LA PERSONIFICACIÓN DEL EVANGELIO: EL MENSAJE CENTRAL DE LOS APOSTOLES
La gran diferencia entre nuestro Evangelio hoy en día y el que tuvieron los apóstoles es, que nosotros lo conceptualizamos, mientras que ellos lo personificaron. Ellos predicaban y enseñaban con la vivencia de un Cristo resucitado, que estaba con ellos siempre. Para los apóstoles Cristo no fue una percepción de sensaciones, o un cúmulo de conocimiento, sino una persona con la cual podían compartir todo el tiempo. El Evangelio apostólico se perdió a lo largo de la historia porque los hombres lo cambiaron, lo conceptualizaron. El Evangelio no consiste en doctrinas las cuáles se aprenden y se entienden con la mente, el Evangelio consiste en conocer al Señor, y para ello hay que estar con Él todo el tiempo. El Señor quiere ser nuestro vivir, nuestra experiencia, nuestra noticia, no un concepto que podamos aprender ú olvidar.
La experiencia de la personificación del Evangelio es cómo el hecho de casarse; nadie considera estar casado sólo por haber firmado un documento, sino por convivir con la pareja. La convivencia del día a día es lo que le da realidad al matrimonio; lo mismo es en el Evangelio, lo que cuenta es estar en comunión constante con el Señor. Los apóstoles jamás cambiaron Su Evangelio, ellos empezaron caminando con el Señor durante tres años y medio, y después de haber resucitado, durante cuarenta días entendieron la nueva dimensión en la que podían tener comunión con Él. Para los apóstoles nunca cambió la experiencia de estar en comunión con el Señor, sólo entendieron que debían hallarle en otra esfera porque Él se hizo Invisible, pues, vino a habitar en un cuerpo celestial.
Desde hace años yo tomé la decisión de orar y leer la Biblia como que estuviera teniendo una conversación con el Señor, creyendo que Él estaba conmigo. Al principio creí que era una idea mía, sin embargo, a estas alturas que tengo el conocimiento amalgamado con la experiencia, me doy cuenta que el Señor es una persona. No estoy exagerando al decir esto, más bien lo confirmo, el Señor es una persona.
Los beneficios que obtendremos de tener un Evangelio personificado, en primer lugar, es que no nos vamos a sentir solos. En realidad aun hasta estando casados hay muchos momentos en los que vivimos en soledad; pero el Señor quiere que experimentemos que Él está en nosotros y con nosotros. El Evangelio conceptualizado nos invita a leer la Biblia con el fin de entenderla o memorizarla; cuando oramos igualmente tratamos de ser elocuentes y profundos en el pensamiento, cuando deberíamos hacer estas cosas con tal naturalidad creyendo que el Señor está con nosotros.
Entender la personificación del Evangelio es perseverar en la doctrina de los apóstoles, esto fue el meollo de la enseñanza apostólica. Esta era la razón por la cual el Señor se les presentó con pruebas indubitables de Su resurrección, para que ellos predicaran con certeza que Cristo no se había dejado de existir. Los apóstoles predicaron cómo el Señor se les apareció ya resucitado y que ese mismo Cristo no se fue, sino que regresó a nosotros y está con nosotros, pero es Invisible. Cristo no es una fuerza, no es una virtud divina, no es una unción, es una persona que habita en un cuerpo celeste.
En lo personal nunca he visto al Señor, pero tampoco tengo la curiosidad de verlo, la razón es que para mí, Él es tan real, que sé que es Invisible. En cuanto a las doctrinas tenemos que reconocer que siempre seremos imperfectos, por lo tanto, no podemos ponerlas como la base de nuestro Evangelio; ahora bien, tener tal convicción de un Evangelio personificado sí debe ser el fundamento de nuestra fe. Si nos ocupamos de volver a esta parte primigenia del Evangelio, las demás cosas doctrinales irán cayendo por su propio peso. Prueba de esto es que en los primeros años del Evangelio, los mismos apóstoles no tenían la total revelación de que el Nuevo Pacto era tanto para judíos como para gentiles, ellos se tardaron mucho tiempo para darse cuenta de esta doctrina inclusiva, pero recibieron la luz gradualmente.
Si vivimos tal realidad de estar en comunión con el Cristo Invisible, tendremos un Evangelio completo, aunque nos falte luz en muchas doctrinas. Para confirmar este pensamiento leamos los dos versos siguientes:
1 Corintios 13:12 “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”.
2 Timoteo 3:7 “Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad”.
Al parecer ambos pasajes se contradicen, pero lo que quiso decirnos el apóstol Pablo es que en mucho sólo conocemos una parte (esto se refiere a todo lo doctrinal), pero hay una forma de llegar al pleno conocimiento de la verdad, y según Pablo esto es la personificación del Evangelio. Hoy por hoy nadie conoce toda la doctrina, pero sí podemos llegar al pleno conocimiento de la “verdad”, bajo el sentido de conocer la “realidad de la persona de Jesús”.
Hay varias facetas de conocer al Señor, debemos tener tal conciencia que Él es un ser que habita en nosotros y que está con nosotros tanto individual como corporativamente.
Dice 1 Juan 1:1 “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida v:2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); v:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos”.
