La caída del hombre, obviamente, se dio a causa de querer ser igual a Dios. Este fue el pensamiento original que sembró Satanás en la cabeza de Eva, tal como lo dice la Escritura en Génesis 3:5. Ahora bien, el hombre cayó porque él mismo se abrió un espacio que le dio lugar a su caída, en otras palabras, el hombre encontró la manera de justificar su caída. Para que me entienda la idea que quiero transmitirle con este pensamiento, es parecido a la actitud de algunas hermanas que quieren comprarse el par número cien de zapatos; ellas saben que ya tienen bastantes, sin embargo, buscan una razón en sí mismas para convencerse de que en realidad necesitan ese par número cien. Similar fue la actitud del hombre en el huerto, él estaba pleno, sin embargo, para poder caer tuvo que generar un espacio que justificara su pecado.
El hombre, estando en el huerto, se abrió un espacio que lo justificara caer, de lo contrario su propia conciencia no le hubiera permitido cometer pecado. Satanás trabajó a la perfección la caída del hombre, pues, lo indujo a que vulnerara su conciencia. La conciencia es una muralla que nos resguarda a todos los seres humanos de la degradación del pecado, y para que el hombre cayera, Satanás tuvo que trabajar muy fino en este asunto. El hombre vendió su conciencia para poder encontrar tal espacio que justificara su pecado, y así poder caer con más “libertad”. Yo podría describir tal espacio en dos palabras: una faltante y una ambición.
Quiero que le preste mucha atención a esto. ¿Por qué le hablo de una faltante y una ambición? Porque estas cosas hicieron que el hombre creyera el planteamiento de Satanás, estas cosas le dieron origen a su caída. Si leemos la Escritura, dice Génesis 3:5 “Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal”. Hermano, la propuesta del diablo para que el hombre pecara no fue la inmoralidad, la borrachera ú otro pecado similar, más bien, fue el planteamiento de una “faltante”. Para que el hombre pudiera caer, tuvo que creer la propuesta del diablo, creyó que le hacía falta algo para poder ser como Dios. Al creer esto, el hombre se creó un espacio, se dio cuenta que tenía una faltante: “ser como Dios”; esta fue la antesala de su caída.
Ahora bien, el hombre también se creó una ambición en sí mismo, dice en Génesis 3:6 “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”. ¿Qué ve usted en esta reacción? Obviamente, una inconformidad en sí mismos. Ahora que ellos creían que algo les hacía falta, al ver el fruto del árbol, le fue abonada la ambición de querer alcanzar sabiduría.
Cuando el hombre (hablando de varón y hembra) tuvo en su concepción interior una faltante y una ambición, lo que vino luego, como por inercia, fue su caída propiamente. La Escritura dice en Romanos 5:19 “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores”. Tal caída, no sólo fue el hecho de cometer pecado, si no fue el detonante para la caída de toda la humanidad y la creación misma.
Además de eso, la otra consecuencia que le vino al hombre fue que estas dos cosas lo convirtieron en un esclavo de Satanás. Tal engaño fue un éxito para el diablo y es la base con la que creó y forjó el sistema de este mundo hasta el día de hoy. La faltante y la ambición fue lo que el hombre necesitó encontrar en su interior para querer justificar su caída. El gran problema fue la mente y la intención diabólica que había detrás de esto, pues, fueron más letales los medios que Satanás usó para que el hombre cayera, que la caída misma. El gran problema no fue solamente que el hombre pecó, el gran problema fue que en su caída el hombre quedó esclavizado a Satanás. Si el hombre no hubiera caído con una faltante y con una ambición en su interior, muy probablemente, el plan de esclavizar al hombre se le hubiera frustrado al diablo; pero como el hombre abrió ese espacio en sí mismo, eso también provocó su esclavitud al sistema que inventó Satanás: “El mundo”.
La Escritura dice en Santiago 1:13 “Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie. v:14 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. v:15 Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte”. Podemos decir, entonces, que el éxito del engaño de Satanás fue abrir un espacio en el hombre, y que éste seducido por su pasión interior, vendría a caer en pecado, pero más que cometer pecado, lo grave es el hecho de quedar esclavizado. ¿Qué hizo Satanás para esclavizar al hombre? Se valió del sistema del mundo. Dice Efesios 2:1 “Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, v:2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire…”. Estos versos dicen claramente que en otro tiempo nosotros seguimos la corriente de este mundo. Esto es cierto, pues, la pasión de nuestra carne nos atrae a este sistema. Note hermano que este sistema conoce bien la carne y la debilidad humana; Tal invención es un sistema fundamentado, diseñado, creado y puesto en acción por el mismo Satanás, tal como sigue diciendo Efesios 2:2 “en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, v:3 entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.
En resumen podemos decir lo siguiente: El engaño de Satanás creó un espacio en el hombre en el que éste encontró una faltante y una ambición, tales cosas provocaron su caída y también fueron las que usó Satanás como un fundamento para crear el sistema de este mundo y a la vez, hacer que el hombre se volviera su esclavo.
Que Dios nos muestre la ruta de liberación ante las artimañas de error del maligno.
Apóstol Marvin Véliz
Que podamos ser liberados de esas faltantes y hanciedades que el enemigo aporvecha para pecar que podamos dejar que el Señor nos libere de eso porque satanas se aprovecha de nuestra vida amen
ResponderEliminarHermanos yo creo que hoy más que nunca necesitamos que Dios nos libere de esas faltantes y ambiciones que tenemos en nuestras vidas, porque por medio de eso nos vamos separando poco a poco de la vida de Dios y lo unico que causa eso es muerte, pidamole al Señor que el sea nuestro camino, que el sea el que llene esos basios que tenemos en nuestro interior.Amen
ResponderEliminarEntreguemos nuestra vida a él señor para q pueda liberarnos de todo lo q satanás nos mete para decaer en el señor 🙏🏽 q el señor hoy más q nunca nos libre de todo mal para seguir creciendo en el . Amén.
ResponderEliminarAmén
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