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LOS MAYORES DEBEMOS TRANSMITIRLE A NUESTRAS GENERACIONES LO BUENO QUE HEMOS APRENDIDO EN LA VIDA


LOS MAYORES DEBEMOS TRANSMITIRLE A NUESTRAS GENERACIONES LO BUENO QUE HEMOS APRENDIDO EN LA VIDA

Tito 2:1 “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 2Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 3Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.

En estos versos encontramos algunas recomendaciones que el apóstol Pablo le hace a los hermanos mayores. Las generaciones adultas, como los “Tradicionalistas” y los “Baby Boomers”, tal vez no sean tan aptos para la tecnología como la generación “Z”, pero eso no es razón para obviar lo mucho que los mayores aprendieron en la vida, y lo mucho que tienen para enseñarle a los más jóvenes. La vida no sólo se trata de usar dispositivos electrónicos, y navegar en el mundo del internet, hay muchas cosas que solo se aprenden con los años, y mucho de ello necesitamos enseñarle a las generaciones emergentes. 

No exasperemos a las generaciones más jóvenes con prohibiciones de modas, y tendencias que son muy de su tiempo, pues, cada generación adopta un estilo determinado según su época. Lo que algunos mayores consideran como ridículo en los jóvenes, pueda que sea el mismo pensamiento que los jóvenes tengan de los mayores, por lo tanto, dejemos a un lado las exterioridades, pues éstas siempre existirán, y no quitan, ni ponen en ciertos principios de la vida que les podemos aportar. Es normal que cada generación tenga diferentes gustos en cuanto a la música, modas, maneras de divertirse, y otras cosas que son muy de su época. Si esas costumbres y preferencias contemporáneas no conducen a los jóvenes al pecado, no hay razón para ser demasiado radicales, y obligarlos a que tengan los gustos de los mayores. 

La herencia que los padres deben transmitirle a sus hijos no es sólo de bienes materiales, sino deben heredarse principios, y buenos hábitos. Está bien que los padres les dejen propiedades, o dinero a los hijos, pero lo más grande que les pueden heredar son los principios que ellos aprendieron en la vida. Es necesario que los padres toleren la modernidad de las generaciones más jóvenes, pero de algún modo deben buscar la manera de transmitirles valores y principios para que les vaya bien en la vida. Por ejemplo, aunque hoy en día sea muy normal el homosexualismo, y todas las tendencias desviadas de géneros, los padres deben enseñarle a los hijos varones a ser “Hombres” de verdad, que si un día quieren casarse lo deben hacer con una señorita; e igualmente deben enseñarle a sus hijas a fijarse en alguien del sexo opuesto, y no como en este tiempo que se ha vuelto tan normal el lesbianismo. Está bien que los jóvenes (tanto varones y hembras) no se vistan a la antigua, está bien que usen ropa de moda, pero no saliéndose de los principios morales y de decencia que hemos aprendido en el Señor. Otro de esos buenos principios es enseñar a los hijos a trabajar, a no ser perezosos. El hecho de que tengamos a la mano tanta tecnología no es razón válida para que los hijos no aprendan un oficio, y se vuelvan haraganes, e inútiles. Al contrario, en este tiempo es cuando más los hijos deben prepararse. Los padres deben animar a sus hijos a que estudien, que estén a la altura de los tiempos que estamos viviendo. El cambio generacional no pelea con las buenas costumbres que deben estar presentes en todos los tiempos.

Así que les animo a los adultos a que les enseñen a los jóvenes, los principios fundamentales de la vida. Tanto los varones, como las hermanas ya adultas en Cristo deben tener carga de enseñarle a los jóvenes lo que han aprendido mediante la experiencia de la vida. No debemos predicar a Cristo sólo por medio de palabras, sino a través de todo lo que hemos aprendido de manera vivencial. 

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor. Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
    2 Timoteo 1:2-5

    Muchos comentaristas dicen que Timoteo fue el mejor pupilo de Pablo, por eso le encargó muchas tareas de su ministerio, confiaba plenamente en él, su abuela y su madre pudieron transmitirle el valor del respeto a las autoridades, la obediencia, la dedicación, aún Pablo que lo tomó no solo como un hijo espiritual sino como un hijo en la carne, vemos en las cartas a Timoteo, como lo aconseja hasta en cosas naturales. Pablo en estos versos hace la mención de tres generaciones diferentes pero con la misma pureza de fe. No es imposible transmitir lo bueno de una generación a otra, aunque cada una comparada con la otra sean tan diferentes, el espíritu del Señor que tenemos es el mismo y ese espíritu nos une, es hora de que los mayores nos tomemos la responsabilidad de transmitir lo de Dios y lo bueno que nos ha enseñado la vida a otras generaciones, a nuestros hijos, y a nuestros jóvenes, Loida, Eunice y Pablo hicieron una gran labor en Timoteo, sigamos su ejemplo y dejemos una huella en las nuevas generaciones y un día cuando ya nos toque dejar esta tierra poder sentir esa satisfacción que dejamos hijos, y jóvenes que aman lo del Señor, que sirven en su Reino, que guardan la fe que les transmitimos y que conducen su vida de una manera digna de un hijo del Señor.

    "Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio."
    Filipenses 2:19-22

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  2. Yo creo que nosotros como jovenes necesitamos urgentemente que nos guien a los caminos de Dios y nos enseñen cosas de la vida que aun no hemos experimentado y los adultos son los que nos pueden enseñar, entonces permitamole a los mayores y con la ayuda de Dios que nos encaminen de la forma correcta.Amen

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  3. Como en las iglesias hemos cometido el error de que los jovenes de un lado y los adultos de otro osea hemos hecho una separacion mas no sabemos lo importante que tanto los adultos como los jovenes se puedan unir para que asi pueden aconsejar dar una palabra los adultos a los jovened porque ellos seran las nuevas generaciones y necesitan 0alabra de los ya veteranos amen. Benjamin

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