“ESTRUCTURAS RELIGIOSAS VS CONFORMACIÓN DE LA VIDA DIVINA”
A Nosotros quisieron provocarnos el crecimiento a través de estructuras, cuando lo que necesitamos es crecer en la vida orgánica que Dios designó para nosotros que somos Su Cuerpo, La Iglesia. Explico este pensamiento:
Normalmente todos lo que conocemos al Señor, inmediatamente le conocemos, independientemente la religión que nos haya albergado en el tiempo en el que conocimos a nuestro Señor Jesucristo, nos empiezan a querer provocar el crecimiento a través de las estructuras, así aprendemos muchas cosas relacionados a la vida cristiana: aprendemos un bueno comportamiento, aprendemos muchas cosas basadas en la Escritura, pero estructuradas a la manera del pensamiento lógico y teológico en que los hombres han podido percibir el Evangelio.
De esa forma la estructura de cada una de las religiones, denominaciones, o como usted quiera llamarlo, que la iglesia institucionalizada ha aportado para el “desarrollo” de los creyentes ha venido a formar creyentes no precisamente conforme a la imagen del Señor o conforme a la manera orgánica en la que el Señor ha deseado desarrollar a sus hijos, sino que ha venido a cambiar la mentalidad para recibir una visión misional una visión individualista, una manera institucionalizada de concebir el evangelio del Señor, pero nosotros en el plan del Señor no fuimos llamados para que nos estructurara ningún tipo de entidad, institución, ministerio o como se quiera llamar, sino que simple y sencillamente fuimos llamados por el Señor para aceptar la Vida Divina, pegarnos a los que también tienen esa vida divina fluyendo en ellos, nuestros hermanos los miembros del Cuerpo unidos en amor y formando lo que son las localidades en cada una de sus congregaciones, reunidos de esa manera e ir creciendo conforme a la cabeza, como lo dice Efesios capítulo 4.
Estas dos maneras de crecer en el Señor (Estructuras y Ambiente orgánico) distan de tener una similitud una de la otra, si nosotros no somos cautos pensamos que una o la otra son parecidas, o en cierto caso no encontramos diferencia alguna, pero conforme nosotros vamos avanzando en el Señor nos vamos dando cuenta que la vida que estamos tratando de vivir en el Señor, teológicamente no concuerda con todo lo que podemos ver en la Escritura, y la experiencia dista mucho de lo que está reflejado en la Escritura de cómo se puede hacer practico y viviente en nosotros el evangelio del Señor.
Nosotros fuimos llamados para ser conformados con la Vida Divina que fluye en nosotros, compartiéndola en la reunión con los santos en unidad, como cuerpo de Cristo, ahí nosotros recibimos toda la herencia, todo el fluir de la vida completa que el Señor designó para nosotros, ahí se destapan todas las riquezas de Cristo como nos lo dicen las cartas de Pablo: unidos en amor seamos capaces de comprender la altura, la profundidad, la anchura y todo lo demás que tiene que ver con el amor del Señor. Ahora bien la gran mayoría de nosotros no tuvimos esa experiencia de conocer al Señor de esa manera y ser conformados por la Vida Divina en el Cuerpo, sino que de una vez al convertirnos la gran mayoría empezamos a recibir las estructuras, esas estructuras nos enseñaron a amar los nombres, nos llevaron a amar a las denominaciones, nos llevaron a amar un movimiento más que al mismo Señor, nos separaron del cuerpo de Cristo, nos proveyeron sutilmente de un orgullo denominacional o religioso como usted quiera al grado que podemos defender más la causa de nuestro movimiento o de la estructura que aprendimos, que la misma causa del Señor.
Quisiera motivarlo a usted a que se vea a sí mismo, y que se rete en el Señor a poder dar un paso más en su vida cristiana y tener el valor de poder soltar las estructuras que no fueron diseñadas por el Señor y permitirle al Espíritu Santo que conforme a la Vida de Resurrección, el Espíritu vivificante que Dios hizo y que habita en cada uno de los que creemos, a través del cual nos invitó a participar del Cuerpo, de la Iglesia, de los santos que han tenido la misma experiencia y con base a eso ir creciendo en la Vida Divina, quedándonos en ello e ir creciendo conforme a la economía que Dios ha planteado en el Nuevo Testamento. No tenemos de que echar mano de ninguna ideología o de ninguna visión de los hombres, de ninguna visión institucionalizada de alguna denominación o religión, sino que simplemente tenemos el Nuevo Testamento, para ir siendo configurados mientras recibimos lo del Señor, experimentando esa revelación por el Espíritu del Señor, y abriéndonos más a esa revelación con la comunión de los santos, con aquellos que con un corazón sencillo y honesto están buscando al Señor sin ninguna alabanza o altivez, sino que todo viene de Cristo Jesús como lo dice Filipenses 3:3
“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”.
Estimado lector quiero invitarle y retarle a usted a que deje a un lado la estructura de los hombres, que deje a un lado lo que Dios no plantó, y atrévase a recibir la conformación que Dios quiere hacer en usted por medio de Su Vida, que ya está en usted, y por medio de la reunión con los santos.
No piense usted que un nombre o un edificio le va a dar la virtud que la Biblia no nos enseña. La Biblia nos enseña qué es en la comunión con los santos donde la Vida de Dios se manifiesta, dónde el Señor hace crecer y desarrollar al creyente y donde podemos alcanzar la medida del varón perfecto.
Apóstol Marvin Véliz
Que hermosa esta palabra porque nos damos cienta lo importante que es salir de esa estructura religiosa que el hombre a creado que ha hecho de la iglesia algo individualista y nada organico y eso no esta birn que podamos entender la verdad y que se nos sea revelado que Cristo no es una religion si no es algo organico y viviente amen.
ResponderEliminarDios te bendiga hno amado Marvin te escribo por este medio por ke no tengo otro contacto es para avisarte ke hoy 17 de mayo será el entierro de hno chemita de alabanza
ResponderEliminarEsta en funeraria de la fuerza armada. Saldrán a la una de allí al cementerio de cuscatancingo campo amor de mejicanos