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EL DECAÍMIENTO EN LA RUTA DEL CREYENTE

EL DECAÍMIENTO EN LA RUTA DEL CREYENTE


Lectura sugerida: Lucas 24:13-35

Quiero hablarle acerca del decaimiento en la ruta del creyente, lastimosamente nosotros por nuestro orgullo, por nuestro falso yo o por nuestra Religión, muchas veces fingimos, pero en realidad mucho de nuestro camino en el Señor la pasamos decaídos. No sé cuán honesto podría ser usted, pero si no se abre y bota en usted cualquier tipo de orgullo o de falsedad religiosa que tenga y se ubica en su verdadera condición, no sacará provecho a este artículo.

Hermanos debemos reconocer que la mayor parte de nuestra caminata en el Señor en realidad pasamos decaídos, en nuestro interior nos faltan las fuerzas que necesitamos, nos falta ese vigor espiritual que nos hace caminar y que aún más nos hace alegrarnos y regocijarnos aún en medio de la adversidad. Nosotros también en los pocos espacios que tenemos de experiencia con el Señor sabemos que cuando el Señor tiene en nosotros encendido el fuego del Espíritu, cuando nuestro propio espíritu está ardiendo en el Señor, prácticamente pase lo que pase nada nos detiene, el gozo permanece aún en medio de las tribulaciones.

¿POR QUÉ DECAEMOS EN NUESTRA CAMINATA EN EL SEÑOR?

Habrán muchos factores indudablemente, pero yo quiero, basándome en ese pasaje, tomar la lección de los hombres que iban camino a Emaús, y ver algunas cosas que indudablemente también a nosotros nos pueden acontecer, por lo cual la mayoría del tiempo vivimos desanimados en el Señor.

PRETENDEMOS ETERNIZAR TODAS LAS COSAS

En este pasaje de Lucas, para los discípulos la muerte del Señor marcó una etapa que se terminó y el inicio de una etapa que no entendían, en realidad esa fue la razón por la que los discípulos mismos que iban camino a Emaús, manifestaron que estaban así. Ellos, con un semblante entristecido, no se daban cuenta que le estaban diciendo al mismo Señor que lamentaban que se hubiera terminado esta etapa del nazareno, no obstante que iba caminando con ellos, Porque hemos de reconocer que el Señor no los había dejado, y que incluso se les apareció fisicamente en el camino, lo que sucedía era que sus ojos no estaban abiertos para reconocerle. En realidad, esa es la razón por la cual muchos de nosotros tenemos problemas, ¿Cuál? nosotros tendemos, en nuestra humana naturaleza caída, a pretender eternizar todas las cosas que nos gustan, que nos causan satisfacción, exactamente igual como los discípulos cuando el Señor los subió a la experiencia del monte de la transfiguración y cuando Pedro vio a Moisés, a Elías y al Señor resplandecientes dijo, 

“Señor hagamos aquí tres enramadas y terminamos nuestros días acá ¿para qué bajar?” 
(Mateo 17:4) 

Nos encanta perpetuar alguna etapa de nuestra vida, tenemos conflictos con nuestra vida misma.

Estos discípulos entraron no solo en crisis ellos decayeron en su vida cuando vieron que se terminó la época del nazareno, la época del profeta milagroso y cuántos de nosotros en realidad ni cuenta nos hemos dado que decaemos en el Señor porque algo de lo que disfrutábamos se acabó. Tal vez usted participaba en el área de alabanza, pero sus estudios y/o su trabajo ya no le permiten hacerlo, usted se realizaba en su área, pero ahora que ya no toca, ahora que ya no canta, ahora que no hace nada de esto, no puede asimilar la nueva manera en la que Dios lo tiene. Dios es un Dios de ciclos, nos trata dentro de estos ciclos y muchas veces nosotros no aceptamos cuando se termina una etapa.

Cuando no aceptamos los cambios en la ruta del Señor, cuando como creyentes no nos damos cuenta de que esta ruta es orgánica, que tiene altos tiene bajos, tienen montañas y tiene valles, que tiene tiempos de gloria y tiempos de desierto, que tiene tiempos en que el velo se corre y tiempos en el cual tenemos que estar frente a él, sin sentir, sin ver, con tinieblas, pero aun en medio del valle de sombra y de muerte El Señor está con nosotros, al no ver estas cosas, al no tener conciencia de ello, decaemos en El Señor, entramos a una depresión espiritual porque estamos inconformes con lo que está pasando, como estos hombres que dijeron “nosotros pensábamos que él habría de libertar a Israel pero ahora hace tres días que ya ni lo vemos”. Pero recuerde las palabras sabias de aquel hombre: “Jehová dio, Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito”

