LA RESURRECCIÓN (Parte I)

LA RESURRECCIÓN

(Parte I)

1 Corintios 15:22 y 23

“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. v:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida”.

1 Corintios 15:35 

“Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? v:36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes … v:43 —Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. v:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. v:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. v:46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. v:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. v:48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. v:49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. v:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. v:—51 —He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, v:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. v:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. v:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. v:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? v:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley”.

El único pasaje en el Nuevo Testamento que nos explica los detalles sobre “cómo es la resurrección de los muertos y con qué clase de cuerpo han de venir” es el pasaje que leímos anteriormente.

Vamos a tener que echar mano del griego para no hacer una mala interpretación de la Biblia, ya que, tanto en este pasaje como en algunos más, las palabras griegas están marcando una diferencia crucial para entender esta verdad. De hecho, la razón por la cual nuestras traducciones de la Biblia nos opacan el entendimiento doctrinal, es el alejamiento que los traductores le dan a las Escrituras de los idiomas originales.

En el griego hay dos palabras que se usan para resurrección “egeiro” y “anastasis”. Ambas palabras se usan para hablar de la resurrección o de cosas que tienen que ver con ella, pero en 1 Corintios 15:22 el Apóstol Pablo no usó ninguna de ellas. En este pasaje emplea la palabra “vivificados”; sería incorrecto traducir esa palabra como “resucitados”, porque la raíz griega es distinta. Esta palabra en el original es “zoopoieo”, cuyo significado tiene que ver con “un volver a la vida”. Creo que aclarar éstas palabras, será el secreto para entender la verdad acerca de la primera resurrección.

Dice el pasaje de 1 Corintios15:22 

“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. v:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida”.

El pasaje nos dice que cuando el Señor venga, todos los que son creyentes en Él y que estén muertos habrán de volver a la vida; aún aquellos hermanos carnales, también serán vivificados por el hecho de que son de Cristo, a eso se refiere cuando dice: “así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. Además, podemos agregar con toda seguridad que esto sucederá cuando Él venga, porque también dice: “luego los que son de Cristo, en su venida”.

Algo muy crucial que trataremos de entender en este estudio es qué, si bien, todos serán vivificados en Su venida, no todos serán resucitados. Esta es la grandísima diferencia que nos explica el Apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios. Para no hacer extremadamente largo el estudio, vamos a ir directo a 1 Corintios 15:35 y tratar de responder las preguntas que formuló el mismo Apóstol Pablo.

“Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?” Si tomamos como una premisa preliminar lo que le dije anteriormente de que “todos serán vivificados, pero no todos serán resucitados”, tal pensamiento tiene que concordar con las preguntas acá formuladas por el Apóstol.

La primera interrogante es: ¿Cómo resucitarán los muertos? Podemos decir que esta inquietud surge a raíz de lo que se dijo en los versículos 22 y 23, pero a la vez que es una interrogante, también nos afirma que definitivamente “ser vivificado” no es lo mismo que ser “resucitado”, sino, la pregunta no tendría sentido.

Si el Apóstol Pablo creyera que resucitar es sólo levantarse de entre los muertos, entonces, para qué preguntar ¿Cómo resucitan los muertos? Por eso él les enfatizó esto como un primer punto que debían tener claro. Luego, sigue explicando:

1 Corintios 15:36 

“Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. v:37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano.”

En éste verso no se usa ninguna de las palabras griegas “egeiro” o “anastasis”, si no “zoopoieo”. Entonces, podríamos traducir este verso de la siguiente manera: “lo que tú siembras no llega a ser vivificado si antes no muere”. Obviamente los que estén vivos no pasarán por ese escenario de “ser vueltos a la vida”, pues, estarán vivos; a diferencia de los que estén muertos cuando Cristo regrese, ya que, esos sí volverán a la vida, porque sólo “se vuelve a la vida después de estar muerto”, esto es lo que está explicando Pablo. Lo primero que ha de acontecerles a los que son de Cristo y hayan muerto es que habrán de ser vivificados.

