¿PARA QUÉ NECESITAMOS QUE “NOS CORRAN EL VELO” ( REVELACIÓN )?

¿PARA QUÉ NECESITAMOS QUE “NOS CORRAN EL VELO” ( REVELACIÓN )?

Efesios 1: 17-18

“V.17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, V.18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.”

Es impresionante la riqueza que hay en estos versos, y es que el apóstol Pablo dice: “yo le oro a mi Señor, para que ustedes sean iluminados en su corazón”, note que Pablo no está diciendo que sean iluminados en su espíritu, sino que él está pidiendo que sea iluminado nuestro corazón, es decir esa parte del alma que es el resumen de nuestro ser, pues el corazón y nuestro yo son las funciones de nuestra alma.

Entonces dice Pablo: “yo le pido a Dios que sean iluminados los ojos de nuestro corazón”, ¿de qué manera? dándonos un espíritu de revelación. La palabra Revelación es “correr el velo”, entonces el apóstol Pablo les está diciendo: yo le pido al Señor que les de un Espíritu de revelación, un Espíritu que les corra el velo; ¿El velo de que? El velo del alma y el espíritu, el velo que cubre el lugar santísimo. No es casualidad hermano esa preciosa figura del velo en el tabernáculo de Moisés. Ahora bien, notemos que entre el lugar Santo y el lugar santísimo había un velo que la Biblia dice que se partió en dos el día en que Cristo Jesús murió en la cruz del Calvario; y así como se rompió el velo de ese templo, el velo del templo que es usted, también se debe de romper, se debe de quitar el velo, se debe de correr el velo, debe de venir una revelación. Así como el día que se rompió el velo dicen que nadie podía ver al Lugar Santísimo sólo el sacerdote que podía entrar una vez al año, pero al romperse ese velo todos los que estaban detrás lograron ver el lugar santísimo.

Que Dios descubra ese velo en nosotros para que un día podamos disfrutar, y los ojos de nuestro corazón puedan ver lo que está en lo más profundo, para que ya no podamos ver nuestros problemas emocionales, nuestra soledad, para que no sigamos esclavos de nuestros traumas, para que no sigamos esclavos de nuestros temores, sino que más bien se corra el velo y nuestros ojos sean iluminados. ¿Con qué objetivo?

1. “Para ver la esperanza a la que nos ha llamado”: 

La esperanza tiene que ver con lo que Dios nos da, pero que aunque no lo vemos en el presente, sabemos que va a venir en el futuro, pero lo primero que debe tener el creyente es que le corran el velo, para saber que su vida no esta fincada en eso que ve, sino en lo que no ve.

Muchos de nosotros no podemos salir de nuestros problemas, muchos de nosotros no podemos salir de nuestros conflictos porque creemos que es mejor que nos arreglen lo de esta vida, y no nos damos cuenta que nuestro Señor nos tiene arreglada la vida eterna.

Entonces como bien lo dijo el apóstol Pablo para nosotros el morir es ganancia. Si nosotros muriéramos físicamente comenzaríamos a recibir todas aquellas cosas que en esperanza las hemos tomado, pero que hoy deberían de suministrarnos esa esperanza viva que traspasa el velo, y nos hace sentir contentos que somos hijos. Y como dijo el profeta “aunque padre y madre me dejaren, con todo Jehová me recogerá”. Que podamos ver más allá de lo que ven nuestros simples ojos, que podamos ver más allá de nuestros temores y conflictos, de esos temores que se adquirieron cuando estábamos desarrollándonos psicológica y emocionalmente, que podamos ver más allá de las tantas Cuevas en las que entramos, de los refugios y problemas emocionales. Tantos conflictos que provocaron que tuviéramos un falso Yo, que nos hizo escondernos y evadir todo eso, y que ahora en la revelación del Señor sabemos que tenemos algo más grande. Y como dijo el apóstol Pablo: “aunque esta tienda terrenal se va desgastando, tenemos una eterna en los cielos”. Que nosotros ya no estemos cabizbajos porque se perdió esto, porque se perdió lo otro, porque seguramente ante todas las cosas que tú puedas perder tienes a aún Dios inconmovible que es la esperanza de Gloria. Eso es lo que dijo Pablo: “Cristo en vosotros la esperanza de Gloria”. ¡Bendito sea el Nombre del Señor para siempre!

Entonces en nuestro interior ¿qué es lo que debe suceder? que nos corran el velo para ver la esperanza que tenemos, pero también:

2. Nos corran el velo para ver las riquezas de Su Gloria. 

¿A que se refiere Pablo con las riquezas de Su Gloria? Se refiere a los atributos divinos que fueron puestos a nuestro alcance, porque tenemos la Vida Divina, somos como el hermano del pródigo, que estamos en casa, pero en casa y sentimos que somos pobres, porque el hermano del pródigo no se daba cuenta que todo lo que había en casa era de él, y nosotros hermano tenemos las riquezas del Señor, tenemos la paz del Señor, Él dijo: “mi paz os dejo, mi paz os doy”, entonces por qué está usted enconflictado, por eso dijo el apóstol Pablo: “Cuando yo soy débil entonces soy fuerte, diga el débil fuerte soy” porque no está dependiendo de usted, no haga las del hermano del pródigo que se miraba a sí mismo dentro de casa y se miraba pobre, lo que tenía que hacer era que le corrieran el velo para que se diera cuenta que lo que tenía no era lo de él mismo, era lo del Padre. ¡Alabado sea el nombre del Señor!

Las riquezas del Señor, Sus atributos, Su Paz, Su Poder, Su Gozo y todo lo que Él es, y todo lo que Él hizo por nosotros, son las riquezas del Señor para nosotros. ¿Qué necesitamos nosotros entonces al retornar a nuestro interior? que nos abran los ojos de nuestro entendimiento, que nos iluminen, que nos corran el velo y que lo que podamos ver en el horizonte bendito sea al Señor, y que nos pase la experiencia de Moisés que dice la Escritura que a él no le fue conflicto dejar los placeres del mundo, porque puso su mirada en Dios, porque salió de Egipto como viendo al invisible. Si usted puede con los ojos de su corazón ver las riquezas de Dios, ver lo que Jesús ha hecho por usted, ver la esperanza que nos está siendo reservada en los Cielos, ¿cuál es el problema? Sólo tenemos motivo de gozo, y eso hermano sólo traerá un crecimiento y desarrollo espiritual.

Apóstol Marvin Véliz