EL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO ESPIRITUAL.
Cuando hablo del crecimiento y el desarrollo espiritual me refiero al camino que decidimos seguir tomados de la mano del Señor. En la Biblia vemos cómo el Señor Jesús en diferentes ocasiones y a diferentes personas, les dijo que lo siguieran. El Señor retó a Sus discípulos a que lo siguieran, a que fueran en pos de Él, y hasta el día de hoy, Él espera que los que quieran ser discípulos, lo sigan. Una cosa es nacer de nuevo y llegar a ser hijos de Dios, pero otra cosa muy distinta es aceptar y disponernos a que Dios haga en nosotros lo que Él ha previsto ya en Su Plan Eterno. Dicho esto en otras palabras, una cosa es ser creyente en Jesús, y otra cosa muy diferente es ser discípulo de Jesús. Un creyente en Jesús es aquel que ha creído en el Hijo de Dios por medio de la fe; el discípulo es aquel que aparte de ser un creyente en Jesús, también acepta ser trabajado progresivamente por Él hasta ser transformado a Su imagen y semejanza.
Hoy en día muchos creyentes están divorciados de la parte del Evangelio que implica ser discipulados. A través de los años la Iglesia ha venido perdiendo la ruta básica de discipular a los creyentes, y esto se ha cambiado por la ambición de tener locales que puedan acaparar masas de “creyentes” salvos, que asistan una vez a la semana a escuchar un sermón. No estoy diciendo que no sea importante predicar el mensaje de la salvación eterna, pero no solo a eso debemos de dar énfasis. Somos nosotros, los creyentes de este tiempo, los que hemos hecho una diferencia entre ser un creyente y un discípulo, pero originalmente no era así. Obviamente, resulta mucho más fácil para una persona creer en Cristo, a tener que dejar su propia vida para ir en pos del Señor. Muchos han hecho de Cristo, su benefactor, su fuente de provisión material, pero lo han desechado como al que puede esculpirlos hasta llegar a ser iguales a Él. Debido a un Evangelio tergiversado, las Iglesias se han convertido en un centro de ofertas, y cada quien escoge la que mejor le parezca y la que más le conviene.
Debido a este contexto en el que vivimos, vale la pena que nosotros dediquemos tiempo a entender qué significa crecer y desarrollarnos en el Señor. Si nunca aceptamos a Cristo como nuestro maestro, como el que nos ha de discipular, entonces, tampoco creceremos y nos desarrollaremos espiritualmente. Dios tiene una economía ya dispuesta para nosotros, y Él hará las cosas según Su Plan, así que no demos coces contra el aguijón, mejor empecemos a ser guiados por el Señor.
La exhortación central y básica de este mensaje es la siguiente: “dejemos de ser cristianos nominales, dejemos de buscar beneficios propios con el Evangelio, más bien, aceptemos los compromisos que conlleva seguir a Jesús. Si usted ya es un creyente, decida llevar el yugo del Señor, acepte que Él haga con su vida lo que Él quiera.
Apóstol Marvin Véliz
Amén. No solo es creer sino disponernos a que el moldee nuestra vida conforme a su voluntad. Estar dispuestos a avanzar más alla de solo creer.
ResponderEliminarDebemos dejar que el señor entre en nuestras vidas y no tenemos que tomarlo como un compromiso mas sino como el proposito por el que fuimos creados.
ResponderEliminarEl nos ha mandado ha que lo sigamos, no lo debemos tomar como nuestro siervo que nos debe servir dandonos lo que queremos, sino como nuestro rey al que nosotros debemos servir.Amén.
Si hermanos pidamosle a Dios que nos ayude a ser discípulos de verdad,
ResponderEliminardiscípulos que esten dispuestos a pagar el precio.
Asi como Pablo o Pedro que terminaron apedreados, con tal de predicar el evangelio.Amén.
Es muy cierto lo que dice en el ultimo parrafo, que solo nos acercamos al Señor cuando nos conviene ,no queremos ser apedreados como Pedro y Pablo, osea, no queremos ser afectados por el evangelio de Dios. En resumen no nos queremos arriesgar al verdadero evangelio que Dios nos a enseñado, porque sabemos que seguir con el Señor tiene muchos riesgos.
ResponderEliminarEntonces que podamos arriesgarnos al Señor, que aceptemos sus compromisos, que podamos aceptar todo lo que conlleva caminar con el Señor.Amén
Bendiciones hnos. !!!
ResponderEliminarLes comparto los comentarios de los niños de la escuelita en Ateos:
- Que podamos tener un corazón de discípulo, de aquellos que se dejan tratar por el Señor a pesar de todo.
- Urge que dejemos de ser enanos espirituales para poder ser discípulos útiles en Su reino, ya que solo siendo discípulos podremos crecer y desarrollarnos en El.
- El comienzo de ese camino es presentarnos cada día en Fe y tener una comunión con Dios para poder demostrarle a El que queremos ser sus discípulos
- El obedecer es muy necesario para hacer todo lo que El nos pide, eso es lo que hace un discípulo.
Gracias Señor por abrir nuestros ojos a tan grande verdad!!!
Les saludan en el amor del Señor: Bryan, Mercedes, Nicole, Gerson, Jeremy, Isaac, Caren, Fernanda, Ofelia, Rebeca, Fabiola y Roxana.