CUÁL ES EL CRECIMIENTO
QUE DIOS ESPERA DE NOSOTROS
Colosenses 1:6 “que ha llegado hasta vosotros; así como en todo el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así lo ha estado haciendo también en vosotros, desde el día que oísteis y comprendisteis la gracia de Dios en verdad”. (LBLA)
Nos vamos a enfatizar en el estudio de la palabra que, en este verso, la Versión de Las Américas traduce: “CRECIENDO”. Si usted posee ésta versión impresa o digital de la Biblia, se dará cuenta que dicha palabra tiene un llamado (o nota de pie) que esta palabra se puede traducir también como “se disemina”. Esto nos da el sentido que no está hablando sólo de un crecimiento en sí mismo, sino de crecer en el sentido que se esparce o se multiplica. Podemos decir que el crecimiento que Dios espera de nosotros es la multiplicación que provocamos por medio de la Vida divina cuando ésta se reproduce en otros.
Antes de entrar de lleno al tema, quisiera que marcáramos la diferencia que existe entre dar fruto para Dios y crecer en Dios. En mi blog, anteriormente, publiqué un artículo que titulé “ACERCA DE DAR FRUTO PARA DIOS”. Como vimos allí, más explícitamente, el fruto es el resultado del fluir de la Vida divina fluyendo en nosotros, y decíamos que el fruto para Dios es de carácter personal, tanto objetiva, como subjetivamente; ahora bien, el “crecimiento” a diferencia del fruto, es de carácter corporativo y su tendencia será hacia los demás.
En términos prácticos le pregunto: ¿Cuándo crecemos? Si alguien contesta -“Crecemos cuando maduramos”- yo le diría que “no”; eso es dar fruto, madurar es la evidencia objetiva y subjetiva que la Vida divina está fluyendo en nosotros, de manera que lo evidenciamos en nuestra conducta, o sea, en “Vivir a Cristo”. El crecimiento, según Dios, se da cuando la bendición que Dios nos ha dado se multiplica en otros; es decir, crecemos cuando impactamos a otros con lo que tenemos porque éste tiene un sentido que va de lo individual a lo corporativo.
Hay una versión que se llama “La Palabra”, que traduce este verso de la siguiente manera: “Un mensaje que ha llegado hasta ustedes y sigue extendiéndose y dando fruto…” ¡Ah! Crecer, entonces, es extenderse. Es como lo que dice Hechos 6:7 “Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén”. Crecer es la multiplicación que, por medio de la Vida divina, provocamos en los demás.
CRECEMOS EN LA ESFERA DEL CUERPO
Yo no puedo decir que un hermano crece, si sus actitudes no tienen tal impacto que edifiquen al Cuerpo de Cristo; muy “probablemente”, él tendrá algún fruto, si se evidencian algunos cambios en su vida. La plenitud de la experiencia de Vida en Cristo es crecer, diseminarse, multiplicarse. Es como lo que proféticamente dice Génesis 1:11 “Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así”. El sentido aplicativo de lo que Dios dijo es: los que se van a poder multiplicar son los que tienen semilla en su fruto. Hermanos, nosotros sólo crecemos cuando ponemos una semilla (palabra) en otros, pero para ello necesitamos un sentido corporativo, necesitamos estar integrados al Cuerpo de Cristo, sólo allí tenemos la oportunidad de dar de gracia lo que de gracia recibimos.
No podemos hablar de crecer si somos individualistas, pues, éste crecimiento tiene que ver con multiplicarnos en otros. Es como pensar en un soltero, él jamás hará crecer su simiente si se conserva sólo, para procrear hijos él necesita depositar su semilla en una mujer, de lo contrario, él no se multiplicará. El Señor dijo en una ocasión: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. (Juan 12:24). Estas palabras de Cristo nos dan el sentido de que crecemos cuando soltamos el individualismo y procuramos alcanzar la meta divina a través de nuestros hermanos.
