EL TERRENO DEL REINO VISTO EN LA FIGURA DE ISRAEL.
En el Antiguo Pacto, Israel era el lugar en el que todo israelita debía vivir. Israel era el terreno donde los israelitas vivían, trabajaban, descansaban, sembraban, se casaban, etc. Esta figura nos muestra que, en el Nuevo Pacto, nosotros también debemos vivir en una esfera de la cual no debemos salir. Esto es algo que nosotros debemos recobrar.
La Biblia nos dice que llegó un tiempo en el cual los hijos de Israel fueron llevados cautivos a Babilonia, de manera que todo Israel fue desolado. Setenta años después, Dios se acordó de ellos y los hizo retornar a Israel. El libro de Esdras nos habla mucho de esto, pues, Esdras fue uno de los sacerdotes que Dios levantó en aquel tiempo para que Israel retornara a su tierra. Una de las primeras cosas que los hijos de Israel hicieron al llegar a Israel, fue restaurar el altar para ofrecer sacrificios a Dios. Después de Esdras también apareció otro líder en Israel llamado “Nehemías”, que fue el que Dios usó para restaurar la ciudad de Jerusalén. Era necesario que todo Israel fuera restaurado, y no sólo los asuntos concernientes al Templo. Ninguno de los grandes hombres de Dios del Antiguo Pacto vivieron sólo en el altar, si bien es cierto que muchos edificaron altares al Señor, tales experiencias fueron esporádicas. Igualmente son las cosas espirituales para nosotros hoy en día, no podemos pasar en ello todo el tiempo, más bien, hay un terreno que Dios nos ha dado en el cual debemos permanecer siempre.
El terreno del Reino nos habla de la esfera en la que debemos permanecer y de la cuál no debemos salir. Dice Números 34:1 “Y Jehová habló a Moisés, diciendo: v:2 “Manda a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, esto es, la tierra que os ha de caer en herencia, la tierra de Canaán según sus límites…”. Dios les asignó a los Israelitas un terreno que se convirtió en su lugar de habitación, allí encontraron su herencia, un lugar de trabajo, allí edificaron casas, ciudades, etc. era la heredad que Dios le dio a cada tribu.
Ahora en el Nuevo Pacto, el apóstol Pablo nos dice en Colosenses 1:12 “dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz”.
Al igual que los hijos de Israel, a nosotros Dios también nos dio una herencia. Él nos trasladó del reino de las tinieblas al territorio de Su Amado Hijo. Ahora bien, ya que nos metieron a esa esfera, debemos aprender a permanecer en ella. Cualquier hijo del Señor tiene la capacidad de mantenerse en la esfera del Reino. Alguien podrá decir: "hermano, pero yo trabajo diez horas diarias en lo secular", no importa el tiempo que usted trabaje, aún así puede mantenerse en la esfera del Reino. En los días del principio de la Iglesia existía la esclavitud, y habían muchos de los hermanos que eran esclavos; eso implicaba que ellos tenían que estar dispuestos para sus amos las veinticuatro horas del día, sin embargo, las Iglesias del principio fueron gloriosas, y vivían en la esfera del Reino. Tal vez ahora las hermanas quieran excusarse que ellas no pueden buscar el Reino de Dios, a causa de tanto qué hacer que tienen con sus hijos, piensan que su familia les absorbe demasiado el tiempo; pero en realidad eso no es excusa. El problema no son los hijos, el problema es la naturaleza carnal de las hermanas que las lleva al afán. Otros creen que los hermanos problemáticos de la Iglesia son los que los sacan de esa esfera; pero eso tampoco es cierto. Todos podemos y debemos permanecer en la esfera del Reino.
