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Mostrando entradas de julio, 2021

TRES CONSECUENCIAS POR HACER UN MAL USO DE LA LEY

TRES CONSECUENCIAS POR HACER UN MAL USO DE LA LEY 1.- Destruimos nuestra relación con Dios y la manera en la que Él nos puede dar Sus riquezas. Dice Romanos 5:1  “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”.  Dice el apóstol Pablo que ahora tenemos Paz para con Dios por medio de la fe, por haber creído. Además, dice que por fe también tenemos entrada a esta gracia para estar firmes. En el Nuevo Pacto no cabe el fundamento de ley, al contrario, si le ponemos obras lo destruimos. Dios es el que justifica, por lo tanto, no tratemos de encontrar justicias en nosotros mismos. Aceptemos que Él nos dio su comunión a la manera de un regalo, vengamos a Él necesitados, sabiendo que podemos estar con Él por pura gracia. Ya no seamos arrogantes, dejemos de acercarnos a Él creyendo que somos sus colegas. Cuán

SOLO POR MEDIO DE LA REVELACION PODEMOS DISFRUTAR LAS RIQUEZAS DE SU GLORIA, PARTE II

SOLO POR MEDIO DE LA REVELACION PODEMOS DISFRUTAR LAS RIQUEZAS DE SU GLORIA. Parte II En Efesios 3, el apóstol Pablo nos explica los beneficios que nos trae la revelación de Cristo. Primeramente nos dice que el Señor viene a habitar a nuestro espíritu, y por lo tanto, debemos procurar que ese hombre interior sea fortalecido. Luego sigue diciendo en Efesios 3:17  “para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura…”.  Veamos como el apóstol Pablo nos explica los beneficios que nos trae la revelación de Cristo, y cómo el Señor quiere trasladar Su morada a nuestro corazón, porque esto es en realidad el beneficio más glorioso que obtenemos en el Evangelio. Los versos anteriores nos dicen que debemos estar arraigados y cimentados en amor; vemos pues, que esto ya no es un asunto personal, sino un asunto corporativo. Acá

SÓLO POR MEDIO DE LA REVELACIÓN PODEMOS DISFRUTAR LAS RIQUEZAS DE SU GLORIA, PARTE I

SÓLO POR MEDIO DE LA REVELACIÓN PODEMOS DISFRUTAR  LAS RIQUEZAS DE SU GLORIA  PARTE I Efesios 3:14  “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”. Acá el apóstol Pablo

EL PROPÓSITO DIVINO DE LA LEY

EL PROPÓSITO DIVINO DE LA LEY La ley es un reflejo de lo que Dios quiere, de lo que Él es, y a la vez es un espejo que le muestra al hombre su condición pecaminosa. Desde Adán hasta Moisés no existió una ley escrita en tablas, o algo similar; no obstante, todos los hombres tuvieron el conocimiento de lo bueno y lo malo. Muchos años después, cuando Israel salió de Egipto, Dios les dio la ley a través de Moisés. El objetivo no era que ellos se esforzaran en cumplirla, sino que se dieran cuenta de todo lo que no podían cumplir. Suele sucedernos, en nuestro vivir diario, intentar hacer ciertas cosas, pero al final dicho intento solo sirve para darnos cuenta que no podemos hacerlas. Cuántos varones han intentado hacer un mueble, y finalmente mejor llaman al carpintero; o cuántas hermanas intentan hacer una comida, y luego mejor la compran ya hecha. Así como estos ejemplos era el fin de la ley, que el hombre se diera cuenta de su condición de debilidad. Esto nos lo dice claramente el apóstol