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Mostrando entradas de noviembre, 2015

CÓMO PODEMOS HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

CÓMO PODEMOS HACER LA VOLUNTAD DE DIOS Si la naturaleza regenerada que tenemos en nuestro espíritu, es de arriba, es absurdo pensar que va a desear las cosas de abajo. El fundamento de nuestra Vida en Cristo es de arriba, pero cada vez que le damos rienda suelta a nuestras pasiones, nos vemos ensanchados en nosotros mismos, de manera que nos vemos escasos para hacer la voluntad de Dios El hombre natural se formó con la caída del hombre en el huerto, tal hombre caído llegó a ser totalmente contrario a la voluntad de Dios. Lo que hizo al hombre un ser deplorable fue  el acto de voluntad propia con el cual se llegó a sentir independizado de Dios.  Si nosotros hemos recibido una nueva Vida en Cristo, debemos saber que el fundamento de esa Vida es totalmente contrario a la vida del hombre caído, por lo tanto, esa Vida intuitivamente se inclinará a buscar la voluntad del Señor. La mente “evangélica” nos enseñó que debemos pensar en hacer la voluntad de Dios hasta que casi se

LA NECESIDAD DE SER DILIGENTES

LA NECESIDAD DE SER DILIGENTES INTRODUCCIÓN: Quiero empezar por decir que la diligencia es más que básica y necesaria para servirle al Señor. Recordemos que el servicio al Señor está relacionado con la Vida divina, y no sirve de nada que prediquemos y expliquemos que Cristo es el Salvador, si no impartimos Vida entre los hombres. Dios nos llamó a ser impartidores de algo intangible, así es Su naturaleza. Debemos tener conciencia que la Vida Eterna es la realidad más grande que el hombre puede alcanzar en este mundo, y a la vez, lo que nosotros debemos poner al alcance de los hombres. Dice  La Escritura en Juan 1:17 “Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo” . Es, precisamente, en este punto donde la diligencia se vuelve un factor de mucha importancia, pues para mantener el fluir de vida necesitamos ser diligentes, sólo de esta manera la vida de Dios estará activa en nosotros. Leamos los siguientes

EL CONOCIMIENTO DE DIOS Y EL CONOCIMIENTO HUMANO

El Conocimiento de Dios y el Conocimiento Humano. 1 Corintios 8:1 “En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica. v:2 Si alguno cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como debe saber; v:3 pero si alguno ama a Dios, ése es conocido por El”. En este pasaje, el apóstol Pablo trata el aspecto de lo sacrificado a los ídolos, tema polémico para muchos de los hermanos de Corinto aunque para otros era algo normal, pues, era costumbre ver en los mercados a muchas personas vendiendo carne ofrecida a los ídolos. Sabiendo el apóstol Pablo que el asunto de lo sacrificado a los ídolos era un asunto pecaminoso, aunque muy relativo en ciertos aspectos, tuvo que introducirse al tema utilizando los versículos de 1 Corintios 8:1-3 . Para que entendamos el contexto de este pasaje, el conflicto para los corintios era ir a la carnicería y comprar carne que había sido sacrificada a los ídolos. El apóstol l

EL AMOR AL PROJIMO

EL AMOR POR EL PROJIMO:  Es un gran problema no distinguir entre el amor que proviene del Espíritu y el amor humano. El problema de querer hacer la obra del Señor con el amor humano es que se despierta en nosotros la filantropía, es decir, un amor que al fin de cuentas no es más que un producto de la carne. Cuando carecemos del amor que proviene del Espíritu, podemos caer en un gran error, en querer hacer algo grande, encomioso, laborioso, etc. pero no necesariamente eso sea lo de Dios. Dice 1 Corintios 13:3 “Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha” . Muchos sectores de la Iglesia han terminado haciendo grandes obras para con el prójimo, pero no necesariamente “todas sus obras” provienen de Dios. ahora bien,  nadie  puede juzgar eso, sino sólo Dios y nosotros mismos.  La obra de Dios está definitivamente puesta en el género humano . Dios decidió hacerse hombre

LA FORTALEZA EN EL SEÑOR

  LA FORTALEZA EN EL SE Ñ OR. 2 Timoteo 2:1 T ú , pues, hijo m í o, fortal é cete en la gracia que hay en Cristo Jes ú s. Hermanos amados, es necesario que, a medida que caminamos con Dios, veamos que en medio de los problemas, las tribulaciones, las angustias y las diversas dificultades por las cuales estemos pasando, en medio de todo esto, el Se ñ or no nos ha abandonado, É l siempre est á presto a darnos Su provisi ó n para que estemos fortalecidos en É l. Muchas veces pensamos que la ú nica manera de estar fortalecidos es no estar en medio de tribulaciones, hemos convertido la fortaleza en un sin ó nimo de decir: “ si no tengo problemas, estoy fortalecido ", pero eso s ó lo es un indicio de nuestra precaria situaci ó n espiritual y la falta de fortaleza que no hemos encontrado en el Se ñ or, porque É l nos ha ofrecido en todo tiempo fortalecer nuestro hombre interior, es decir, nuestro esp í ritu. La fortaleza del Se ñ or es algo que est á por