EFECTOS COLATERALES DE LA LLENURA DEL ESPIRITU EN EL CREYENTE

EFECTOS COLATERALES DE LA LLENURA DEL ESPIRITU EN EL CREYENTE

Quiero mostrarle a usted a través de este artículo algo que me sorprendió porque me di cuenta que cuando llegó el espíritu Santo en el día de Pentecostés, evidentemente bautizó, llenó, los discípulos se pararon y predicaron, pero pasó algo en ellos que normalmente no le prestamos atención y yo veo que ellos no solamente fueron llenos, sino que en esa misma acción del Espíritu ellos fueron libres, liberados emocionalmente y además equilibrados y capacitados a nivel emocional.

Para demostrárselo con la Escritura déjeme darle el siguiente pasaje, donde recordemos que está hablando de 120 judíos de pies a cabeza, como eran los apóstoles, no eran como nosotros que somos gentiles, ellos eran judíos totalmente, pero llega el Espíritu santo a armar una reunión poderosa y liberadora, tan liberadora que los que están expectantes les pasan 2 cosas: la primera es que los oyen hablar cada uno de ellos, a todos, en la lengua en la que ellos se habían criado, porque venían de diferentes lugares. Realmente no es que los discípulos hablaran en diferentes lenguas humanas, sino que el espíritu lo que hacía era que traducía a las personas a su lengua vernácula.

Pero a algunos, Dios no les permitió ese milagro de traducción y pensaron que estaban borrachos. Pero ¿qué actitud tenían los discípulos para que la gente pensara esto? Pedro tuvo que levantarse y aclararles que no era eso que ellos pensaban, esto era porque imagínese 120 locos por el Espíritu alabando, cantando, vociferando cosas del Señor, posiblemente riendo y otros tirados en el suelo, quién sabe que más. Y no es que estuvieran borrachos, sino que habían sido liberados, hay muchas personas a las que les cuesta expresar emocionalmente lo que sienten de tal forma que, si le regalaran hasta un vehículo, lo reciben con la misma simpleza como si les hubieran regalado un dulce, no son como los niños que les regalan una bicicleta y saltan y gritan.

Lo que estos discípulos estaban mostrando fue que en la llenura del Espíritu Santo vino un efecto en la vida de ellos, fueron libres emocionalmente y ¿sabe qué es lo que nos pasa a nosotros? Que vez tras vez quien sabe cuántas veces Dios nos está llenando, pero somos como un vaso boca abajo, que por mucha agua que le echen nunca le causa una llenura, pues no tiene cómo entrar el agua en el vaso. Démonos cuenta que el Señor de parte de suya nos quiere llenar, pero de parte nuestra nos debemos de prestar para que en esa llenura el Señor también opere una liberación emocionalmente en nosotros. De manera que puedo decirle que estas personas fueron libres de sus temores, de su vergüenza, al estar alabando, cantando y sin instrumentos así que, quién sabe cómo eso se escuchaba, pero a ellos no les importó eso, perdieron la pena, la frustración, dejaron de sentir miedo al rechazo ¡Aleluya! Rompieron con los complejos de inferioridad.

A veces pasa que los que se sienten libres emocionalmente se pueden poner una ropa que posiblemente no les luzca muy bien, pero uno hasta siente que les luce, porque ellos no tienen complejos, en cambio las personas que tienen problemas con su interior siempre se preocupan por como los ven los demás, tienen que volverse imitadores tienen que frustrarse en lo que desean, tienen conflictos interiores, problemas de inferioridad y aún más negación a la felicidad. Estos discípulos se soltaron de tal manera emocionalmente que empezaron a ser felices ahí mismo y ¿Cuántos de nosotros no tenemos conflictos con ser felices? Tanto que el Señor está operando en nosotros y nos negamos a serlo, agarramos el Evangelio como si fuera una carga o una penitencia, sin darnos cuenta que cuando el Espíritu viene, él quiere liberarnos de manera que la felicidad, el gozo y la alegría sean parte de nosotros y también cuando nos toca sufrir debemos aceptarlo, pero cuando hay cosas alegres ¿por qué negarnos?, si el Evangelio es maravilloso, es liberación ¿por qué debemos estar reprimidos?

