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LA POSICIÓN DE LA MUJER EN LA ESFERA DEL MATRIMONIO.



LA POSICIÓN DE LA MUJER EN LA ESFERA DEL MATRIMONIO.

Considerar la condición de la mujer en la esfera del hogar, es diferente a lo concerniente a la Iglesia. En el Señor no hay diferencia entre hombre y mujer, según lo dice el apóstol Pablo en Gálatas 3:28. En el hogar, según Las Escrituras, sí existe una diferencia muy marcada entre el hombre y la mujer, porque el hombre tiene que ser la cabeza, el gestor y el director de su hogar, por ende, la mujer se debe de someter a su marido. En el hogar no puede existir la igualdad, ni la democracia. Si existe la igualdad, estamos atentando en contra la manera en la que el Señor diseñó el hogar. Tampoco podemos decir que existe una democracia porque ésta no se da en el uno a uno, sino cuando una mayoría gana, y tratándose de hombre y mujer, uno de los dos tendrá que decidir, por lo tanto, jamás habrá democracia. 

Hay algunos esposos que dicen lo siguiente: “Yo no decido todas las cosas en mi hogar, sino que las decidimos junto con mi esposa”; este concepto está errado, si ustedes varones han permitido que su mujer tenga voz y voto en sus decisiones, corríjanlo. La esposa debe tener voz, pero no voto. ¿Por qué? Porque imagínese que el esposo propone algo, y luego la esposa que tiene “voto” dice lo contrario ¿Cómo desempatamos las cosas? ¿Qué haremos si estamos uno en contra del otro? Hay que tomar una decisión, o se hace lo que dice el hombre, o lo que dice la mujer. En el matrimonio, el hombre es el que manda, el que decide, por lo tanto, hay que ponernos bien los pantalones y decidir las cosas del hogar. En la Iglesia no podemos ejercer tal autoridad, pero en la casa sí “tenemos” que hacerlo. Dios nos dio una esposa para que fuera una ayuda, no una co-gobernadora con nosotros. Dios quiere que el hombre sea el que gobierne su casa. Muchas veces a raíz de la falta de carácter, de hombría, de tenacidad y de fe en Dios, dejamos que sea la mujer la que empiece a gobernar y el matrimonio se empieza a dañar. 

En lo personal, todas las cosas naturales que yo hago siempre se las comento a mi esposa. No sucede así con las cosas de la Iglesia, o de mi ministerio apostólico, porque Dios no nos llamó a los dos a ser apóstoles, sino me llamó a mí para ser lo que soy en el Señor; pero lo tocante a nuestro hogar, siempre trato de escuchar cuál es su opinión. Ahora mi costumbre es oír, pero hago al final lo que tengo la convicción de hacer, pues, soy yo el que mando y el que decido en mi casa. Lo mismo quiero que hagan todos los varones en sus casas, por supuesto, si ustedes quieren agradar a Dios. A Dios lo agradamos siendo cabezas, siendo varones”. 

Hubo una vez que un hermano dijo lo siguiente: “Hermanos, lo que Dios quiere en el hogar es que haya una cabeza, así que nosotros hemos decidido que en nuestro hogar la cabeza va a ser mi esposa”. ¡No! tampoco debe ser así ¡Cuán perdido estaba ese hermano! Dios no quiere que la mujer sea la cabeza, Él quiere que el hombre sea la cabeza del hogar. 

Para no hablar de nuestra cuenta, leamos lo que nos dice la Biblia de manera clara, precisa y concisa. Dice 1 Timoteo 2:11 “Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. v:12 Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada”. El Apóstol Pablo le está diciendo estos versos a las parejas, y él enfáticamente dice: “Que la mujer aprenda…”. Según el contexto ¿de quién debe aprender la mujer? Obviamente de su esposo. La mujer se debe dejar instruir por su marido. Al decir que la mujer no debe enseñar a su marido, no estamos diciendo que la mujer en algún momento no le puede enseñar algo a su marido, pero es como cuando estábamos en la escuela y el maestro se equivocaba en un número y nosotros le señalábamos su error, el maestro muy agradecido les dice a todos que él se ha equivocado en el número, pero eso es diferente a haber sido abusivos de decirle: “maestro, siéntese usted no sabe nada, yo soy el que sabe como hacer las cosas”; más o menos así puede ser en el matrimonio, está bien señalar un error y que los maridos lo reconozcan, pero otra cosa es que la mujer trate de enseñarle al hombre queriendo ejercer autoridad sobre su marido. 

No seamos machistas no escuchando a nuestra mujer, no es eso lo que está diciendo el apóstol Pablo, pero tampoco seamos hombres sin carácter al punto de dejar que la mujer dirija el hogar. El hombre debe enseñar a su mujer con autoridad, pero la mujer en algún momento también puede “enseñarle” algo a su marido sugiriendo algo y no imponiéndolo. El hecho de que en algún punto la mujer tenga la razón no es sinónimo de tener el derecho para ejercer la autoridad.

La Biblia dice que en una ocasión, Sara le dijo a Abraham: “Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo. Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia”. (Génesis 21:10-12) Muchas veces la voz y la sabiduría de Dios puede venir a través de la esposa, como en este caso, pero al final quien debe tomar la decisión es el hombre. Esta mujer Sara es un ejemplo para todas las esposas, porque aunque le decía sus opiniones a Abraham, como en este caso, también se las decía con gran respeto, es más, la Biblia dice que cuando ella se dirigía a Abraham, le decía: “Mi Señor”. Maridos, su posición en el hogar no les da el derecho de volverse orgullosos o pretenciosos como para no poner atención a lo que sus mujeres les digan, qué bueno que las escuchen, pero la decisión la tomarán ustedes. Lo que no debe suceder es que las esposas se vuelvan las que les enseñen lo que deben hacer en la vida, es lo contrario, la mujer debe aprender de su marido. 

Pablo era muy atrevido con los matrimonios, porque él no permitía que la mujer le enseñara a su marido. Posiblemente, cuando él llegaba a las casas de los hermanos y miraba a una hermana queriendo “mandar” al marido, inmediatamente le llamaba la atención tanto al marido para que no permitiera que la mujer le enseñara, así como a la mujer a que respetara a su marido. ¡Qué atrevimiento! Hermanas, aprendan a ser sensatas en cuanto al trato con su esposo. Nunca tienen porqué ridiculizar a sus esposos al punto de que parezca que son ustedes las que manejan las cosas del hogar. 

Aprovecho para aconsejar a las hermanas que aún no se han casado que procuren discernir con qué hombre se han de casar. Recuérdense que sea lo que sea el hombre con el que se van a casar, ustedes deberán asumir la actitud de someterse a él y dejarse enseñar por él. Si no quieren estar sujetas a un hombre toda su vida, pues, bueno les fuera quedarse solas. Pero si a causa de la incontinencia de la carne se casan con un inmaduro, carnal, o hasta con un inconverso, sepan medir las consecuencias porque tendrán que estar sometidas a él toda su vida. Si tratan de enseñarle a sus maridos (sean lo que sean) no agradarán el corazón de Dios. Lo sensato y lo ideal es que una mujer buscadora de Dios se busque un hombre igual. 

A los que ya están casados también les digo: asumamos las consecuencias de nuestras decisiones. Tanto que el hombre se ponga en su lugar de autoridad, como la mujer se disponga a someterse a la autoridad. Por muy mal hombre que sea, a ninguna mujer Dios le permite que usurpe la autoridad que por institución del matrimonio Dios le dio al hombre sobre su mujer. 

¡Amén!

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. Como muchas personas al no tener esta revelacion dejan que la mujer mande en el hogar y nose dan cuenta que gran mal estan haciendo porque al dejar que la mujer mande en el hogar esta desagradando el corazon del Señor y tambien estan desobedeciendo la orden que el Señor dio, asi que hermanos que podamos hacer lo que el Señor nos pide que es ser cabeza del hogar para que asi no desagrademos su corazon amen.Benjamin

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  2. Yo no puedo decir mucho al respecto por que no estoy casado verdad, pero si logro persivir y ver muchas cosas en casa y tiene razon todo lo que dice con esta palabra muy hermosa y pues que esto les sirva a todas las familias y que puedan agradar el corazon de Dios tanto la esposa sujetandose a la autoridad que es el hombre y los hombres poder ejercer la autoridad en la casa y hacer lo correcto delante de Dios.Amen

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  3. que ideas tan retrogradas. si no han visto las mujeres se merecen la misma autoridad en cuanto alas decisiones del hogar para que aya una mejor armonía en la relación. para asi la pareja lleve a su familia por un camino en el cual estén en paz

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    Respuestas
    1. Déjame responderte con el debido respeto a tu persona. no puedo decirte que es una idea retrograda lo que hablamos, porque esta completamente basada en la palabra De Dios a la cual hacemos bien en atender par la iluminación y guía de nuestras vidas. es mejor confiar en su palabra que en la opinión que tu o cualquier otra persona como yo podríamos tener al respecto. es abundante y claro lo que nos enseña el n.t. en cuanto a esta verdad. es por esto que procuro no hablar nada mas allá de lo que esta escrito. tal como nos lo demanda la misma palabra De Dios.

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    2. De acuerdo con usted apostol. Los hombres somos la cabeza del hogar, conforme esta escrito. Estos temas tienen sustento en la biblia. La mujer es ayuda idonea, el varon cuenta con la ayuda de su esposa, mas no es la que toma la decision. Porque si ell toma decision al igual que el varon y ambos van por lados contrarios, se desata el caos. No es hacer menos a la mujer para nada. Pero cada quien debe ocupar su lugar.

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