La Biblia nos narra la historia de Noemí, una mujer que dejó su herencia en Israel a causa del hambre que había en ese tiempo. En realidad, lo que le faltó a Noemí y a su marido Elimelec, más que el pan, fue la "fe". La razón por la cual nosotros también nos salimos de la esfera del Reino es la falta de fe. La única manera de mantenernos en el terreno del Reino es teniendo una fe activa. Dice 2 Corintios 5:7 “porque por fe andamos, no por vista”; Cada vez que perdemos la fe terminamos siendo, y viviendo, como simples mortales, alejados de la esfera del Reino. Dice Romanos 1:17 “Mas el justo por la fe vivirá". ¿Quién nos dijo que debemos mantenernos en fe solo cuando las cosas van bien? El Dios que es Todopoderoso y que nos bendice, también a veces esconde Su rostro de Israel, la clave es mantenernos en la fe. El Señor dijo claramente que en el mundo tendríamos aflicciones, y vemos que Dios mismo propicia muchas de las aflicciones que vienen a nuestra vida. Él no nos ha prometido una vida ideal en esta era, ni siquiera nuestro cónyuge es lo ideal, mucho menos los hijos. Nada en esta vida nos ha de dar plenitud, por lo tanto, ni las cosas que tenemos, así como las que no tenemos, deben sacarnos de la esfera del Reino de Dios. Nuestros grandes problemas en esta vida no son las circunstancias en sí mismas, sino el hecho de que siendo hijos de Dios, dejamos de vivir de fe.
El apóstol Pedro dice: “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:7-8). Nuestra fe debe ser probada, y Dios se encargará de ello a través de las tribulaciones. Dios espera que nosotros nos arraiguemos a la esfera del Reino por medio de la fe. De vez en cuando, Dios anula las cosas exteriores que nos alegran con el fin de que nos paremos en el territorio del Reino por medio de la fe.
Hermano, no se aleje nunca de la esfera del Reino, aprenda en su interior a estar parado en ese territorio. Dios está con usted aun cuando está trabajando, o descansando, en cualquier momento, y en cualquier lugar, crea que usted está en el Reino del Señor. Usted no tiene que hacer un “culto” para tener la certeza de que Dios está con usted; el Señor dijo: “… he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). Aprendamos a vivir siempre en el terreno del Reino por medio de la fe. Dios siempre está con nosotros, Él nos lleva de la mano derecha y nos sostiene en todo tiempo.
Apóstol Marvin Véliz
Hermanos verdaderamente cuan nesesario es que nos mantengamos en la esfera del cuerpo .
ResponderEliminarPorque aveses hay hermanos, o hasta nosotros mismo andamos desconsolados y nesesitados de algo y que vien se siente cuando alguien de la esfera del cuerpo y movido por el espiritu nos da una palabra de confort o nos ayuda en algo,o viseversa.
Esa es tansolo una de las ventajas que hay cuando estamos en la esfera del cuerpo
Amen, debemos mantenernos en la esfera del cuerpo porque es la herencia que Dios nos ha dado. Cuando estamos en esa esfera el señor esta con nosotros todos los dias, asi como estaba con los Israelitas, aunque nosotros no sintamos al señor o si nosotros nos alejamos de el, el siempre esta a nuestro lado.
ResponderEliminar!Que grande es Dios! Que ,aun nosotros siendo infieles, el permanece fiel con nosotros.
Cada vez que salimos del territorio de la fe ,nos desligamos de la vida y herencia de Dios. Creer es fundamental, pues aun el padre de la fe tuvo que experimentar en su caminata que su brazo de carne no le servia para nada delante del señor ,al final siempre lo expusieron a la desicion de hacer la voluntad suya propia o a la de Dios y los resultados fueron notorios. Cuanto tiempo paso la nacion de israel cautiva , muchos años, cuanto transito rn el desierto , tambien muchos años, cuanto tiempo nos toma volver a nuestro territorio virtuoso , cuando estaremos en es disposicion y realidad del reino , el cual ahora es una persona ,cristo y este zhora ya no es individual, es multiple. Ahora es corporativo y se manifiesta en los muchos, concedenos cada dia estar ,permanecer y vivir en esta esfera señor.
ResponderEliminar