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Mostrando entradas de febrero, 2019

LA TAREA DE REORDENAR LA VERDAD DEL SEÑOR

LA TAREA DE REORDENAR LA VERDAD DEL SEÑOR.  Reconozco que el ministerio que el Señor me ha dado no es una luz que ilumina grandes extensiones de tierra, sino lo considero como la chispa que sale de una bujía, un pequeño arco voltaico que, junto con el combustible puede llegar a causar una explosión que provoque el movimiento del motor del plan eterno de Dios. La luz que el Señor ha dado a través de mi ministerio es para que en esa luz otros vean más luz.  ¿Cómo podemos tener nosotros más luz? La luz que debemos tener para cumplir las demandas de Dios la obtenemos en la medida que reordenamos la verdad. Una muestra de este principio es el Evangelio de Lucas (Lucas 1:1-4), este Evangelio nació a través de la dedicación que tuvo este hombre para recolectar y reordenar los acontecimientos que sucedieron en los días de Jesús. Lucas recolectó las experiencias de María, de Elizabet, de Zacarías, etc. Después que hubo recolectado y reordenado todos estos datos, tuvo origen el Evan

LA RELIGIÓN: UN PODER QUE ALEJA AL HOMBRE DE DIOS.

LA RELIGIÓN:  UN PODER QUE ALEJA AL HOMBRE DE DIOS.  En los días que el Señor Jesús caminó en la tierra habían dos poderes físicos que estaban actuando: Por un lado, “el Imperio romano” que es una figura del “mundo”, y el segundo poder era el poder de los fariseos, los saduceos y todos los religiosos que habían en Israel en ese tiempo. Vamos a referirnos entonces a estos poderes que actúan hasta el día de hoy como el mundo y la religión.  En esta ocasión vamos a estudiar un poco más acerca de la influencia que tiene la religión en el hombre, ya que fue la primera estrategia que usó Satanás para poder engañar al hombre en el huerto. Podemos ver que Satanás no engañó al hombre con pecados de inmoralidad o algo parecido, pues el ambiente y la dimensión en la que vivía Adán no daba lugar a esas bajas pasiones, sin embargo, hubo algo que Satanás pudo infiltrar al huerto: “La religión”. En primera instancia Satanás disfrazó el engaño con un espíritu religioso; le planteó al ho

LA MEJOR MANERA DE CONTACTAR CON DIOS

LA MEJOR MANERA DE CONTACTAR CON DIOS.  Si un salvadoreño tiene un amigo alemán, y éste último viaja desde Alemania a visitarlo a El Salvador; él tendrá que ocuparse de aprender a hablar el idioma español, pues, vendrá a una zona en la que se habla el idioma español. Pero si sucediera lo inverso, el salvadoreño tendría que aprender a comunicarse en la lengua de Alemania. Más o menos como este ejemplo es la diferencia que existe entre la oración discursiva y la oración contemplativa. Al orar discursivamente, nosotros articulamos palabras que provienen de nuestros pensamientos y de nuestra manera natural de comunicarnos, por lo tanto, Dios tiene que descender del cielo y buscar la manera de darse a entender con nosotros según nuestros pensamientos. En la oración contemplativa somos nosotros los que subimos al cielo, al lugar de habitación de Dios, y en esa dimensión no caben las palabras, ni los pensamientos naturales, pues, Dios es Espíritu, por lo tanto la comunicación debe se

LA SUMISION Y LA OBEDIENCIA

LA SUMISION Y LA OBEDIENCIA  La sumisión es la raíz de la obediencia, para Dios nadie es obediente si primeramente no es sumiso en su interior. La sumisión es la actitud interna que produce la obediencia externa. Lo que Dios evalúa en nosotros no es la obediencia, sino la sumisión. Nadie puede ser perfecto en cuanto a la obediencia, pero sí puede serlo en cuanto a la sumisión. La sumisión es la raíz de la obediencia, y al final eso es lo que Dios juzga. Dios que ve los corazones, sabe cómo estamos cada uno de nosotros; así fue como Dios juzgó a Luzbel, un ser angelical hermosísimo, pero fue hallada rebelión en su corazón.  No todas las veces podemos obedecer a la perfección, pero sí debemos ser íntegros en cuanto a la sumisión en el interior. Por ejemplo, si un papá le dice a su hijo: “Vé corriendo a comprar las tortillas” ; el niño capta la premura con la que su papá quiere las tortillas, él se dispone a obedecer, por lo tanto, empieza a correr. Resulta que para llegar a