Quiero que leamos los siguientes versos para que luego saquemos algunas lecciones que nos ayudarán a seguir al Señor de manera orgánica. Dice Lucas 9:51 “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. v:52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. v:53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén… v:57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. v:58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. v:59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. v:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios”.
1.- NECESITAMOS SALIR DE LA RELIGION.
Al leer los primeros versos nos damos cuenta que el Señor quería pasar donde unos Samaritanos, pero éstos no lo quisieron recibir porque vieron que el Señor iba para Jerusalén, y samaritanos y judíos no se llevaban entre sí. Yendo en el camino (entre Jerusalén y Samaria), alguien le dijo: “Señor, te seguiré adondequiera que vayas”. Lo que podemos visualizar en el contexto de este pasaje, es que lo primero que tenemos que hacer para seguir al Señor es dejar atrás los asuntos religiosos. ¿Queremos aprender a caminar con el Señor? Divorciémonos de los asuntos religiosos.
Yo puedo darles testimonio de que recibí a Cristo genuinamente, pero después abracé la religión evangélica por más de veinte años, y aunque me desarrollé como predicador, y le serví a Dios en muchas cosas, el final de ese camino fue de muerte. El apóstol Pablo dijo: “La letra mata”, y así es la religión, nos anima a hacer muchas cosas en nuestro celo religioso, pero después nos pasa facturas, y el final es muerte espiritual. El Señor no va de la mano con ningún esquema religioso, Él nos mostró con “Su vivir” que se separó totalmente de la religión; si quisiéramos mencionar ejemplos de esto, casi tendríamos que citar textualmente los cuatro Evangelios. El Señor vivió fuera de la religión, por eso en los Evangelios, Él nos grita entre líneas: “Retírate de la religión porque yo no camino en ese sendero”. En una ocasión el Señor Jesús le dijo a los judíos: “… Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo” (Juan 2:19–21). Entre líneas, el Señor les estaba dando un gran mensaje: “dejen ya ese templo de piedras, y síganme a mí que soy un templo viviente”, sin embargo, los judíos no lo entendieron.
2.- NO ESPEREMOS ENCONTRAR AL SEÑOR EN EL PLANO FÍSICO.
La respuesta que el Señor le dio a este hombre que se animó a seguirlo, fue: “Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza”. El Señor confrontó con estas palabras a este hombre que quería ser Su discípulo, parafraseando estos versos Él le dijo: ¿Estás dispuesto a seguir a alguien que no tiene ni dónde dormir?. La lección clara que nos deja el Señor es que SI LO SEGUIMOS, NO ESPEREMOS VERLO EN EL PLANO DE LO FÍSICO. Todos los que quieren ser discípulos del Señor no deben esperar ver casas, templos, o edificios físicos. En cuanto a un lugar donde habitar, el Señor dijo claramente que aún los pajaritos están más cómodos que Él. Si queremos seguir al Señor orgánicamente, no debemos ponerle atención a las cosas físicas que hemos estado acostumbrados a ver, como lugares para buscarle, porque Él no habita en templos hechos de mano. El Evangelio no debe causarnos una impresión visible, porque Dios nos ha llamado a poner nuestra vista, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven.
3.- NO ESPEREMOS RIQUEZAS TERRENALES POR SEGUIR AL SEÑOR.
Otra lección que nos da el Señor Jesús en este pasaje es: “SI ME SIGUES, NO ESPERES COMODIDAD, NI RIQUEZAS, PORQUE MI REINO NO ES COMIDA, NI BEBIDA”. Una casa también es sinónimo de comodidad, de seguridad, y de estabilidad. Cuando alguien tiene una casa, normalmente dice: “por lo menos, de mi casa nadie me echa”. Una casa es muy significativa para cualquier persona, pero no esperemos que éstas cosas vengan por seguir al Señor. Si alguien quiere tener una casa lo que debe hacer es trabajar duro, ahorrar, y vivir contento con la bendición que Dios le dé por medio de su trabajo. El principio bíblico dice: “Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios…” (Éxodo 20:8–10). Para seguir al Señor no necesariamente tenemos que dejar de trabajar, pero tampoco pensemos que es un compromiso de Dios darnos todas las comodidades que deseamos sólo por seguirlo.
4.- EL SEÑOR ES ORGÁNICO, AL SEGUIRLO DEBEMOS ESTAR DISPUESTOS A LOS CAMBIOS.
