SOLO POR MEDIO DE LA REVELACION PODEMOS DISFRUTAR LAS RIQUEZAS DE SU GLORIA.
Parte II
En Efesios 3, el apóstol Pablo nos explica los beneficios que nos trae la revelación de Cristo. Primeramente nos dice que el Señor viene a habitar a nuestro espíritu, y por lo tanto, debemos procurar que ese hombre interior sea fortalecido. Luego sigue diciendo en Efesios 3:17
“para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura…”.
Veamos como el apóstol Pablo nos explica los beneficios que nos trae la revelación de Cristo, y cómo el Señor quiere trasladar Su morada a nuestro corazón, porque esto es en realidad el beneficio más glorioso que obtenemos en el Evangelio.
Los versos anteriores nos dicen que debemos estar arraigados y cimentados en amor; vemos pues, que esto ya no es un asunto personal, sino un asunto corporativo. Acá empezamos a entender por la revelación, que entre los hijos de Dios nos debemos a una comunión de amor. Pablo dice que debemos estar arraigados en amor, y ser plenamente capaces de comprender con “todos” lo santos este misterio, en otras palabras, no es una dimensión en la que existo solo Dios y “yo”, sino que nos debemos a una comunidad.
Si nuestro espíritu está fortalecido, el Señor empezará a morar en nuestro corazón, y estando llenos de Su amor, podremos vivir y disfrutar, junto con todos los santos, la esfera del Cuerpo. Nosotros no podemos amar a nuestros hermanos con nuestro espíritu, debemos amarlos con el corazón. Esto lo dice 1 Pedro 1:22
“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro”.
Es necesario un espíritu fortalecido que gobierne el corazón, porque sólo así podremos amarnos genuinamente los unos a los otros. Nuestro corazón debe ser quebrantado, ya que al hombre natural le es imposible conmoverse ante la necesidad de un hermano, a causa de su corazón endurecido; necesitamos un corazón dócil, obediente a nuestro espíritu, que sepa hacer misericordia. Dios no sólo necesita estar en nuestro espíritu, Él necesita habitar en nuestra mente, en nuestros sentimientos, y en todo nuestro ser para poder expresarse a través de nosotros. Cuando Dios more en el corazón, es cuando más vamos a palpar lo divino en nosotros, pues, empezaremos a expresar Su Vida.
El aislamiento y la falta de amor no son síntomas de aquellos que tienen a Cristo viviendo en Su corazón. La Vida inherente de Cristo nos llevará a arraigarnos a la Iglesia, se nos volverá una necesidad congregarnos. Qué bueno cuando sentimos que no podemos vivir fuera del Cuerpo de Cristo. Ahora bien, no sólo debemos sentirnos arraigados, sino también cimentados en amor; es decir, llevar esta relación más allá del compañerismo cristiano, porque de esta manera sublimamos la relación con los hermanos al nivel genuino del Cuerpo de Cristo. Si amamos a nuestros hermanos como a Cristo, un día estaremos dispuestos a dar nuestra vida por ellos, como para el Señor.
La revelación nos permite llegar al conocimiento pleno de Dios, pero la clave para ello la encontramos en Efesios 3:18
“… seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura. v:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.
La clave para conocer plenamente al Señor es por medio del principio corporativo, es entender que sólo lo vamos a conocer “Con todos los santos…”. Debemos arraigarnos a la Iglesia, saber que no podemos vivir en otro lado que no sea ese terreno, pero además, debemos cimentarnos en amor, esto es, amar a los hermanos “a pesar de”. Debemos permanecer en el Cuerpo de Cristo aunque los hermanos tengan debilidades, pecados, carencias, etc. sea como sea ellos son la Iglesia. Si logramos tal arraigo, y tal cimiento, alcanzaremos la plenitud del conocimiento de Cristo.
A manera de ejemplo, dice Apocalipsis 1:10
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea… v:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre… v:20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias”.
Notemos que lo primero que vio Juan fueron siete candeleros, y en el v:20 dice que esos siete candeleros eran las siete iglesias; El candelero es usado para dar luz, para alumbrar las tinieblas, quiere decir que si nosotros somos capaces de escuchar la voz de Dios en medio de la Iglesia, podremos tener una revelación más profunda de Cristo Jesús.
¡Dios les bendiga!
Apóstol Marvin Véliz
Que maravillosa esta palabra y que glorioso es poder entender que si cada uno de nosotros deseamos con todo nuestro ser poder ser partes de ese disfrute que solo lo da Dios necesitamos que en nuestras vidas se nos sea revelado lo que el Señor desea para la iglesia, para nosotros que somos su cuerpo, necesitamos que la vida de Dios pueda avitar en nuestro interios porque esa sera la unica manera en la cual nosotros vamos a poder vivir la vida de iglesia, vamos a poder mostrar el amor al cuerpo de cristo y vamos a poder realizar su obra segun su voluntad. AMEN
ResponderEliminarQue atravez de esta palabra podamos empezar a ser mas coporativos a que podamos demostrar el amor al cuerpo de Cristo y permanecer en esa esfera de iglesia porque solo de esa manera podremos conocer lo divino a Cristo mismo pero es importante que nos apeguemos a la esfera de Cristo que lleguemos a tal amor que demos nuestra vida por ellos y por nuestros hermanos y asi tambien lograremos ser una iglesia que da luz a las personas del mundo.
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