¿Cómo crecemos, entonces? Déjeme responder esta pregunta de manera práctica. Por ejemplo: Si yo veo a algunos hermanos que no saben nada del principio orgánico-corporativo de la Iglesia, lo que debo hacer es reunirme con ellos y discipularlos en cuanto al faltante que ellos tienen; si yo los bendigo compartiéndoles Las Escrituras en torno al Plan de Dios y la Iglesia, entonces, ellos tomarán la misma actitud mía, allí se cumplirá lo que dice Efesios 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”; Note que el verso “no” dice: “Hasta que yo llegue…”, sino dice: “Hasta que todos lleguemos…” en otras palabras, si yo quiero crecer, me tengo que ocupar de que mis hermanos también crezcan, debo procurar que ellos entiendan el principio orgánico-corporativo de la Iglesia porque yo sólo puedo crecer si ellos crecen.
Yo crezco en Dios, si proporcionalmente crezco para con mis hermanos; no puedo crecer en comunión con Dios y estar distante de mis hermanos. Hermana, si usted quiere crecer verdaderamente, procure enseñarle a las hermanas más jóvenes a que se sometan a sus maridos; hermanos varones, si quieren crecer, instruyan a los maridos a que amen a sus propias mujeres, y así todos procuren sembrar una palabra de Vida en sus hermanos porque en la medida que se multiplica en otros, alcanza la medida del varón perfecto que Dios espera. Dice Efesios 2:21 “en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, v:22 en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”. ¡Aleluya! El edificio crece cuando “todos”, bajo el principio corporativo, nos edificamos juntamente para llegar a ser la morada de Dios.
Hermanos, “todos” tenemos una cuota de bendición que aportar para “crecer” en el Cuerpo de Cristo, sólo que cada uno debe dar según la medida del don de fe que Dios repartió a cada uno. Si alguien tiene el don de tener un espíritu “apacible”, que lo aporte a los hermanos; muchas veces no necesitamos un gran mensaje escatológico, lo que necesitamos es paz; qué bendición es acercarnos al hermano “apacible” y recibir ese fluir de Vida que Dios le dio. En ese momento, ya no es sólo el fruto de la paz del hermano, sino un fruto con semilla que él está sembrando en los hermanos, entonces, él está creciendo en los demás. Ahora bien, si así intercambiamos los diferentes frutos que el Espíritu nos siembra en el corazón, seguro que “creceremos” cual labranza de Dios. Llegaremos a ser un hombre perfecto conforme a la estatura de la plenitud de Cristo.
¡Crezcamos!
Apóstol Marvin Véliz
colones es 3:16 la palabra de Cristo more en abundancia en vosotro enseñando y exhortando unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestro corazones al señor con salmo e himnos y cánticos espirituales.
ResponderEliminar17 Y todo lo que haces sea de palabra de hecho hacedlo todo en el nombre del señor Jesús dando gracias a Dios Padre por medio de él
En el verso 17 toca palabra y hechos podemos ministrar a nuestros hermanos sea con palabras o con hechos, Y de esta manera crecemos juntos con nuestros hermanos
dice un pasaje de la abundancia del corazón habla la boca, si nuestro corazón esta henchido de la palabra del señor, entonces nuestra lengua confesara dicha palabra, dando como resultado precisamente transmitir lo que nosotros tenemos a nuestros hermanos y cuando, lo que tenemos lo sembramos en nuestros hermanos nos expandimos con el fruto que hay en nosotros y por lo tanto crecemos. este es el sentido de lo que hemos dicho en este articulo. tienes toda la razon, este pasaje es maravilloso para ver esto.
EliminarCol 2:19 pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento que es de Dios.
ResponderEliminarEs necesario entender que el plan de Dios para el hombre ha sido planeado para la iglesia, para el cuerpo místico de Cristo; no podemos marginar al creyente de la vida de iglesia. El fruto que nosotros damos, aunque es algo que se gesta en lo individual de cada creyente, pero el uso o el disfrute de este fruto se debe de percibir en la iglesia. Esto nos lleva a entender que necesitamos la revelación de lo alto para comprender que lo que recibimos de Dios no es para nosotros sino para nuestros hermanos, la finalidad del fruto de vida en nuestro ser interior es que nuestros hermanos sean edificados, sean nutridos y juntos tengamos un mismo nivel de crecimiento espiritual. En lo natural cuando un recién nacido es amamantado, lo hace a través de una mujer que está capacitada para dar leche y puede nutrirlo, ha pasado por un proceso de preparación y es capaz de nutrir; así es lo mismo en lo natural, somos capacitados por El Señor, procesamos la vida, damos fruto y este fruto eso como la leche de esa mujer, para poder nutrir a nuestros hermanos.
