LA NECESIDAD DE EDIFICAR SOBRE UN BUEN FUNDAMENTO Si nosotros queremos aprovechar las riquezas de Cristo, participar de la Iglesia, y tener un crecimiento en Dios, debemos permitir que la Vida Divina nos libere. Ahora bien, para que esto no sea sólo una teoría, sino una realidad, debemos saber dónde estamos parados, y qué pasos debemos dar para alcanzar dicha plenitud de Vida. Antes de empezar a edificar es necesario saber cuál es nuestro fundamento. Esto es igual a lo que dijo en una ocasión el Señor Jesús: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. V.25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. V.26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; V.27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu