DEBEMOS ACEPTAR EL CAMBIO GENERACIONAL

DEBEMOS ACEPTAR EL CAMBIO GENERACIONAL

En esta ocasión hablaremos acerca de las diversas generaciones en medio de las cuáles nos ha tocado vivir. Muchos estudiosos en este tiempo se han dedicado a hablar acerca de este fenómeno social. En los últimos cien años, la humanidad ha sufrido muchos cambios en sus patrones de conducta según la época, el contexto cultural y social que le ha tocado vivir. Pero en términos generales los estudiosos dividen a la humanidad en los siguientes grupos: Los Tradicionalistas (O Silent Generation), los Baby Boomers, la Generación “X”, La generación “Y” (o Millenials), y la generación “Z”, cada una por sus edades, y sus rasgos distintivos. No vamos a ver detalles al respecto, sin embargo, no podemos ignorar esta realidad social que vivimos. Si tenemos un poco de sensatez, no podemos obviar que en los últimos dos siglos hemos vivido cambios tecnológicos, políticos, y otros más, que ciertamente le han dado una identidad bien marcada a cada generación, según su tiempo. Todos estos cambios que han habido en el mundo han influido en cada generación, al punto que podemos identificar con mucha claridad las diferencias bien marcadas que existen entre una y otra. 

En la Biblia encontramos el relato de un hombre llamado Juan el Bautista, que bautizaba a muchos pecadores, y entre ellos llegaron algunos de los religiosos de su tiempo, “al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” (Mateo 3:7). Por las palabras que usó Juan, podemos decir que los fariseos y saduceos se criaron en un contexto distinto al que se habían criado las demás personas que llegaban para ser bautizados. Juan clasificó a estos hombres como algo aparte de los demás pecadores, por eso les llamó “generación de víboras”. Los fariseos y saduceos provenían de familias religiosas, no eran del vulgo. En otras palabras, Juan usó la palabra “generación” para hacer una diferencia entre unos y otros, pues, aunque ambos vivían paralelamente, cada grupo tenía sus rasgos distintivos. Pasajes como éstos nos ayudan a entender que debemos ser abiertos con las personas, pues, no todos somos iguales. Psicológica y socialmente somos distintos a otras generaciones. Dicho de otra forma, la generación “Z” jamás pensará igual a la generación de los Baby Boomers y viceversa. Por ejemplo, la generación “Z” ha tenido en sus manos un celular desde que nacieron, pero no les sucedió así a las generaciones anteriores; y así hay muchísimas diferencias.

El punto central que queremos tratar es que no es antibíblico entender que hay diferencias entre una y otra generación. Dice el Salmo 90:1 “Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación”. En realidad siempre han habido rasgos muy marcados entre una y otra generación, la diferencia es que nunca habían existido cambios demasiado abruptos en tan pocos años. Es gracias a los muchos estudios que se han hecho, que podemos identificar de una manera bastante clara a los grupos sociales que existen en la actualidad. Podemos aseverar que el mundo se ha desarrollado de generación en generación, y psicológicamente esto implica un cambio estructural entre una y otra. Por lo tanto, la manera de aprender, entender, y concebir la vida, tanto en lo psicológico como en lo espiritual, será diferente a los antecesores, y a los predecesores.

Debemos accionar con responsabilidad ante el cambio generacional. Tanto los padres, como los ancianos, y los líderes de las Iglesias, debemos atender a las generaciones que nos van a suceder. Es parte de nuestra responsabilidad con el Reino del Señor en cuanto a esta realidad.

Apóstol Marvin Véliz