Y la vida del Señor y el crecimiento o la expansión de la vida del Señor, no se cuantifica de manera objetiva en números de personas, jamás se podrá medir el crecimiento de la iglesia por números, eso solo pasa a ser una estadística; el verdadero crecimiento es aquel donde todos en la iglesia llegue o a un mismo nivel crecimiento espiritual, donde los maduros espirituales alimenten con sus frutos a los niños espirituales, al punto donde estos niños, puedan come a procesar el fruto del espiritual en sus vidas y así amplificar la palabra y la vida del Señor.
Pablo Galán
hermano permiteme decirte que me han llenado de bendición las palabras que pones en este comentario. sencillamente esto es la vida que Dios nos dio, y como tu dices, empieza en lo individual, pero no es para lo individual sino para lo corporativo. cuando leía tu comentario me vino a mi un escenario en la mente, un recuerdo que quiero compartirlo.
Eliminarcuando era niño y jugaba pelota en el barrio, hacíamos malabares para poder comprar pelotas plásticas para nuestros partidos, las cuales nos duraban poco. pero un día un de los niños recibió de un familia un pelota de futbol, y llego a la cuadra a jugar y llevo su pelota, pero el se negó a que todos jugaran con ella. todos nos enojamos con el y por ultimo lo dejamos aislado y seguimos con nuestra pelota de plástico, tuvieron que pasar varios días para que el niño comprendiera que la pelota que le habían dado tenia un objetivo corporativo, pues un pelota de futbol no tiene sentido que se use solo con una persona.
asi es nuestra vida, fue a nosotros a quienes por gracia no dieron la vida del hijo, pero la disfrutamos y la llevamos a la plenitud cuando la compartimos.
¡Recuerda! la vida de cristo es como una pelota de futbol, busquemos a los de nuestro equipo (la iglesia local), para disfrutarla.
sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
ResponderEliminarEfe 4:16 de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
hermanos primero es necesario que entendamos que nuestro crecimiento es corporativo, me llama la atención este verso como dice que conforme al funcionamiento adecuado de CADA MIEMBRO, definitivamente todos nos debemos de ocupar en el cuerpo de cristo de funcionar de acuerdo a lo que Dios nos ha dado, hermanos estamos llenos de responsabilidad, para que el crecimiento del señor este en su iglesia.
Keren Galan
agrego a esto los siguiente: en el verso 15 donde dice: "crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza..." en el original griego no se menciona la palabra "ASPECTOS", esto es un agregado de la traducción para que se entendiera mejor en el español. de manera que podríamos leer "CRESCAMOS EN TODOS..." sin meter aspectos, porque crecemos en todos los miembros. aleluya.
Eliminarhermano, no se si se podrá aplicar esto a esto que nos compartes:
ResponderEliminarCristo después de la cruz se impartió en los discípulos, se multiplicó en los discípulos, les dio a beber de él mismo, puedo decir yo que solo los creyentes que experiementan el llevar la cruz o viven la experiencia de la cruz pueden diseminar vida.
hno. César Ordóñez
como decimos los chapines ¡Puchica! que tremendo, si es cierto. pero déjame decirte la razón.
Eliminarnosotros, dijo el señor, somos como el grano de trigo, el cual si no cae a tierra y muere no lleva fruto. pero porque es necesario morir a nosotros mismos, cual es la gana del señor de hacernos sufrir, si al fin y al cabo es su vida y no la nuestra la que se ha de diseminar.
lo que sucede es que la vida divina necesita de nuestra vida, sin nuestro yo, espero darme a entender. esto es que el señor por ejemplo si el quiere expresar su misericordia a alguien no puede hacerlo en realidad por el simple hecho de que fluya su vida de mi espirito (aunque asi empieza el proceso), sino que el espera conquistar mi alma, para que esta comparta la misericordia del señor y por medio de mi expresar la misericordia, asi que si el dese dar misericordia y yo soy duro para con los demás, el señor se vera grandemente estorbado, es la razón por la cual el señor quiere conquistar nuestra alma. para eso el YO tiene que salir del escenario.
