Nosotros, como hijos del Señor, es necesario que tengamos revelación del valor que tiene el Reino de Dios al cual fuimos llamados. Si vivimos en la esfera de Dios, sin valorar lo que Él es para nosotros, un día vamos a vivir la triste experiencia del hijo pródigo. Este joven no ignoraba que podía disfrutar de todas las cosas que estaban en la casa de su padre, sin embargo, en su corazón lo vio como “poca cosa”, así que eso lo llevó a tomar la decisión de tomar su herencia e irse. Como todos sabemos, este joven tuvo que aprender la lección de su vida perdiendo toda su herencia, y verse en gran necesidad para llegar a entender que la casa del padre era lo más grande que tenía en su vida; sólo así pudo agarrar valor para poder llegar a humillarse, e integrarse nuevamente a la casa del padre.
Hermanos, nosotros somos hijos de Dios, vivimos en la esfera de Su reino, y estando en Él somos nutridos y sustentados. Si no podemos ver cuán deleitoso y beneficioso es que nosotros permanezcamos en el Reino del Señor, tarde o temprano terminaremos por alejarnos de Él. Permanecer en Él tiene como secreto valorar lo de Dios, el conflicto radica en que lo que Dios hace lo hace de manera escondida, lo ponemos detrás de la “casualidad” del “destino”, de la “suerte”, detrás de muchas cosas que a los ojos de los hombres sólo hace que lo de Dios no se vea con facilidad.
Es complicado mantenernos en la esfera del Reino de Dios, si no encontramos el valor de lo que Dios está haciendo constantemente en nosotros. Cuando el Señor decidió encontrarse con Moisés en la zarza que ardía y no se consumía, se maravilló de lo que sus ojos miraban. Pero mientras Moisés estaba viendo la parte exterior de aquella visitación divina, Dios le habló y le dijo: “Quita el calzado de tu pies porque el lugar donde estás parado, santo es”. Moisés estaba admirando la visitación del Señor de una manera parcial, lo que él miraba era el fuego que no consumía a la zarza, pero lo glorioso no sólo era la zarza, sino el terreno en el que estaba parado. Moisés no se daba cuenta que el terreno al que había llegado era santo, era una dimensión celestial; sin pensarlo y sin procurarlo, en medio de la rutina de la vida, él estaba parado en una dimensión espiritual. Dios tuvo que advertirle a Moisés que valorara el lugar en el que estaba, que se diera cuenta que la dimensión en la cual estaba parado no era normal, ni natural, era tierra santa.
Hermanos, nosotros después de un año o dos, tenemos la tendencia de volver las cosas de Dios en una rutina, las vemos tan normales que éstas empiezan a perder su valor; esto nos sucede porque el alma se acostumbra a ver la bendición que tenemos en Cristo Jesús. Debemos valorar nuestra vida en el Señor, ya no somos iguales, si bien es cierto que seguimos cometiendo errores, ya no somos los mismos de antes. Si nos tomáramos el tiempo para valorar todo lo que ahora tenemos en Dios, nos daríamos cuenta que aunque no tenemos nada, lo poseemos todo. Cuando abrimos los ojos y nos damos cuenta de la maravillosa gracia de Dios que nos ha alcanzado, nuestras vidas se tornan diferentes. Hay hermanos que cuando asisten a las reuniones se les ve una cara de insatisfacción, quizás en su interior son como el pródigo, no desean estar reunidos con el Cuerpo de Cristo. Hermanos, nadie que genuinamente ha nacido de nuevo debe venir a las reuniones obligado, todos debemos venir alegres, y agradecidos con Dios.
Si usted como hijo de Dios ha perdido el gozo de su salvación, lo que necesita es una visión diferente. Muchas veces nos desanimamos porque vemos los problemas con los hermanos, nos enfrascamos en las trivialidades que suceden en la Iglesia, sin darnos cuenta que somos linaje escogido, real sacerdocio, gente santa. A nosotros nos han dado riquezas en Cristo Jesús, en Él tenemos el gozo y la paz interior que no la tienen los incrédulos; éstas cosas no las puede dar ni el dinero, ni ningún placer de esta vida. Hermanos, estar en Cristo es lo más maravilloso que nos puede pasar.
El Señor nos enseñó a través de las siguientes parábolas que debemos valorar Su Reino:
“El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. El reino de los cielos también es semejante a un mercader que busca perlas finas, y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró”. (Mateo 13:44-46)
Apóstol Marvin Véliz
que no seamos como el hijo prodigo que veia que lo tenia todo en la casa de su padre y no le tomo importancia y se fue, al tiempo vio de que cuan grande era la necesidad que tenia de estar en la casa de su padre y regreso y se humillo, igual nos pasa a nosotros que al estar en la esfera del reino del cuerpo de Cristo nos sentimos en paz con gran alegria pero muchas veces no lo valoramos y al no valorarlo muchas veces hasta nos terminamos saliendo de esa esfera pero que podamos saber apreciar la esfera del reino porque solo ahi encontraremos paz amen.
