LA NATURALEZA DE LA ORACION CONTEMPLATIVA
Imaginemos el caso de una hermana que está en una terrible situación: Su marido es grosero con ella, no le provee el alimento, la maltrata, etc. En su aflicción esta hermana se puede acercar a Dios de dos maneras: La primera manera es orar discursivamente, es decir, ella empieza a decirle al Señor con sus palabras todo lo que le está pasando. Obviamente la hermana se desahoga delante de Dios, le dice todas las cosas horribles que vive con su marido y le pide al Señor que le solucione su problema. Cuando Dios escucha a esta hermana, Él en Su grande misericordia la visita y la consuela con una unción de amor, ya que su problema es el dolor de no ser atendida por el marido. Dios ama a la hermana, pero Él no puede hacer más que eso, en extremo, lo más que puede hacer es confirmarle Su grande amor a través de algún miembro de Su Cuerpo. La segunda manera de orar es contemplativamente, o sea, sentarse delante de la Presencia de Dios en fe y a nivel del espíritu llegar hasta los celestiales. Lo difícil de esta oración es soltar el momento presente psicológico; en el caso de la hermana, ella tendrá que soltar su problema para poder estar delante del Trono de Dios. De manera práctica, la hermana tendrá que sentarse en silencio delante de Dios, hacer a un lado los problemas con su marido, y todo pensamiento que le venga a su mente deberá dejarlo pasar. De esta manera, la hermana podrá llegar hasta la Presencia de Dios, hasta el santísimo, saldrá de la esfera tiempo-espacio para estar en comunión íntima con el Señor. ¿Qué ganará la hermana al orar contemplativamente? Una verdadera sanidad interior, pues, aunque no se le solucionen los problemas, aprenderá a vivir en la esfera de Dios. Cualquiera de las dos oraciones que haga la hermana estará bien, sólo que muchas veces, por asuntos de gobierno, Dios no envía Su unción; mientras que la entrada al Lugar Santísimo por medio de la fe siempre estará abierta.
Debemos corregir los motivos por los cuales nos acercamos a Dios. Muchos se acercan a Dios sólo para pedirle que les solucione los problemas que los embargan a raíz de vivir en este mundo, sin embargo, la comunión con Dios debe ir más allá de la necesidad de un milagro, debe ir más allá de las cosas que suceden en esta tierra. Las múltiples circunstancias que nos suceden en la vida son una muestra de que los milagros no son la solución que necesitamos, sino la obra que nos sucede en el interior.
La oración contemplativa se lleva a cabo a nivel de espíritu, por lo tanto, será nuestro espíritu el que llegará hasta la inhabitación divina. De igual manera, cuando nuestro espíritu salga de ese lugar, tendrá un fluir de la Vida de Dios el cual se irá desempaquetando poco a poco en todo nuestro ser. La transformación obviamente no es algo que se dará de la noche a la mañana, será un proceso largo y tendido. El apóstol Pablo, luego de su conversión pasó al menos unos diecisiete años antes de comenzar Su ministerio; en todos esos años él se dedicó a una sola cosa: conocer a Aquel que se le había revelado mientras iba camino a Damasco. Esta es la misma invitación que Dios nos hace a nosotros, que estemos delante de Él, que salgamos de la esfera tiempo-espacio y toquemos la eternidad.
Este proceso de contemplación a veces tiene la apariencia de que no sucede nada, pero en su momento la Vida Divina surgirá. Los doce apóstoles pasaron tres años y medio contemplando a la persona misma de Dios hecho carne y al final de ese tiempo parecían tan iguales, y tan carnales que hasta abandonaron al Señor. Ya olvidemos el concepto religioso que busca una santidad instantánea, olvidémonos del tiempo. El Señor primero va a depurarnos; para empezar el mismo método implica despreciar nuestro momento presente psicológico, es decir, acá no caben nuestros pensamientos, ni nuestros sentimientos, sólo nos sostiene la fe.
La naturaleza de la oración contemplativa es espiritual. Al practicar esta oración no debe haber nada más de nosotros que no sea el espíritu, y no debe haber nada más de Dios que Él mismo. “Hubieron dos discípulos de Juan el Bautista que oyeron a Jesús y le siguieron, pero volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día” (Juan 1:35–39). Hermanos, esta es la naturaleza de la oración contemplativa: Nos define en cuanto a “¿Qué buscamos?”; en la inhabitación divina no encontraremos nada más que no sea la persona de la deidad.
La naturaleza de la oración contemplativa es espíritu, por ende nos permite estar ante la esencia de Dios; tal experiencia no significa una unción, ni siquiera es como un silbo apacible, sencillamente es encontrar la comunión que ha existido desde el principio entre Dios y el Verbo, allí no hay nada creado, sólo son ellos. Por años tal vez hemos tenido el concepto de que estar en la Presencia de Dios es llorar, sentir escalofríos, recibir una revelación de La Escritura, sentir una unción que nos liberte, etc. pero todas esas cosas más bien son una visitación de Dios; llegar a la Presencia de Dios es “no” sentir nada, sencillamente es posicionar nuestro espíritu delante de Él por medio de la fe. Esta manera de orar es como aquella ocasión cuando el Señor visitó la casa de Marta y María, que mientras Marta estaba ocupada atendiéndolo, María estaba sentada a los pies del Señor escuchándolo; y Jesús le dijo: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:41–42). Más o menos así podemos entender lo de la oración contemplativa, aunque hay otras maneras de orar, la contemplativa es la mejor.
Apóstol Marvin Véliz
Que hermoso es entender que la oracion contemplativa no se trata de algo que nos va hacer sentir emociones escalofrios u otras cosas mas sino que al orar contemplativa mente podremos conseguir algo mejor que eso que es subir a los lugares celestiales y poder contemplar al Señor y al practicarlo cada dia mas el Señor ira transformando nuestro interior. amen
ResponderEliminarHermanos cuando estamos delante de la presencia de Dios que deseamos que haga el nuestras vidas, es bien dura esta pregunta por que lo que anhela anhelamos es que el Señor nos solucione los problemas que tenemos y la malloria de veces por esa razon es que lo buscamos, pero animemonos unos a otros hacer la oracion contemplativa y caminemos por el espiritu, y de esa manera Dios nos ira transformando.Amen
ResponderEliminar