Entonces Dios nos da el crecimiento de la vida divina entonces si decimos que ya emos madurado es dar fruto pero en lo Espiritual no emos madurado .
ResponderEliminarel crecimiento en la vida divina es precisamente dar fruto, esto es madurar espiritualmente. saludos.
EliminarCrecer es extendernos entonces tenemos que extendernos para .Dios para dios porque es es la vida divina para madurar en lo Espiritual
ResponderEliminara ver, la vida divina cuando encuentra u lugar en nuestro corazón, da fruto, esto es en lo personal, luego esa vida sembrando en otros, esto es crecer. amen.
EliminarQué bonito es saber cuál es el verdadero crecimiento en el Señor! Muchas veces pensamos que crecer es saber, conocer, tener experiencia y en parte esto ayuda a nuestro crecimiento, pero en el Señor, el crecimiento es dar a los demás aún lo poco que tengamos en Él, esto nos hace crecer aún no sabiendo mucho de doctrinas o no teniendo muchas experiencias. Por eso Pablo dice en 1a Corintios 14: 26 ¿Qué significa esto, hermanos? Que cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene un salmo o una enseñanza o una revelación o una lengua o una interpretación. Todo se haga para la edificación.
ResponderEliminarMi oración es que todos podamos crecer en el Señor, que cada uno dé de gracia lo que de gracia ha recibido, que nos nos callemos o nos cansemos de aportar las bendiciones que Dios nos ha dado a los demás y podamos crecer todos en todo.
esto si que es tan básico entender que crecer en el señor no es precisamente conocer mas, pero normalmente eso pensamos.
Eliminarquiero ponerte un ejemplo para entenderlo.
si yo quiero comer,necesito una cocina (estufa en guatemala), para poder cocinar los alimentos, pero cuando tengo los alimentos preparados no tengo que comerme algo de la cocina. si no tengo la cocina no puedo cocinar y si no puedo cocinar no puedo comer, pero con todo y eso la comida es una cosa y la cocina es otra cosa.
Efesios 4:11-16 "Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelístas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo... de quie todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor."
ResponderEliminarDurante mucho tiempo algunos fuímos alentados a llegar a la estatura de Cristo, de una forma individual procurando una perfección imposible de lograr. Estos versos claramente mustran que El puso llamados (osea ministerio) específicos para la edificación de su cuerpo y conforme al funcionaiento adecuado de cada miembro, (osea cuando dispongamos a funcionar en aquello que somos llamados por el Sr.) se produce el crecimiento.
Patty Galán
ninguna cuerpo se desarrolla adecuadamente si los miembros no responden, imaginemos cuanto le perjudica a todo el cuerpo si alguien es invalido de sus piernas, termina por atrofiar muchos miembros mas. así somos en cristo, es por eso que debemos de aportar con fines del crecimiento del cuerpo.
EliminarDice Genesis 1:28 FRUCTIFICAD Y MULTIPLICAOS. Estas palabras son las mismas de colosenses 1:6 DANDO FRUTO Y CRECIENDO. Fructificamos cuando maduramos, cuando el fruto de la naturaleza divina brota de nosotros, cuando se cumple en nocotros Gálatas 2:20 Ya no vivo yo, Cristo vive en mi. Pero crecemos, cuando todo eso que hemos alcanzado en el Señor, lo transmitimos también a otros. Este crecimiento se da cuando enseñamos a otros con palabra y conducta, mostrando con nuestra manera de vivir lo que el Señor hace en nosotros.
ResponderEliminarque bonito, en verdad, las palabras de génesis son la clave para entender lo que nos dice pablo en colosenses. si al principio de mi estudio sobre este verso hubiera visto este pasaje de génesis me hubiera sido mas fácil estudiarlo, pero esto me sirve de confirmación, es mas antes de terminar de escribir este comentario me fui a mi programa de la biblia y le puse una referencia a coloreases 1.6 con génesis 1.28. gracias mi hermanos por compartir esto.
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