EL VIEJO HOMBRE ESTÁ ARRAIGADO EN NUESTRA MENTE. Dice Efesios 4:17-22 “Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente, v:18 entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón; v:19 y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas. v:20 Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera, v:21 si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en El, conforme a la verdad que hay en Jesús, v:22 que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos”. El apóstol claramente nos dice en estos versos que nos despojemos del viejo hombre, esto quiere decir que no es un elemento que ha desaparecido. Si queremos identificar nuestro viejo hombre, en estos versos en