Si el mensaje de los apóstoles estaba basado en ver a Cristo, ¿cómo podemos tener autorización nosotros para predicarlo? Juan decía que ellos predicaban a Cristo, y que éste fue un hombre al que ellos vieron, tocaron y oyeron durante tres años y medio. La única manera para que nosotros podamos predicar a Cristo es que tengamos la misma experiencia que los apóstoles, el problema es que nosotros no lo hemos visto, ni lo hemos tocado, ni le hemos escuchado físicamente. Los doce apóstoles fueron los únicos que tuvieron la experiencia de haber vivido con el Señor mientras Él habitó en carne, y el tiempo en que Él resucitó y se les apareció vivo después de la resurrección; ni siquiera el apóstol Pablo llegó a esta experiencia. Yo tampoco llegaré al nivel de experiencia que tuvieron los doce apóstoles, pero sí puedo predicar al Cristo invisible que ellos predicaron. En realidad ellos nunca cambiaron su percepción de Cristo como persona, solamente descubrieron la nueva dimensión en la que Él estaba con ellos. Tampoco el Señor cambió con ellos, Él no los abandonó, solamente se hizo Invisible. Si la personificación del Evangelio no es el mensaje central y la experiencia continua de un apóstol, estará predicando cualquier otra cosa, menos a Cristo Jesús.
Apóstol Marvin Véliz
Esa es la realidad, hermano Marvin, son muchos los que predican cualquier cosa menos a Cristo, es un gozo poder aprender y recibir la gracia que fluye a través del ministerio que Nuestro Padre a colocado sobre su vida, para edificarnos. Nuestra relación con Cristo nuestro Sol de justica es tan vital como la relación de la tierra con el sol, es por nuestra relación que aprendemos a respetarlo, a depender de él, y a vivir por él. Nosotros no podemos aprender ciertos hechos acerca de Dios y luego caminar con El. Eso no es una relación! así es como multitudes hemos pensado, pensamos que porque tenemos nuestras doctrinas en la cabeza, que porque observamos algunas ordenanzas o hacemos ciertas obras suponemos que eso es una RELACION, pero no lo es!! Porque en primer lugar hay que COMUNICARSE para RELACIONARSE, y creo que aquí entra la oración, la oración es comunicación y comunión con Dios, La clave es lo que usted decía : ESTAR EN COMUNION CONSTANTE CON EL SEÑOR!! Estamos siendo salvados, cambiados, madurados y transformados por COMUNION no por conocimiento, leyes u observancias. Nuestro Padre no esta interesado en que aprendamos toda la doctrina correcta, esa es la letra, no es tan importante conocer la doctrina correcta como sí tener el espíritu correcto, es mucho mas importante tener el espíritu correcto que tener las doctrinas correctas. Y lo que acabo de decir se que el 99 por ciento de los que leen este blog me entenderán lo que trato de decir y disciernen más allá de mis palabras, porque no estoy diciendo que la doctrina sea algo sin valor, porque en ultima instancia son las falsas doctrinas de hombres las que han divido al cuerpo de Cristo, y son de esas falsas doctrinas del MISTERIO BABILONIA de las cuales estamos siendo purgados y liberados por la PRESENCIA Y LUZ de la ESTRELLA DE la MAÑANA que está naciendo en nuestros corazones!! Aleluuyaa!!!
ResponderEliminarConozco personas que han aprendido teología, que tienen una comprensión asombrosa de muchas doctrinas y que tienen una articulación magistral PERO sus vidas están llenas de muerte, su caminar esta vacío de vida, alegría y sabiduría, y estando frente a ellos no tienen la capacidad de bendecirnos, animarnos, fortalecernos, lo que sí pueden hacer es hablar doctrinas, citar capítulos para demostrarlas, bajarlo el pellejo a fulano a perencejo, hablar de tal ministro o de tal apóstol o tal denominación ETC. Y desde lo más profundo de nuestros espíritus podemos expresarle COMO UNA ORACION a NUESTRO PADRE : “ NOSOTROS NO QUEREMOS SER ESE TIPO DE PERSONAS PAPÁ !!!, PERDONANOS POR HABERNOS COMPORTADO ALGUNA VEZ DE ESA MANERA!!!
Si nosotros estamos frente a nuestros hermanos, lo que queremos es edificarlos, levantarlos, bendecirlos, impartirles vida, ayudarlos a crecer y desarrollarse. Y porque queremos esto? Porque eso hizo nuestro PADRE con nosotros aun cuando creíamos muchas cosas incorrectas. Muchas de las doctrinas que hemos aprendido pueden o no ser verdaderas e independientemente de lo q nosotros creamos sobre ellas, he descubierto que nuestro Padre no está tan preocupado por ellas como lo estamos nosotros. De hecho, cuando el Señor se acerca a visitarnos y tocarnos y a moverse en nuestras vidas, Él no presta ninguna atención en absoluto a lo que creemos acerca de la Deidad, el bautismo en agua, los nombres sagrados, los días de reposo y agréguele a estas las que se le puedan venir a la mente, pero mas importante que cualquier cosa es tener comunión, relación con LA PRESENCIA DE NUESTRO Señor en nosotros , el alimento para los hijos de Dios es el PAN VIVO y si comemos de el nunca moriremos y la bebida de los hijos de Dios es el AGUA VIVA y si bebemos de ella nunca tendremos sed.