¿Cuál era la condición de los decaídos? Oscuridad, falta de luz, no poder ver, El Señor les apareció pero sus ojos estaban velados, cuando usted está decaído la alegría que le dan le sabe a hiel, la visita de un hermano le cae mal, el abrazo de alguien lo ve usted como hipócrita, en otras palabras, interiormente decaemos. El gran problema de estar decaído es que usted no tiene capacidad de recibir nada, imagínese estos discípulos hasta discutiendo con El Señor acerca de lo sucedido con el nazareno, y el nazareno iba junto con ellos, nos entorpecemos, pareciera que no encontramos una salida, empezamos a correr peligro cuando estamos en ese tiempo de decaimiento espiritual, porque somos presa fácil del enemigo, por eso, yo quiero que usted se dé cuenta que en esa condición perdemos la percepción de lo que Dios quiere hacer con nosotros.

Entonces cuando Dios cierra un ciclo en nosotros, cuando Dios cambia, cuando decide hacer las cosas de otra manera, cuando Él permite que tu ecosistema emocional colapse, cuando permite que tus seres queridos, que el amor de tu vida te falle de cualquier manera, cuando te quedas solo y aún para muchos cuando sus finanzas reciben un descargo grande, cuando de tener abundancia pasamos a tener necesidad, cuando de estar nutridos y abundados pasamos a tener hambre, cuando de estar en la cima nos cambian las cosas y caemos, y decimos “yo pensaba que el Señor me iba a seguir ayudando”, “yo pensaba que mi hijo…”, “yo pensaba que mi esposo…”, “yo pensaba que mi esposa…”, usted pensaba que eso iba a ser eterno y de repente se da cuenta que no es así, todas las cosas interiores y exteriores que están cambiando inevitablemente en la vida hacen una red de micro depresiones en nosotros, que espiritualmente nos hacen reclamar y estar inconformes con el Dios en el que hemos creído. Cuando usted llega a esa condición, dese cuenta que es una condición crítica, porque si usted se encuentra así llega un hermano, al ver su condición, a compartirle alguna Palabra o algún versículo de la Biblia y usted piensa que ya sabe todo lo que le van a decir, ya sabe hasta el versículo que le quieren leer y se cierra a escuchar, no se le encuentra por ningún lado, hasta se adelanta a advertirles que no me llamen a mí.

Querido lector, cuando nosotros estamos decaídos, nuestro camino es oscuro, nada de lo que Dios pueda hacer, nada de lo que Él está haciendo o de lo que está entretejiendo para nuestro bien lo podemos ver. Observe a estos hombres, ellos iban de rostro entristecido, iban decaídos, conversando o más que eso iban quejándose, lamentándose el uno al otro de lo que había acontecido, renegando de las cosas, de los cambios. Espero en Dios que los que han obrado en su corazón así, se vuelquen al Señor y le pidan perdón y permitan que El Señor del cielo haga una obra de restauración en sus vidas, para que el manto de tristeza se vaya de usted y venga el óleo de alegría, la unción de Dios y le pueda traer tiempo de refrigerio, y el nuevo ciclo que está por empezar en usted se pueda desarrollar por el Espíritu.

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. La verdad esta palabra me a hecho reflexionar bastante y me a abierto los ojos para poder entender que en la mayor parte de mi vida e vivido inconforme con Dios apesar de como el a obrado en mi vida, y a causa de todo eso me e apartado del objetivo por el cual cada uno estamos en este mundo y es para póder vivir a Cristo y poder manifestarlo. Que Dios nos ayude a dejar nuestros deseos, anhelos y permitamosle que el sea vida en nosotros, y solo de esa manera nuestra caminata en el Señor no sera de decaimiento sino de gozo y de disfrute para nuestras vidas.AMEN

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  2. Como el ser humano trata de siempre querer que todo sea eterno como la relacion con su familia, amigos, novia etc. Y estamos felices cuando todo en la vida nos va bien pero cuando el señor decide que quiere probar nuestro corazon nuestro espiritu y empieza a poco poco quitarnos todo eso que nos daba felicidad nos podemls dar cuenta como decaemos y nos entristecemos y eso no debe ser asi al contrario debemos siempre estar felices de que apesar de que todos nos abandonen el Señor siempre estara con nosotros el nunca nos abandonara, pero muchas veces pensamos que si nos va mal es que el Señor ya no nos quiere y no es asi el lo que quiere es obrar en nuestro interior poder quitarnos esos programas emocionales y nuestro falso yo que impiden que avancemos en nuestra caminata espiritual amen.

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