Ir al contenido principal

LA JUSTIFICACIÓN


LA JUSTIFICACION


Para entender el desarrollo de este tema diré una definición breve de lo que es la Justificación: “Es un proceso de justicia de Dios aplicado al hombre, en el cual éste sale absuelto de pecado, pero no sólo es perdonado, sino, queda delante de Dios como que nunca hubiera cometido pecado”. Al entender este concepto, entendemos que la Justificación debe ser un pivote de nuestra Vida en el Señor, ya que dicha obra de Cristo a favor nuestro nos quita la culpa del pecado, nos da acceso a Dios, podemos acercarnos a Su presencia con confianza, y tenemos comunión con el Padre libremente porque somos hallados justificados. 

Preguntémonos ahora: “¿Por qué el hombre necesita ser justificado? La respuesta a esta interrogante la hallamos en Romanos 5:19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”. El hombre que desobedeció, al que está haciendo referencia el apóstol Pablo es Adán. Todos los seres humanos somos descendientes de Adán, no hay mortal que no haya salido de él. El asunto es que su pecado no le afectó sólo a él, sino que tuvo una consecuencia sobre todos sus descendientes, es decir, la caída de Adán no fue un asunto singular, sino algo plural, corporativo, todos (estando en sus lomos) adquirimos su misma suerte y naturaleza, por lo tanto, en Adán todos fuimos constituidos pecadores. 

Vemos, pues, que a raíz de nuestra condición caída (en Adan), necesitamos ser justificados. El problema real del hombre no consiste sólo en que tantos pecados comete, sino, más bien en la condición de pecado en la que se encuentra. Puedo asegurar que el hombre no es pecador solo por lo que hace, sino, es pecador por la naturaleza con la que nace. El hermano Watchman Nee decía: “El hombre no es pecador porque hace pecado, sino hace pecado porque es pecador”.  Dice  1 Corintios 15:22 “Porque así como en Adán todos mueren…” , quiere decir que todos los humanos estamos muertos, sin vida, no podemos tener acceso a la Vida Eterna de Dios porque somos descendientes de Adán. La condición normal de aquel que no ha reconocido a  Jesucristo como Su Salvador personal es que está en muerte espiritual. De allí la urgente necesidad de venir al conocimiento de Jesús como fuente de salvación y justificación. Debido a que la caída de todos los hombres se debió a uno (Adán como cabeza corporativa de la humanidad), así también era “justo” que por Uno (Cristo) todos fuéramos vivificados. ¡Aleluya!

El hombre tiene falsas esperanzas en sí mismo, muchas veces trata de no pecar, trata de hacer  buenas obras con el prójimo, procura multitud de cosas con tal de sentirse justo delante de Dios, o de obtener algún beneficio departe de Dios. El problema es que aunque el hombre haga miles de buenas obras e intente no hacerle mal a nadie, con todo, está destituido de la gloria de Dios, no tiene participación alguna de la naturaleza divina. En términos reales, la sentencia que le dieron al hombre por haber pecado fue ser descalificado y deshabilitado para ser participante de lo divino, Desde la caída de Adán, el hombre ya no tiene parte con el Señor, está muerto, haga lo que haga, sea bueno o malo, no hay obra de justicia que pueda servirle para lograr accesar a Dios. Dice Isaías 64:6 (LBLA) “Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran”. Todos debiéramos tener tal conciencia delante de Dios. 


Ahora, tratare de explicarles cómo nos justifica Dios. Dice Romanos 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, v:25 a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, v:26 para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús”.