ResponderEliminarCuan agradecidos debemos estar con Dios por lo grande que el es, y por que el ahora nos esta haciendo participes de su reino a pesar de como somos ¡que maravilloso! hermanos nuestra prioridad debe ser el Señor sobre todas las cosa el es el unico que nos dara paz en nuestras vidas, valoremos lo que Dios nos esta dando y como sus hijos hagamos su voluntad, agrademos su corazon.Amen
ResponderEliminarQue NUESTRO PADRE continúe alumbrando los ojos de nuestro entendimiento es el deseo más profundo que está surgiendo en cada uno de nosotros SUS HIJOS como la ha estado haciendo hasta el día de HOY. Hoy sabemos por experiencia propia que cuando hemos orado VENGA TU REINO, es una ORACION que ASALTA Y DERRIBA las puertas de nuestro PEQUEÑO reino y rompe todas los obstáculos y fortalezas entre la voluntad de Dios y NOSOTROS. Benditos de nuestro PADRE el Reino de los cielos no es un libro, el Reino de los cielos no es un lugar, el Reino de los cielos no es una era. La Palabra NUNCA se hizo un libro, la Palabra no se hizo un lugar, la Palabra no se hizo una era - la Palabra SE HIZO CARNE y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, la gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Y ahora esa misma Palabra se hace carne en nosotros, en todos los que somos hijos de Dios. Que el Bendito Espíritu Santo abra los ojos de nuestro entendimiento para que TODOS podamos ver, que más allá del velo de nueestra carne está el reino de Dios. Y en este REINO ya noo caminamos más a la luz del sol y la luna, tampoco a la luz de nuestra mente natural, carnal, adámica, sino que ahora caminamos a la luz de la Shekhiná, la luz del Espíritu Santo, que ha salido de la Padre para morar EN NOSOTROS. Hermanos Incluso ahora, en este mismo momento, la vida divina de Dios está actuando dentro de nosotros sus elegidos, cambiándonos, transformándonos, elevándonos hacia el Reino, el llamado del Padre a nosotros sus hijos es siempre hacia adelante y hacía arriba.
ResponderEliminarAsí que EXPONGAMONOS a su PRESENCIA amados para recibir la fortaleza en nuestro hombre interior, el que habita en nosotros, es poderoso para VENCER, y aunque son ciertas las palabras de nuestro hermano Pablo cuando dijo que nadie tenga un mayor concepto de si mismo que el que deba tener, DIGO YO no PABLO que ninguno de nosotros TENGAMOS un MENOR concepto de nosotros mismos que el que debemos tener y eso es : SOMOS EL CRISTO de muchos miembros, y aunque no se ha manifestado a plenitud lo que hemos de ser , ESE DIA LLEGARA amados de nuestro PADRE. Y aunque el crecimiento de Su cuerpo en esta hora pueda parecer imperceptible en el día a día, al igual que con el crecimiento de un niño natural, NUESTRO progreso es seguro, y en el tiempo señalado por NUESTRO Padre llegaremos a la plena madurez de su vida en nosotros, millones de personas hoy en día están viendo al Cristo de Dios, su cuerpo de muchos miembros en la tierra, te ven a ti, te ven a mí, ¡y no lo conocen! Tal y como vieron a nuestro HERMANO MAYOR y SEÑOR JESUCRISTO y no le conocieron. Pero el día llegaráááááááá, aunque tengamos que descender a la tumba el día llegaráááááááá. El Reino que hoy está en nosotros es el evangelio todo incluido y contiene toda la plenitud del gobierno de Dios por el Espíritu y NOS LLEVARÁ desde nuestro camino elemental y básico en Dios hasta la madurez en la mente de Cristo y la imagen del Padre, Él está cerca de ti amado y amada, incluso en tu boca y en tu corazón. Él está allí donde estás HOY mi hermano y hermana en CRISTO, en medio de todas tus presiones y pruebas y no nos dejara ni nos abandonara
ResponderEliminar(1Ts 5:23-24 Recobro)
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y vuestro espíritu y vuestra alma y vuestro cuerpo sean guardados perfectos e irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, Y DESDE HOY NUNCA MAS OLVIDEMOS EL FINAL DE ESTOS VERSOS: E-L C-U-A-L T-A-M-B-I-É-N L-O H-A-R-Á. Aleluyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa