LA TAREA DE REORDENAR LA VERDAD DEL SEÑOR.
Reconozco que el ministerio que el Señor me ha dado no es una luz que ilumina grandes extensiones de tierra, sino lo considero como la chispa que sale de una bujía, un pequeño arco voltaico que, junto con el combustible puede llegar a causar una explosión que provoque el movimiento del motor del plan eterno de Dios. La luz que el Señor ha dado a través de mi ministerio es para que en esa luz otros vean más luz.
¿Cómo podemos tener nosotros más luz? La luz que debemos tener para cumplir las demandas de Dios la obtenemos en la medida que reordenamos la verdad. Una muestra de este principio es el Evangelio de Lucas (Lucas 1:1-4), este Evangelio nació a través de la dedicación que tuvo este hombre para recolectar y reordenar los acontecimientos que sucedieron en los días de Jesús. Lucas recolectó las experiencias de María, de Elizabet, de Zacarías, etc. Después que hubo recolectado y reordenado todos estos datos, tuvo origen el Evangelio de Lucas. De esta manera debemos reestudiar y reordenar la verdad.
Si el Señor nos permite la vida unos veinte años más, veremos el legado de bendición que quedará para las próximas generaciones, ellos podrán restaurar a plenitud el camino del Señor. Espero en el Señor, seguir viviendo en fe, y creyendo lo que he predicado para ver la restauración de muchas cosas en el Evangelio. Sabemos que aún no hemos alcanzado una plena restauración, que en algunas áreas de nuestra vida estamos muy lisiados a causa de la misma religiosidad en la que fuimos formados. Por muchos años recibimos malas enseñanzas que nos causaron grandes daños, pero una gran parte de culpa la hemos tenido nosotros mismos, ya que, somos dados en nuestra carne a amar la religión. Muchas cosas sólo cambiarán conforme pase el tiempo. El detalle es que el tiempo está pasando, debemos pues, mostrar mucha responsabilidad en este asunto y amarrar la verdad en el corazón de las generaciones venideras.
Es necesario que entiendan hermanos, que mis mensajes no son un libro, lo que yo les predico es sólo el índice de ese libro que el Señor quiere darnos. El que piense que yo hablo toda la revelación, está fallando; pero el que logra ver que lo que les hablo de parte del Señor son sólo pequeñas luces, esos se dedicarán a aprender más y dentro de un tiempo, independientemente de cuál sea su función en el cuerpo de Cristo, manejarán con mucha precisión la verdad del Señor.
Estas palabras las digo de manera profética, como les vuelvo a decir, la tarea que tenemos de reordenar la verdad no es algo que terminará en unos meses, el fruto de esto lo veremos dentro de unas cuantas décadas. No seamos egocéntricos en querer fincar la obra del Señor a los días de nuestra vida física, porque el plan de Dios no depende de nosotros, somos nosotros los que dependemos del plan de Dios. No salgamos de esta tierra sin haber dejado un legado de bendición a la simiente que está saliendo de la religiosidad. ¿Cómo podemos hacer esto? Reordenando la verdad de Dios, esa no es mi tarea solamente, esa es tarea de todos. Yo practico el reordenar, pero es más responsabilidad de ustedes que mía. Que lo que yo les he compartido sea sólo una pequeña luz de lo mucho que Dios quiere hablarles. Yo no quiero que Dios les hable a través de mí, yo quiero que ustedes entiendan a través de mí la manera en la que Dios quiere hablarles. Que al reordenar lo poco que ustedes escuchan de mi, Dios les multiplique el conocimiento de Él. Sé que un día mis fuerzas se van a acabar y no quiero partir de esta tierra sin antes no haber engendrado en ustedes el ministerio que Dios me ha dado. Debemos proyectarnos ahora que todavía tenemos un poco de tiempo. Cada vez que nos dedicamos a reordenar tenemos más luz y amarramos el conocimiento.
Muchas veces la doctrina no les funciona porque no la conocen bien. Escuchan tanta palabra, pero no son diligentes para dedicarse a amarrar el conocimiento. Deberíamos de hacer como dice el profeta Isaías: “mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá…” (Is 28:10) Amarremos el conocimiento, mientras no hagamos esto, el conocimiento no nos sirve de nada. Eso es como tener un carro y no saber cómo se maneja, ¿Qué sacamos de tener tanto conocimiento y a la hora de quererlo compartir no hayamos cómo hacerlo? Hermanos responsabilicémonos en reordenar la verdad del Señor, démonos a esta gran tarea que nos ha encomendado el Espíritu Santo. Perdonen que me ponga de ejemplo, pero ustedes no tienen idea de cuánto tiempo dedico en mi vida a repasar la verdad del Señor y cada día siento una carga en mi corazón de repasar vez tras vez la palabra, porque veo lo pobre que soy para tener amarrado el conocimiento. Mi vida está dedicada a esto, yo les pido que ustedes hagan lo mismo.