En en el pasaje anterior se mencionan dos palabras que quisiera resaltar:

REDENCIÓN: En un concepto sencillo podemos decir que redimir es: “el acto de liberar o rescatar a una persona de una situación gravosa a cambio del pago de un precio”. Cristo nos redimió, Él es nuestro redentor. Nosotros originalmente le pertenecíamos a Dios, pero nos perdimos a causa del pecado, sin embargo, nuestro Señor Jesús pagó el precio de nuestra redención. Dice Colosenses 1:12 “con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; v:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, v:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. El apóstol Pedro también dice: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. (1 Pedro 1:18-19)

PROPICIACION: “Es el acto mediante el cual se elimina la ira de Dios y se obtiene su favor. Es borrar las culpas y lograr el perdón de los pecados, con el único fin de satisfacer la justicia de Dios, y así poder restablecer una relación de paz (entre el hombre y Dios)”. Dice Romanos 3:24 “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, v:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, v:26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”. Además, dice el apóstol Juan: “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo” (1 Juan 2:2).

Hermanos, Dios mandó a Su Hijo a morir en la cruz, y con su muerte el Hijo pagó el precio para redimirnos y trasladarnos a Su reino, a su esfera celestial. Luego, Él también fue la propiciación por nuestros pecados. Dios aplacó Su ira al ver al Hijo cargando nuestro pecado, Cristo fue propicio para saciar la justicia del Padre. Además, con el sacrificio de Cristo, Dios olvidó los pecados pasados. En el Antiguo Pacto sucedía que los pecados eran cubiertos por la sangre de animales que se sacrificaban en el altar como ofrendas por el pecado. Ahora en el Nuevo Pacto ya no es así, nuestros pecados fueron “quitados”. El escritor de Hebreos dice: “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” (Hebreos 9:24-28). ¡Aleluya! De una vez por todas nuestro Señor Jesús solucionó nuestra situación ante el Padre. Él, siendo el Cordero perfecto llevó todos nuestros pecados, los pagó con Su muerte, y así pudo hacer justicia por nuestros delitos. Ahora podemos decir que Él nos justifica, y todo aquel que cree en la obra de la Cruz del Calvario encuentra la justificación. ¡Gloria a Dios por este hecho ya consumado¡ 

Ningún otro medio podía ser tan eficaz para salvar al hombre y llenar la cuota de justicia que exigía el Padre, como lo fue el maravilloso plan de enviar a Su Hijo a morir en la cruz. Por Su obra, todos los que ahora creemos en Jesús tenemos la justificación. Cualquier otro procedimiento por el cual nos queramos presentar justos ante el Padre no funciona, ni es efectivo porque Dios no puede pasar por alto Su justicia, y el único que llenó esa cuota jurídica fue nuestro Señor Jesús, de manera que el único camino para lograr la justificación es creer en Él.

Usemos la fe para vivir esta maravillosa realidad: ¡Hemos sido justificados! Creamos activamente esta verdad, ya fuimos justificados justamente por medio de Cristo Jesús, ahora podemos acercarnos al Trono de la Gracia y tener comunión con Dios. Teniendo Su justicia en nosotros, que es el Hijo mismo, no hay nada que pueda suplantar este hecho que el Padre ya hizo para nosotros, ni siquiera “las buenas obras” por muchas que sean nos otorgarán una relación de paz para con Dios. “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”. (Hebreos 10:19-23)


