Ir al contenido principal

BUSCAD Y HALLAREIS

BUSCAD Y HALLAREIS

Mateo 7:7 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. v:8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. v:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? v:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? v:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? v:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”.

En este punto de “BUSCAD Y HALLARÉIS” hay algo muy profundo que debemos visualizar y avanzar en cuanto al ministerio de la intercesión. Lo primero que debemos hacer al orar es pedir, luego debemos esperar que Dios nos de conforme a Su voluntad. Esto es importantísimo saberlo: Dios sólo va a darnos aquello que es conforme a Su voluntad, es decir, debemos pedirle “buscando” que se haga Su voluntad.

El primer gran consejo es “pidan y yo les voy a dar”, pero luego nos dice: “busquen”. ¿Qué es lo que debemos buscar? Obviamente, buscamos lo que no tenemos. En otras palabras, el Señor nos está diciendo: “no solo pidan, sino busquen”. En realidad lo que nosotros debemos buscar es que se haga la voluntad de Dios, eso es lo que en la realidad nosotros no tenemos de manera normal en la tierra. La oración debe surgir de una necesidad, y al pedirle a Dios, debemos buscar que se haga Su voluntad en aquello que nos tiene cargados. Por ejemplo, si vemos a alguien padeciendo alguna enfermedad, automáticamente decimos: “El hermano está necesitado, hay que orar por él”. Ahora bien, si percibimos que la condición del hermano es un motivo para orar, debemos empezar a pedirle a Dios por él. A medida que oramos debemos “buscar” la manera específica de orar para que Dios haga Su voluntad en el hermano. Mientras empezamos a interceder debemos estar atentos a nuestro interior y buscar las palabras adecuadas que desaten la voluntad de Dios. Hay muchas cosas que no las sabemos, para el caso de este hermano, no sabemos porqué está enfermo, para qué está enfermo, si es el Señor quien quiere tenerlo enfermo, o si el Señor quiere sanarlo, etc. No lo sabemos, debemos buscar en oración que se haga la voluntad de Dios, que se realicen las cosas conforme a esa perfecta visión que solo Dios tiene de las cosas, pero que nadie las sabe. Dice Isaías 55:8 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos—declara el Señor. v:9 Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. 

Nosotros siempre vamos a errar en cuanto a orar por las necesidades, pero bendito sea el Señor que nos ha dado Su espíritu para orar como conviene. Ciertamente, cada vez que nos hemos juntado para orar, tal vez hemos honrado al Señor con el principio de “Pedid y se os dará”, pero nos ha llegado el tiempo de seguir intercediendo bajo el principio de “Buscad y Hallaréis”. Sigamos juntos, mantengamos la armonía para orar, pero ahora animémonos a orar buscando que se haga la voluntad de Dios.

Enfoquemos esto desde dos puntos de vista:

a) EN CUANTO A DIOS: El apóstol Juan dijo en una de sus cartas: “Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye”. (1 Juan 5:14). Este pasaje nos aclara que debemos pedirle a Dios, pero conforme a Su voluntad. Él nos dará cualquier cosa que pidamos, toda vez y cuando sea el deseo de Su corazón. He ahí la importancia de “buscar en nuestro espíritu” orar según Su voluntad, porque sólo así Él nos oye y nos contesta. Debemos entender que no hacemos mucho sólo pidiendo, sino que debemos pedir conforme a Su corazón. No nos desalentemos si hasta el día de hoy hemos orado y no hemos recibido, más bien, por medio de esta doctrina sepamos que lo que nos hace falta es “buscar”, es profundizar, es inquirir en nuestro espíritu cuál sea la voluntad del Señor. Por su parte el Señor quiere dar, quiere contestar, quiere desatar Su voluntad en la tierra, sólo está esperando que nosotros le pidamos bien. El principio de Dios es “Buscad y hallaréis”; si buscamos, también vamos a encontrar las palabras adecuadas para poder desatar la voluntad de Dios en la tierra.

b) EN CUANTO A NOSOTROS: Aunque debemos iniciar la oración pidiendo, no conocemos con exactitud Su voluntad, por lo tanto, mientras oramos debemos “buscar” cuál es el deseo de Su corazón. Nadie conoce a la perfección la voluntad del Señor, sólo orando podremos tener la capacidad de profundizar y encontrar cuál es Su deseo. Nadie puede decir: “yo voy a buscar primeramente la voluntad del Señor y después voy a orar”; al contrario, encontramos la voluntad del Señor a medida que nos adentramos en el espíritu de la oración. 

Hermanos amados, seamos abiertos al orar, avancemos, mantengámonos pendientes y expectantes de cuál es la voluntad de Dios. Recordemos que somos nosotros quienes debemos empezar pidiendo, somos nosotros los que debemos tomar la iniciativa, y a medida que “busquemos”, el Señor nos promete que hallaremos la manera de orar para pedir conforme a Su voluntad.

Resumiendo el principio de “buscad y hallaréis”, podemos decir que en cuanto a nosotros, debemos ocuparnos siempre de buscar la voluntad de Dios; y en cuanto a Dios, Él nos promete que vamos a “hallar” la manera de pedir para que se haga conforme a Su voluntad. Por Su parte, Dios quiere revelarnos Su voluntad, pero la encontraremos sólo si empezamos pidiendo.

