gentiles (Galilea) y los llevo a diferentes regiones afuera del mundo Judio religioso , como Decapolis, Siria, e incluso Jerusalen mismo la cuna de la religión Judía. que Gloria la de estos hombres que al igual a Pedro y Andres aceptaron el llamado de DIos (ver Mateo capitulo 4).
Que quieres hacer, quieres tu casa de Zebedeo, o quieres la Vida, la oikonomia de reunir todas las cosas en Cristo Jesús. Amen.
amen, gracias hermano por tus palabras.
EliminarAmen cuan precioso es que lla pdemos quitarnos las csdenas dereligion y seguir la oikonomia de Dios.
ResponderEliminarY saber la diferensia entre el mundo y la libertad que nos da Dios
Ya que es nesesario que sepamos el valanse para que podamos edificar otra casa.
la oikonomia de Dios es la revelación del todo el nuevo testamento, el cual explica la manera en la que los creyentes debemos vivir como hijos y como iglesia.
EliminarHermanos agamos vida esta palabra en cada uno de nosotros y permitamosle al Señor que arranque esos fundamentos humanos denominacionales que nos impiden a ser la voluntad de Dios y que de ahora en adelante el fundamento de la iglesia no sea lo que nosotros que desiemos sino lo lo que el desea y eso lo lograremos estando en la oikonomia de Dios.Amen
ResponderEliminarquitar los fundamentos de Religion va de la mano a edificar conforme a la oikonomia de Dios.
EliminarQue al leer esta palabra podamos hacer la voluntad de el Señor y no la de los hombres porque muchas veces la religion hace que edifiquemos la iglesia como el hombre quiere y eso no es asi, que podamos derrumbar esa edificacion hecha por hombres y podamos edificar la iglesia de el Señor conforme a su oikonomia porque ese es su plan eterno. Benjamin
ResponderEliminarcada uno de los que estamos recibiendo esta revelación debemos de contribuir aportando lo que el señor nos da para la edificación de nuestros hermanos.
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