¡Dios les bendiga!
Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. Cuando dice en 1a pedro 1: 18-19 ...vuestra vana manera de vivir que heredasteis de vuestros padres...podria ser aquel como adormecimiento o inercia que talvez uno experimenta delante del Señor al orar, o alabar ,etc.?, me pongo esta pregunta si es ,digamos como necesario mantener presente la condición de donde el Señor nos rescato,aunque si en apariencia no estábamos en un caos exactamente, pero como si a veces no valoramos el enorme sacrificio del Señor por nosotros, y sus ventajas, como si solamente considerando el feo pasado nos diéramos cuenta del valor de esta gracia con la que podemos diariamente vivir a Cristo; encuentro semejanza con la enseñanza del domingo,acerca del alimento, el cual lo ingerimos porque nos nutre,evita que nos enfermemos,etc., pero es mejor si nos deleitamos en ese alimento,que talvez no sea nuestro predilecto,pero sabemos nos hace bien.Seria asi el presentarnos delante del trono del Señor, sin amarejarnos por el enorme peso de pecado que jamas podríamos pagar y deleitosamente presentarnos delante del Padre?, Es así que apreciaríamos mas su sacrificio, en vez de auto-acusarnos?, gracias hno. apóstol.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. LO QUE PEDRO NOS ENSEÑA ES EL HECHO DE QUE TANTO EN LO GENETICO COMO EN LA CRIANZA DE NUESTROS PADRES TENEMOS UNA HERENCIA EN CUANTO A NUESTRA MANERA DE CONDUCIRNOS, Y ESO ES PARTE DE NUESTRA PROPIA NATURALEZA, SOLO EN EL SEÑOR PODEMOS TENER VICTORIA SOBRE ELLO, DE LO CONTRARIO SEGUIREMOS LAS MISMAS PISADAS DE CORRUPCION DE NUESTROS PADRES.
      ES POR ESO QUE DEBEMOS DE VIVIR COMIENDO EL PAN QUE ES CRISTO Y ENTRE MAS LO COMAMOS MAS VIDA DIVINA FLUIRA EN NOSOTROS Y MENOS DE LA VIDA PASADA SE MANIFESTARA.

      Eliminar
  2. hermano podemos decir que es justo que nos justifiquen por creer lo que otro ha hecho (nuestro Señor Jesucristo) porque hemos sido condenados por lo que otro hizo? (Adán) y por tal razón Dios no comete injusticia al jutificarnos o en otras palabras Dios no es injusto?

    Hno. César Ordóñez

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ESTO SERIA INJUSTO POR CUALQUIERA DE LAS DOS MANERAS, SI NO EXISTIERA LO QUE CONOCEMOS COMO EL PRINCIPIO CORPORATIVO, PUES AL ESTAR TODOS EN ADAN, TODOS MUEREN Y AL ESTAR TODOS EN CRISTO, TODOS SON VIVIFICADOS.
      ES SEÑOR POR EL MEDIO POR EL CUAL CAYO TDOA LA HUMANIDAD, ES EL MEDIO POR EL CUAL LE TRAJO LA JUSTIFICACION DE VIDA. ALELUYA.

      Eliminar
  3. Cuando creamos que es tan grande el amor de Dios para con nosotros que mando a su único hijo para que por su sangre fueramos justificados entonces dejaremos de amargarnos queriendo justificar lo bueno o lo malo que creemos hacer no tenemos nada bueno en nosotros solo si tenemos de verdad pero de verdad a cristo tenemos algo bueno pero no es algo de nuetra naturaleza sino de la obra de cristo en nosotros por su gran sacrificio y el del padre lo podemos tener gracias señor por haber dado todo el ser divino para limpiarme de tanta inmundicia yo lo creo hnos el poder de mi señor es grande si pudo sanar leprosos puede sanar enfermos de cancer de toda enfermedad solo tenemos que creer .Dios les bendiga hnos gracias por estos mensajes de fe.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hermana que hermosa experiencia<<<< nos hace creer y para el que cree Todo le es posible.
      la justicia divina en la persona de Cristo es nuestra salvación y puerta para desde ya disfrutar de la eternidad.
      que maravillosa perfección el plan divino el padre y el hijo en comunión plena para rescatarnos a toda la humanidad
      ahora esa herencia es efectiva y se dispensa en medio de los santos en LUZ, porque antes eramos del reino de las tinieblas, es decir nos trasladaron al reino de la Luz por medio de su amado hijo CRISTO.
      y jurídicamente el pago fue efectivo y cancelado hace 2000 años por pago de sangre preciosa del unigénito del padre..
      con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; v:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, v:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”

      Eliminar
  4. Gloria a Dios mis hermanos por esta palabra maravillosa. Porque hoy entendemos que Dios nos justificó justamente porque Cristo pagó el precio por nuestra justificación. Debido a este precio que pagó Cristo es que 1 juan 1.9 dice que ahora Dios nos perdona por su justicia y nos purifica por su fidelidad.