Las personas más felices de este mundo deberían ser los hijos de Dios, a tal grado que Pablo dice: “felices en la tribulación” y eso ni siquiera se entiende, el Señor nos liberó de vergüenza, pena, rechazos, complejos de inferioridad, de la negación a la felicidad. Tantas cosas de las que el Señor nos liberó a los creyentes, porque es notorio ahí. Porque no somos solamente un costal de huesos, músculos y órganos sino más que eso somos unos seres internos, compuestos de asuntos espirituales y de asuntos psicológicos, conectados espiritualmente con este cuerpo, por eso Dios en toda su obra, se está ocupando no solamente de que corra el poder, sino que ese poder nos liberte a nosotros.

Dios libertó a los discípulos en pentecostés de algo muy particular: de expresar su fe en Jesús y la manera en la cual él mismo se había revelado a ellos fuera de la religión. Los judíos relacionaban hablar del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo con un animal de 4 patas, que había que llevarlo al altar del sacrificio y ahí matarlo para Dios, a eso se referían en su contexto social, ahora hablar de que el Mesías triunfante que todo Israel esperaba, lo habían crucificado y que casualmente solo ellos lo habían visto resucitado, eso era suficiente para que todos los discípulos acomplejados se escondieran como lo hicieron, se fueron a pescar, otros se fueron para Emaús y otras cosas, porque decían que creían que Él era quién iba a liberar al pueblo de Israel, pero ahora ya estaba muerto. Los que se quedaron tuvieron además de la experiencia de la resurrección, el valor de testificar y no sólo el valor que les dio la unción, sino que también la libertad de hacerlo.

A veces nos pasa que quisiéramos hablar en las reuniones, pero no encontramos que decir, nos trabamos, entonces lo que se necesita es una liberación emocional del Señor, no solamente el poder porque ese poder debe pasar primeramente liberándonos para que después llegue la gente y nos toque y vean los efectos del poder.

EL EQUILIBRIO EMOCIONAL

A mí me sorprendió algo, que no sólo les trajo una liberación emocional a los discípulos sino que también, un equilibrio y una capacidad emocional, dicho con otras palabras, diríamos que el Espíritu Santo explotó o sacó las virtudes de los que los científicos conocen modernamente como “la inteligencia emocional”, primero hizo que los discípulos lograran un equilibrio pero también una capacidad emocional para saber manejar lo que científicamente se conoce como “la mente emocional y la mente racional”, los discípulos entraron a un equilibrio por la obra del Espíritu Santo y le voy a explicar el por qué.

Hechos 2:4 

“Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.”

¿Cómo se relaciona ese versículo entonces con el equilibrio emocional? A muchos Dios les ha querido dar el don de lenguas, pero se han privado de ellas por problemas emocionales. Este don de lenguas, a pesar de que para la Iglesia era más beneficioso el don de la profecía, ya que el don de lenguas trae un beneficio completamente personal como dice 1ª Corintios 14:4 

“El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia”, 

pero a pesar de eso no deja de ser impactante al verlo, también era un ejercicio espiritual que le daba amplitud al mover del espíritu.

Según 1ª Corintios 14:14 

“Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto” 

Eso quiere decir que el que recibe el don de lenguas tiene la capacidad, por el Espíritu de hablar algo sin conexión, dejando en pausa el uso de la razón y eso nos hace a nosotros tener un equilibrio maravilloso en la parte espiritual. ¿Por qué cree que Pablo dice? “Yo quisiera que ustedes hablaran muchas lenguas, solo que al congregarse sean limitados al hablarlas porque si no hay quien interprete no lo hagan” él no está diciendo que no se hable en lenguas, él dice que es un don para la edificación del Cuerpo menos relevante, pero no menos relevante para nosotros mismos porque dice que el que habla en lenguas a si mismo se edifica.