Luego dice en 1 Corintios 15:37 

“Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;”

Muchas versiones de la Biblia traducen éste pasaje como: “el cuerpo que nacerá”, otras traducen: “el cuerpo que ha de salir”, etc. Si creemos que estas traducciones son correctas, tenemos que asumir que la resurrección se da en el momento en que alguien se levanta de entre los muertos con un cuerpo, pero eso no es lo que en realidad nos dice el griego. La traducción más correcta es: “llegará a ser”, es más, la versión de Las Américas, hace un llamado a que la traducción literal es “que será”; por su lado, la Biblia textual traduce: “No siembras el cuerpo que llegará a ser”. Pablo no está diciendo que los cuerpos vuelven a la vida, sino que habrán cuerpos que “llegarán a ser” cuando actúe en ellos el proceso milagroso de la resurrección.

Pablo en el v:37 le está dando respuesta a las dos preguntas anteriores: “¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?” eso es lo que Él está explicando, que los muertos no serán levantados de una sola vez con el cuerpo que llegarán a tener eternamente, sino con un cuerpo desnudo. En otras palabras, lo primero que Dios hará es volver a la vida a todo creyente que murió siendo de Él, pero sin un cuerpo glorificado.

No estamos exagerando al decir esto, pues, la Escritura dice: lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano . El Apóstol hace una comparación entre el grano y el cuerpo, por lo tanto, al hablar del grano desnudo es como que hablara del cuerpo desnudo que habrá de salir.

¿A qué se refiere Pablo con lo desnudo? Dejemos que el mismo escritor nos diga a lo que se refería al usar estos términos.

Dice 2 Corintios 5:1 

“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.”

Interpretemos éste verso de la siguiente manera: Si este cuerpo en el que vivimos se llega a morir, tenemos otro allá arriba que es eterno. ¿Está de acuerdo?

2 Corintios 5:2 

“Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;”

En otras palabras, deseamos que encima de este estuche natural y mortal, nos pongan encima el cuerpo celestial. Dice 2 Corintios 5:3 —

“pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos”.

¡Ah!, entonces para el Apóstol Pablo ser hallados desnudos significa: “No estar revestido de la morada eterna que Dios tiene para nosotros”.

Luego dice 2 Corintios 5:4 

“Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida”.

En otras palabras, Pablo dice: “no quisiéramos morir, sino, más bien, lo que deseamos es que nos revistan de la verdadera vestidura que debemos de tener eternamente. ¡Alabado sea el nombre del Señor! Eso deberíamos de anhelar todos. Sería maravilloso que usted no viera la muerte, que no tengamos que lamentarnos por su partida en un funeral; sería maravilloso que un día estemos en el reino sin haber pasado por la muerte. La Biblia dice que no todos moriremos, el detalle es que no sabemos de qué grupo somos, si de los que les tocará morir o de los que estén vivos cuando Él venga. Por su parte, usted anhele ser como Enoc, o como Elías, hombres a quienes el Señor se los llevó sin que gustaran la muerte.

Regresando a las palabras del Apóstol Pablo, dice 1 Corintios 15:37 —

“Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de llegar a ser, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano.”

Por supuesto, ahora podemos ver con más luz. Cuando venga el tiempo de la resurrección, ése será el tiempo de la recompensa para los vencedores. Yo me gozo con esta verdad en el Señor. Él levantara a todos los suyos a manera de grano desnudo, es decir, sin cuerpo glorioso. Luego, los juzgará y después cuando los haya juzgado, los que sean hallados vencedores serán revestidos de un cuerpo glorioso para que entren al reino de Dios, Dios mismo los revestirá con su habitación celestial; a eso es lo que la Biblia le llama RESURRECCIÓN.

La resurrección no es salir de un sepulcro, sino Lázaro hubiera participado de la resurrección; Lázaro, en realidad volvió a la vida. La resurrección que el Señor les promete a los vencedores es la transformación gloriosa de estos cuerpos de muerte. En otras palabras, la resurrección es el revestimiento de gloria que ha de absorber lo mortal ¡Aleluya!

Apóstol Marvin Véliz