    ResponderEliminar
  5. Este tema es para que nos gozemos en la dadiva de Dios
    es para que brinquemos de alegría contemplando que CRISTO nuestro Redentor no sólo nos ha limpiado sino que nos ha hecho JUSTOS DELANTE DEL PADRE, ALELUYA

    Me asombran, me deja con la boca abierta, ver la perfección con la que Dios trazo cual artista, toda su Obra

    Ahora resulta que en la Economía Divina esta escrito que todo el que CREE es JUSTO, que precioso.


    Dentro de todos los detalles que podemos ver de este tema, hay dos que me llaman mucho la atención,

    1.Pensar que EL AMOR y LA MISERICORDIA de Dios esta dentro de su Justicia,
    El me ama y me declara Justo, el me hace misericordia y sigue siendo Justo
    Que perfecto es el Señor
    Dios unió lo imposible, como lo declara:

    Salmo 85:10 La misericordia y la verdad se han encontrado, la justicia y la paz se han besado.


    otro detalle

    2.La Causa de la Gracia es mayor que la de la transgreción

    En otras ocasiones el Apóstol nos ha dado este verso cuando nos ha compartido de la Justificación, y quiero recordarlo:

    Romanos 5:16 Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquel que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación.

    La Causa que produjo el juicio de la caída de toda la humanidad fue que UN SÓLO HOMBRE pecó Pero Causa que GENERO LA PODEROSA GRACIA (Dádiva) fueron las muchas caídas.
    En la justicia Divina PREDOMINO LA GRACIA, porque su Causa era muchísimo mayor, y esto Resulto en nuestra Justificación.
    Aleluya!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. me gusta lo que dices al principio, este tema es para que nos gocemos en la dádiva de Dios. eso me causa a mi cada vez que repaso la bendita obra del señor que nos trajo la justificación de vida. aleluya.

      Eliminar
  6. Cuando aceptamos al señor,todo lo que el señor logro en la cruz,todo lo que alcanzo,lo que gano,el nos lo dio como herencia,ahora todo es nuestro,somo coherederos juntamente con el,y todo esto lo hacemos efectivo en este tiempo por medio de la fe.
    dice Rom 4:4 Ahora bien, 1al que aobra no se le cuenta el 2salario como gracia, sino como deuda;
    Rom 4:5 mas al que no obra, sino que cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
    la justificacion que el señor nos da no la obtenemos como una recompensa de nuestras obras,si no que lo recibimos y lo disfrutamos por fe .

    con esta palabra maravillosa podemos descansar de nuestras obras con las cuales pretendiamos hallar justicia delante del señor y creer que el señor concluyo su obra en la cruz,y lo hizo de una vez y para siempre,y por esa obra consumada podemos por fe acercarnos al señor sin ninguna condenacion.
    1Co 1:30 Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención,
    1Co 1:31 para que, tal como está escrito: EL QUE SE GLORIA, QUE SE GLORIE EN EL SEÑOR.
    Por la obra del padre ahora estamos en cristo y con el disfrutar de todas las cosas.
    gloriemonos hermanos,en el señor por su obra perfecta,por su amor y misericordia porque ahora por su gracia,hemos obtenido justificacion,propiciacion y redencio,ahora ninguna condenacion hay para los que estamos en cristo,ahora tenemos libre entrada ante el padre. gloria a dios

    al leer este blog se me venia a mi mente un canto y quiero que se lo digamos al señor como una oracion de agradecimiento.
    Tu nombre levantare,me deleito en adorarte,
    te agradezco que en mi vida estes,
    que vinieras a salvarme.
    Dejastes tu trono para mostrarnos la luz,
    de tu trono a la cruz
    y mi deuda pagar,
    de la cruz a morir,
    de la muerte a tu trono,
    tu nombre levantare.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. amen mi hermana, levantemos una nota de gozo al señor, glorifiquemos su nombre, porque justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios.