Otra lección que podemos sacar de este pasaje es que NADA ES FIJO, Y NADA ES SEGURO, PORQUE TODO LO QUE ES ORGÁNICO ESTÁ EN UN CONSTANTE CAMBIO EVOLUTIVO. No nos decepcionemos de los cambios que vamos a vivir al ir en pos del Señor. Muchas veces veremos que los hermanos de la Iglesia estarán fervorosos, con el poder del Espíritu en sus vidas, y en otras ocasiones encontraremos a los hermanos apagados, con un gran desgano espiritual. La Vida en el Señor es orgánica, no todo el tiempo es victoria, no todo el tiempo estamos con alegría, y viendo maravillas sobrenaturales. Debemos aprender a aceptar los cambios que vienen. La Biblia dice que nosotros somos hijos espirituales de Abraham, bajo el sentido de que él fue llamado “el padre de la fe”. ¿Por qué Abraham fue llamado así? Porque en una ocasión el Dios triuno (el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo) tomaron cuerpos humanos, visitaron a Abraham, y hasta comieron con él, obviamente, fue una experiencia gloriosa; pero después pasaron años que Abraham sólo ofrecía holocaustos pero Dios jamás lo volvió a visitar de esa manera. Por esta razón Abraham fue llamado el padre de la fe, porque creyó en Dios sin necesidad de verlo. Hermanos, no todo el tiempo habrán experiencias sobre naturales con Dios, al contrario, la mayor parte del tiempo el único contacto que podremos tener con Él será en espíritu.
5.- NOS ES NECESARIO DEJAR LOS RITOS.
Dice Lucas 9:59 “Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. v:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios”.
En estos versos el Señor les estaba diciendo: DEJA QUE LOS QUE NO TIENEN VIDA SE QUEDEN EN RITOS, Y TÚ, SÍGUEME. Todo lo que se hace en los entierros son rituales, no estamos diciendo que no hay que guardar luto por los muertos, pero no debemos irnos a los extremos. Los judíos hacían muchos rituales cuando alguien moría, en algunos casos los velaban durante días. La lección que el Señor quiere darnos es que no nos debemos aferrar a los ritos, porque son cosas que no dan vida, sino por el contrario, traen muerte.
6.- DIOS ESTÁ POR ENCIMA DE LA FAMILIA.
Dice Lucas 9:61 “También otro dijo: Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa. v:62 Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios”. Lo que el Señor quiso decirle a este hombre es: NUNCA TE DETENGA LA FAMILIA PARA LO QUE DEBAS HACER CONMIGO. Esto que va a leer tal vez es duro, pero es una realidad en el Reino del Señor: Dios no acepta por discípulo a aquel que prioriza a su familia en lugar de Él. Tampoco estoy diciendo que debemos olvidarnos de nuestra familia. En lo personal, le agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de cuidar de mis padres hasta el día de su muerte. Ser discípulo del Señor no se trata de deshonrar a la familia, se trata de no darles más prioridad que a Dios. Si algo nos aprueba delante de Dios como discípulos, es que lo pongamos a Él antes que nuestros lazos familiares, esto siempre será un examen.
Yo le animo en el Señor mi hermano, a que camine en pos del Señor bajo estos parámetros, que se atreva a ser un discípulo genuino, orgánico, y se dará cuenta qué maravillosa será su vida cristiana.
Apóstol Marvin Véliz
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ResponderEliminarQue maravillosa palabra la que se nos a sido impartida, y como nos debemos de dar cuenta que hemos estado caminado herroniamente con el Señor apesar de no ser organicos y vivir nuestra vida como se nos da la gana y no conforme a su voluntad, hermanos necesitamos que Dios nos quite el velo que tenemos y que nos haga ver y entender que el no es una religion ni ninguna otra cosa mas que algo viviente, organico y a el hay que seguir.Amen
ResponderEliminarque hermosa esta palabra porque nos invita a que podamos estar dispuestos a dejar todo para seguir a Cristo y pregonar su evangelio pero hacer eso es muy dificil porque en nuestra vida tenemos muchas cosas en las cuales nos aferramos y preferimos esas cosas en ves del Señor y eso no debe ser asi, asi que hermanos que podamos dejar todo por seguir a Cristo amen
ResponderEliminarAmén que podamos tomar en cuenta esta maravillosa palabra para tener en verdad una vida victoriosa en el Señor. Debemos ir al Señor sin necesidad de ver nuestras pertenencias terrenales y sin nuestra cultura de ritos que nos han enseñado para que el Señor pueda obrar libremente en nosotros , asi como algunos como algunos de los apostoles de Jesús que dejaron a su padre y su trabajo de pescadores contal de seguir al Señor y que no vayamos con "peros" ante el poniendo antes que todo a nuestra familia, nuestras cosas, nuestras culturas, o algo por el estilo, sino que vengamos ante el dispuestos a dejar todo por causa de él, dispuestos a entregarle todo y dispuestos a dejarlo obrar en nuestras vidas como él quiera.
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