EL PODER QUE EJERCE EL SISTEMA DEL MUNDO SOBRE LA HUMANIDAD

EL PODER QUE EJERCE EL SISTEMA DEL MUNDO SOBRE LA HUMANIDAD

El poder del diablo que hace violencia al Reino de los Cielos es el poder del mundo. Este poder es también usado por Satanás para complementarlo junto con la religión, pero en esta ocasión hablaremos de cómo el sistema mundanal esclaviza al hombre. A través de este poder el diablo también logra apartarnos de la Vida de Dios. Definamos “el mundo” como un sin número de formas de gobierno, necesidades y deseos que Satanás hace que imperen sobre la humanidad. 

Parte del sistema del mundo son los gobiernos de las naciones. En el mundo han existido hombres que han sido verdaderos tiranos sobres los pueblos a los que gobiernan y muchos de ellos se han dado a la tarea de perseguir a los creyentes, incluso dándoles muertes dignas de lamentar. Podemos remontarnos a los tiempos de la Iglesia del principio donde los emperadores romanos tiraban a los creyentes a los circos romanos para que murieran como un espectáculo siendo devorados por bestias salvajes. Pero cualquiera que sea el gobierno que exista en un país, éstos han sido elaborados por el mismo diablo y al final causarán una persecución ú opresión sobre los verdaderos hijos de Dios. Hoy en día vemos dictaduras, gobiernos comunistas, socialistas, capitalistas, etc. de algo podemos estar seguros: Satanás está en medio de todo esto con el fin de atrapar las almas de los hombres y esclavizarlos para que sean útiles a sus planes malévolos. 

El sistema del mundo engaña tan fácilmente al hombre porque le hace creer que es libre, es más, el diablo ha tenido el cuidado de convertir la mayoría de los gobiernos en democráticos para hacerle creer al hombre que goza de sus derechos y libertad, sin embargo, toda la humanidad está esclavizada a Satanás por medio de los diferentes sistemas que gobiernan el mundo. Los únicos que tienen una puerta de escape ante el sistema del mundo son los que han nacido de nuevo y que se encaminan en pos de una patria mejor. El Señor Jesús dijo lo siguiente: Juan 17:14 “ … no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. v:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. ¡Aleluya! El Señor Jesús dijo que los suyos ya no son del mundo, quiere decir que los hijos de Dios son verdaderamente libres, también dice 1 Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”; no sólo se han solventado nuestros pecados, si no que nos han cambiado la esfera de nuestra existencia, ya no estamos más bajo el poder de las tinieblas, estamos en luz. 

Ahora bien, el problema del sistema del mundo es muy sutil hasta el día de hoy porque todo el tiempo que pasó desde Adán hasta Cristo, el diablo fue el dueño del mundo, porque aunque Dios no lo dispuso así, el hombre mismo le entregó al diablo el derecho que le correspondía de gobernar sobre todo lo creado. Por esta razón es que cuando el diablo tentó a Jesús, este fue su argumento. Lucas 4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. v:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. El diablo tuvo potestad sobre todos los reinos de la tierra porque Adán se la entregó. Sin embargo, el postrer Adán lo vino a vencer. Cristo lo venció rotundamente y lo despojó de todo lo que originalmente le había sido dado al hombre. Hoy en día el diablo ya no posee nada porque todo le fue entregado a Cristo, sin embargo, continúa como un usurpador que no quiere entregar lo que ya no le pertenece, pero legalmente ya Cristo lo venció y le quitó todos sus derechos. En asuntos prácticos el diablo sigue siendo el dueño del mundo porque lo sigue usurpando desde su posición. Es como el caso de un inquilino, cuando el propietario de la casa en alquiler lo quiere sacar porque no paga, entonces viene el propietario y le presenta al inquilino la orden de desalojo emitida por el juez. Pero aún así el inquilino no se va a ir en ese mismo instante que han dado la carta, tendrán que pasar todavía ciertas cosas para que el inquilino desocupe la casa. Pues eso es lo que hace falta con el diablo, la Iglesia tiene que despojar al diablo de todo. Dice Efesios 1:19 “… Según la operación del poder de su fuerza, v:20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, v:21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; v:22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”. Es la iglesia la que debe tomar posesión de lo que le pertenece a Cristo. Jurídicamente Cristo ya es Rey de Reyes y Señor de señores, solamente está esperando que la iglesia lo declare Rey aquí en la tierra como en los cielos. 