      Eliminar
  7. Quisiera repetir una parte del artículo que debe quedar grabada en nuestras mentes y corazones: "Ningún otro medio podía ser tan eficaz para salvar al hombre y llenar la cuota de justicia que exigía el Padre, como lo fue el maravilloso plan de enviar a Su Hijo a morir en la cruz". Definitivamente como hemos aprendido, sólo la obra de Cristo nos justifica, no hay obra alguna en esta tierra que llene esa cuota que exigía la Ley, sólo la obra de Cristo a favor nuestro lo puede hacer y creyendo en ello recibimos la gracia pues de otra manera no podemos ser justificados delante del Padre, como menciona el siguiente pasaje:

    Romanos 10:4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

    Raquel de Delgado

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Si no posees cuenta de Google o de alguna otra que aparezca en el listado, puedes comentar con la opción de perfil anónimo y dejarnos tu nombre al final de tu escrito. Gracias.

Entradas populares de este blog

LA NECESIDAD DE SER DILIGENTES

LA NECESIDAD DE SER DILIGENTES INTRODUCCIÓN: Quiero empezar por decir que la diligencia es más que básica y necesaria para servirle al Señor. Recordemos que el servicio al Señor está relacionado con la Vida divina, y no sirve de nada que prediquemos y expliquemos que Cristo es el Salvador, si no impartimos Vida entre los hombres. Dios nos llamó a ser impartidores de algo intangible, así es Su naturaleza. Debemos tener conciencia que la Vida Eterna es la realidad más grande que el hombre puede alcanzar en este mundo, y a la vez, lo que nosotros debemos poner al alcance de los hombres. Dice  La Escritura en Juan 1:17 “Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo” . Es, precisamente, en este punto donde la diligencia se vuelve un factor de mucha importancia, pues para mantener el fluir de vida necesitamos ser diligentes, sólo de esta manera la vida de Dios estará activa en nosotros. Leamos los siguientes

SUBIR AL MONTE Y EDIFICAR EL TEMPLO

SUBIR AL MONTE Y EDIFICAR EL TEMPLO Quiero empezar este artículo dando un pequeño contexto del pasaje que acabamos de leer. El profeta Hageo profetizó en los tiempos en los que los hijos de Israel regresaron de la deportación de Babilonia, después de setenta años. Cuando los israelitas regresaron a su tierra, toda la nación, incluido el templo, estaba en una total ruina. La mayoría del pueblo volcó su mirada a sus propias necesidades, pues, éstas eran más que obvias; pero dejaron a un lado la reconstrucción del templo de Dios. Fue en ese ambiente que el Señor levantó a Hageo y a Zacarías para que profetizaran al pueblo y lo estimularan a darle prioridad a la construcción de la casa de Dios.  El panorama que nos presenta Hageo en su libro, especialmente en el primer capítulo, se ajusta como un buen ejemplo, espiritualmente hablando, a la situación que como pueblo de Dios podemos llegar a vivir. Ciertamente el Señor nos ha sacado de la esclavitud de este mundo y nos ha tras

CÓMO DESPOJARNOS DEL VIEJO HOMBRE

CÓMO DESPOJARNOS DEL VIEJO HOMBRE El Apóstol Pablo dice en Efesios 4:19   “y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas. v:20  Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera, v:21  si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en El, conforme a la verdad que hay en Jesús, v:22  que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos” . Pareciera que estos versos son una contradicción, ¿Acaso Cristo no solucionó con anterioridad el asunto de nuestro viejo hombre? ¿Acaso no fuimos libres en Cristo de nuestro pasado, o tenemos que obrar para alcanzar esa liberación? Ciertamente aquí vemos en escena al viejo hombre, pero antes de ver la existencia del viejo hombre del creyente, investiguemos qué quería darnos a entender  el apóstol Pablo al decirnos: “despojaos del viejo hombre”. En torno a esto dice Romanos 6:6  sa