EL PADRE NOS IDENTIFICÓ COMO MUERTOS EN LA MUERTE DE CRISTO. Dice Gálatas 2:20 “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Para Dios todos los hombres ya murieron, de modo que también quedó cancelado el decreto de ley que les era contrario, y que los condenaba. Eso es como que yo le prestara cierta cantidad de dinero a mi hermano Richard, pero a los pocos meses él fallece. ¿A quién le voy a cobrar esa deuda? Me guste o no, la deuda queda cancelada con su muerte. A esto se refiera la frase: “Con Cristo he sido crucificado” , a entender que ante la perspectiva del Padre ya fuimos identificados como muertos juntamente con la muerte de nuestro Señor Jesucristo. ¡Qué maravilloso!. Si alguien le preguntara a Dios por alguno de nosotros, seguramente Él contestaría: “él ya es un finado”, puesto que para Dios ya esta