Satanás continúa (desde su posición de usurpador) controlando al mundo, por lo tanto, este sistema se vuelve muy práctico para engañar al pueblo de Dios. Nosotros debemos caminar en el mundo, así como Abraham caminó en la tierra de Canaán. Abraham fue tan sensato en este punto, que cuando quiso enterrar a su esposa lo que hizo fue comprar una cueva en la tierra de Canaán, pues, aunque Dios ya se la había dado, y sabía que le pertenecía por la promesa, entendió que todavía no la había poseído. Nosotros estamos igual, todo lo que hay en este mundo le pertenece a Cristo Jesús, y por ende, a nosotros que somos Su cuerpo. Juntamente con Él somos los verdaderos y legales dueños de este mundo que habitamos. Pero aunque esto es cierto, hoy en día no podemos darnos el lujo de reclamar la tierra, pues seríamos hallados en necedad y locura. Vendrán los tiempos en que los justos poseerán la tierra, pero mientras eso no se da, vivamos en este mundo sabiendo que no somos del mundo. Hagamos de caso que vamos caminando por un terreno minado donde todo está preparado e inventado por Satanás mismo para derrotar a cuanto hijo de Dios le sea posible. Todo lo de esta tierra está dominado por ese poder diabólico. De esa cuenta podemos decir sin lugar a dudas que desde las cosas más sencillas, y las más hermosas que existen en el mundo, hasta las más desagradables y degeneradas, tienen impreso el autógrafo de Satanás.

A menudo pensamos que el mundo son sólo aquellas cosas que ponen en evidencia clara la obra de Satanás como la violencia, el alcohol, las drogas, la prostitución, etc. Pero debemos darnos cuenta que también las cosas como la educación, el intelectualismo, la medicina, etc. está también sellado y controlado por Satanás, esta es la astucia con la que él opera, que sea lo bueno o lo malo que hagamos estemos siempre enrolados en su poder maligno del mundo. 

Hay muchos creyentes que vienen de llevar vidas licenciosas en el pecado y al encontrarse con el Señor dicen que ya no quieren vivir otra vez esa vida vacía y miserable que llevaron en los antros de perdición del mundo, tienen temor de caer en los vicios en los que anteriormente se revolcaron, pero no se dan cuenta que el sistema mundanal se va refinando. Satanás sabe que a los creyentes ya no les agrada un mundo de perversidad, pornografía, homosexualismo, asesinatos, etc. Pero lo tremendo es que no se dan cuenta que vienen a caer presos del diablo cuando este les presenta el mundo de una manera muy distinta a las bajas pasiones en las que antes vivían. Muchas veces “el mundo” viene a ser las necesidades y los deseos que brotan en el mismo hombre. Cualquiera pensaría que el trabajo no tiene nada de malo, cualquiera cree que la educación es tan necesaria y como muchos piensan equivocadamente: “entre más preparado sea alguien, mejor le va a servir al Señor”, algo que es totalmente falso (lo dice 1 Corintios 3:18). Pero así, hay muchas cosas que son tan normales en la vida, que no nos damos cuenta que en su momento son instrumentos del diablo para separarnos de la vida del Señor y lo peor es que gradualmente volvemos a ser esclavos suyos.

Satanás tiene diversidad de operaciones para desviarnos de un encuentro con el Señor, porque sabe que cada vez que nos encontramos con Dios, nosotros vivimos. Entonces, su sistema lo que persigue es alejar a los hombres de esa Vida divina; lo triste es que muchas veces perdemos la Vida por cosas aparentemente “buenas”. El diablo sabe que si una cantina es suficiente para alejar a un hombre de Dios, seguro que (el diablo) le pondrá eso en el camino; pero si eso no es problema para alguien, pues él inventará algo más en su sistema con el fin de alejarlo de la comunión con Dios. Todo lo del mundo está diseñado para que el hombre esté fuera del contacto con Dios. 

Terminemos leyendo un pasaje de la Biblia que prácticamente resume lo que hemos compartido. Dice 1 Juan 2:15 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. v:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. v:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

Apóstol Marvin Véliz