Esto de reordenar la verdad es como los pescadores, ellos ordenan bien la red sobre la barca para que a la hora de tirarla al agua, esta vaya libre haciendo su labor, pero si la red va enredada, no sirve de mucho. ¿Cómo está nuestra red? ¿Será que tenemos ordenados los pensamientos a la hora de compartir? ¿Le podremos dar un avance al reino teniendo el conocimiento como una red no ordenada? A veces es más fácil decir que las cosas que el Señor nos está mostrando no funcionan, pero en realidad no es que no funcionen, si no que nosotros no perseveramos en la doctrina. Por ejemplo, no es que las reuniones corporativas no funcionan, ¡Sí funcionan! los que no funcionan son los que se incorporan a la reunión y no llevan nada para dar departe del Señor. Si la mayoría llega sin una palabra, es obvio que la reunión no va a funcionar, porque estas reuniones son para gente que tiene salmo, doctrina, revelación, etc. gente que aporta una palabra del Señor; es nuestro deber reordenar la verdad, al hacer así tendremos más luz en la luz.
No crea que el Señor les revela la doctrina sólo a los apóstoles, tal vez puede suceder que el grado de revelación no sea el mismo entre un apóstol y otro hermano del Cuerpo de Cristo, pero cualquiera puede tener revelación de la doctrina. ¿Acaso no es cierto que todos quedamos con el mismo grado de conocimiento después de escuchar la doctrina que imparten los miembros en las reuniones? La diferencia es que a uno el Señor se la reveló en lo secreto, y luego los demás lo oyeron a través del miembro, sin embargo, después de la predicación todos llegamos a tener el mismo conocimiento y también la misma responsabilidad. Si Dios no te da nada en lo privado ¿qué debes hacer?, reordena todo lo que escuchas, repasa las notas de las prédicas que escuchas, dedícate a leer la Escritura, etc. De esa manera cuando compartas la verdad, la podrás dar con más luz. ¡Cobren ánimo en sus corazones para dedicarse a esta tarea!
Apóstol Marvin Véliz
Que hermoso este articulo, el cual nos impulsa para llegar hacer un lucas, que recopilaba la palabra para dar con mas exactitud las verdades, muchos de alguna manera leemos las escrituras, pero no nos dedicamos a reordenar y amarrar su palabra y a la hora de exponerla es limitado lo que trasmitimos.
ResponderEliminarMe conmovio este articulo porque si no reordenamos se perdera el legado hermoso que en su misericordia Dios nos a dado, animemonos y tengamos otra actitud ante su palabra.
hermano me uno a tu sentir , hay urgencia de hacer vibrar el plan del Senor y su oikonomia pero para ello debemos pagar el precio de ser fieles en reordenar la palabra y dar avance pudiendo dispensarla nosotros mismos, de este grado de compromiso de impartir la palabra en nuestras reuniones de Iglesia y creer que el crecimiento lo ha de ir dando el senor me hace entender que hemos dado pasos firmes ,ahora debemos creer y crecer dando avance a la oikonomia divina.
ResponderEliminarpara mi es un privilegio verlo en la practica en donde el senor nos tiene trabajando para su reino y se que a penas estamos colocando lo pequeno de algo que en el tiempo del senor traera sus frutos. respecto a la poca importancia o mucha que le demos a la palabra que el senor nos va dando me inquietaba el senor en estos dias a seguir con diligencia su revelacion, y me mostraba un pasaje de la palabra que me dejo inmesa vida,cito por ref.para el que lle Marcos 8:14-21, cuando el senor ensena a sus discipulos a lo que deben prestar atencion en cuanto a su palabra, ellos habian salido reprobados ante las multitudes pues no tenian suficiente alimento para alimentar 5000 y luego a 4000 , mas sin embargo de esa cuenta el senor dejo una senal y es que el pan abundo de tal manera que sobraron 12 y 7 cestas por milagro...en esta ocacion ellos iban a la barca pero solos con el senor y unicamente llevaban 1 pan e iban solos con el senor , aqui el pasaje no deja ver ningun milagro mas que la ensenanza que el senor les da de cuidarse , de no confiarse y fiarse de la levadura de los fariseos y los herodianos que no son mas que los falsos religiosos y los que quieren matar al cuerpo de Cristo, pero Ojo, es Levadura, es lo que hace crecer al pan, es lo que esta frente a nuestros Ojos, porque? El senor quiere que avancemos en base a lo que nos compartes mi hermano que revisemos que es lo que llevamos de alimento cada vez que nos presentamos ante nuestros hermanos y ante el senor.
Ahora nuestra peticion es que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos sean plenamente llenos de esta vida que solo se encuentra en el UNICO pan de vida.
Dediquemonos a ser de esos fieles discipulos a la manera de Apostol LUCAS , que bendicion mi amado hermano Marvin.