¿Cómo se edifica al hablar en lenguas si no las entiende? Es porque en las lenguas está entrenándose a movilizar su parte emocional sin que acciones su parte racional, nuestro gran problema es que el que tiene conflictos con tener que analizar todo, el Evangelio lo suscribe a la razón y parte de que nosotros no somos tan vivenciales en nuestra vida espiritual es porque queremos que todo pase por nuestra cabeza. Pensamos que, si entendemos, poseemos, pero no es así, vivir y experimentar sí lo serían, aunque usted no lo pueda explicar. Usted puede no ser un experto para hablar de matrimonio, pero está casado así que, experimenta lo que es tener cónyuge y alguien puede ser hasta un consejero matrimonial y no estar casado.

Cuando el Espíritu vino y visitó a los discípulos por primera vez ¿por qué les dio las lenguas y no otros dones?, los cuales hubieran sido muy impactantes si se hubieran puesto por ejemplo a discernir espíritus, sanar enfermos, a echar fuera demonios, etc. Porque las lenguas era una capacitación para ellos, era meterlos a ese equilibrio que necesitamos todos, el cual nos da amplitud para que el Espíritu Santo se mueva, un ejercicio espiritual en el cual nosotros aprendemos a poner de forma subyacente la mente racional y le damos lugar a la mente emocional.

Dios quiere usarnos, en otras palabras, bajo ese fluir en la parte emocional de nosotros, porque si nosotros no entramos a esa esfera emocional, no podemos transmitir la vida de Dios, por eso los discípulos al principio cuando conocieron al Señor les dijeron a otros: “ven y ve”, no les explicaron quién era Jesús ni quien era el Mesías, dijeron “Ven a vivir lo que nosotros estamos viviendo”, nuestro Evangelio va a cambiar, va a ser viviente, poderoso, y nos va a obligar la misma conciencia a expresarlo cuando nosotros no solamente lo creamos, lo estudiemos, lo hablemos sino, cuando lo vivamos. Necesitamos caminar por la vía de las emociones, tiene que haber una transmisión una experiencia que nos toque, porque cuando la vida divina impacta nuestras emociones, se arraiga en nosotros y usted lo transmite igual, la explicación deja de ser explicación y se vuelve un testimonio. Dios quiere que nuestras palabras se hagan testimonio y para que eso suceda tienen que ser experiencia y para ser experiencia, tienen que ser vividas y para vivirlas necesita emociones. Necesitamos que usted vibre, no al son de solo sus emociones sino al son de las emociones movidas por ese poder y llenura que trae el Espíritu Santo.

Resumiendo, debemos buscar la llenura del Espíritu Santo, pero no debemos negarnos a ser libres emocionalmente, para que en verdad el Señor nos pueda usar. Religiosa e incluso evangélicamente hace muchos años nos enseñaron que todo lo de Dios, no le deberíamos de meter las emociones, entonces nos enseñaron a ser frívolos, a ser usados por Dios, a expresar a Dios, a manifestar a Dios, pero como si fuera un cable donde pasa corriente para hacer funcionar un micrófono, pero ese cable sigue muerto y así nos hemos vuelto, así nos enseñó la religión, a ser nada más que un vehículo, un cable inerte donde pasa corriente, pero esa no es la manera de Dios. Si nosotros de verdad queremos ser usados y aún más los hermanos de las generaciones maduras impactar a la generación presente, a esta generación emergente, debemos de vivir el Evangelio y no solo hablar y hablar de este.

“Una vida que la llena el Espíritu Santo y no permite su liberación emocional es como el alabastro de perfume que no se puede usar porque está sellado.”

Usted no busque solamente ser lleno, busque que en esa llenura el Señor le liberte, no se quede sellado, si Dios lo está visitando responda. Deje que sus emociones se liberten por el Espíritu, no le tenga temor a eso. Ya es tiempo que dejemos de estar con cara de membrillo en las reuniones, de estar tiesos y la gloria de Dios pasando y ustedes ni siquiera como las palmeras que se mueven un poco sino que pasa y pasa el tiempo y siempre está en el mismo lugar.

“Nadie le sirve a Dios sin sus emociones y nadie le sirve a Dios solo con sus emociones.”

Apóstol Marvin Véliz