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. Quiero iniciar mi comentario declarando que esta verdad existente sera de gran bendición para muchos como lo ha sido para mi.
    Me llama mucho la atención las dos facetas en las cuales se divide este articulo en cuanto a Dios y en cuanto a nosotros...
    En cuanto a Dios quiero agregar el siguiente comentario.
    El cielo y el Reino entre sus diferentes funciones tienen algo en común y es q ambos existen y actuan por la voluntad de Dios, el gran problema es la tierra o dicho de una forma diferente nosotros mismos. En cuánto a nosotros la responsabilidad recae en buscar dicha voluntad la cual no se encuentra en la tierra pero se puede movilizar desde su reino y su cielo hasta la tierra, siempre y cuando exista el principio de oración en cada uno de sus hijos y sus súbditos.
    Quiero amparar lo antes mencionado con Mateo 6:10- venga tu reino.hagase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra. Al escudriñar el pasaje ala luz del señor nos damos cuenta q la manifestación de su reino trae consigo la voluntad de Dios... El pasaje inicia citando venga tu reino luego cita hagase tu voluntad entonces por el contexto del mismo pasaje podemos concluir q su reino trae e implica la voluntad del padre.
    El en nombre de nuestro señor Jesucristo pueda existir y q sea habilitado este hermoso principio de buscar la voluntad del señor y podamos pedir su reino q implica su voluntad y además traerá consigo su gobierno, su santidad, amor, paciencia,paz, gozó y muchas manifestaciones mas... Aleluya!!!
    Att: Neftaly Anaya.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. amen, son muy apreciadas las palabras de tu comentario. sobre el mismo solo quiero comentar mas sobre lo que tu dices que el reino es la manifestación de la voluntad de El. y lo digo porque hay una corriente que predica el reino como que fuera el dispositivo a usar para que el señor conceda todos los milagros que nosotros queramos, pero esto no es asi. el reino viene para que se haga su voluntad y lógicamente la nuestra no entra en escena. amen.

      Eliminar

  2. Amen hno es importante entender este tema ya que muchos diríamos que si no sabemos cómo orar mejor no lo hacemos pero orando o sea disponernos a buscar encontraremos su voluntad es definitivo yo encontré estos versos que me vi que creo que dicen lo que ud nos enseña acá y es Romanos 8 :26 y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad ;pues que' hemos de pedir como conviene , no lo sabemos,pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
    V.27 más el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu , porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos . Yo veo en este pasaje que nos deja claro que nosotros no sabemos orar como conviene pero el Espíritu nos ayudará en nuestra debilidad . Animémonos a orar y aprender a dejar que sea el Espíritu quien ponga las palabras para realmente pedir conforme al deseo del señor para que se nos sea hecho amen el señor les bendiga grandemente . Lucy navarro

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. amen hermana, gracias por tu comentario. así es, creo que es el Espíritu quien no debe de enseñar a orar, pero cuando nos vemos impotentes y creemos que no podemos orar, no debe de ser una razón, para no orar.

      Eliminar
  3. Gracias hermano por aclarar el asunto en cuanto al reino, pues para mi solo es un ejemplo de como la tierra puede obtener su voluntad... Pues aunque existe el reino y el cielo ambas cumplen la voluntad del padre aunque expresada cada uno de una forma diferente.
    Amen y gracias, en su luz obtenemos mas luz y podemos apartarnos y tener cuidado de ese tipo de corrientes q lo único q hacen es entorpecer la verdad de Dios.
    Att: Neftaly Anaya

    ResponderEliminar
  4. Que preciosa perla mi hermano la que el señor nos trae esta semana y es justamente lo que en mucho ha retenido el avance de la iglesia en el tiempo presente, sabiendo que el reino es la iglesia. Buscando en el diccionario una palabra relativa a buscar encontré la palabra inquirir, esta tiene entre algunas connotación es los siguientes significados: hacer gestiones o preguntas para conseguir cierta información, en su verbo transitivo, tratar de de llegar a conocer una cosa examinándola de manera cuidadosa y otra es, preguntar algo de manera insistente y tenaz.. veo un detalle en esto y es como el cristianismo en todas sus facetas nos ha vendido un método o métodos en donde hasta debemos exigir o demandar , pero nunca esperar e investigar atravesó de preguntar ,examinar mucho menos de manera cuidadosa,y esto es como lo que hemos aprendido en cuanto a las reuniones de los santos a indagar en que desea vibrar el espíritu santo para saber "qué hay pues".
    por eso la respuesta divina en el buscar será y es " hallareis" , que por fin seamos liberados de nuestro propio deseo , de la carne o de la religiosidad y podamos avanzar en lo contemplativo que no es más que acercarnos a esperar en El, para que cuando tengamos la respuesta en el buscar podamos orar sin cesar.amen

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. la iglesia camina cuando esta de rodillas. alguna vez les en algún lado este pensamiento, y creo que es una realidad.

      Eliminar
  5. La oracion debe causar por medio del espiritu el buscar cual es la volunad de Dios , y que importante es que nosotros pidiendo el Señor nos dara la guianza para hallar su voluntad no la nuestra , que hermoso es saber que por medio de la oracion podamos primeramente buscar y despues hallar la voluntad de Dios.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. nuestra voluntad en la carne es lo que siempre hacemos. hacer la voluntad de Dios requiere entrega y oración. amen.

      Eliminar
  6. Tenemos que avanzar en el ministerio de la oración porque solo nos hemos acostumbrado a pedirle al Señor para que el nos conceda todo lo que pedimos pero ahora con el entendimiento de la palabra podemos entender que hay que darle lugar al Señor para que haga su voluntad en está tierra

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Si no posees cuenta de Google o de alguna otra que aparezca en el listado, puedes comentar con la opción de perfil anónimo y dejarnos tu nombre al final de tu escrito. Gracias.

Entradas populares de este blog

LA NECESIDAD DE SER DILIGENTES

LA NECESIDAD DE SER DILIGENTES INTRODUCCIÓN: Quiero empezar por decir que la diligencia es más que básica y necesaria para servirle al Señor. Recordemos que el servicio al Señor está relacionado con la Vida divina, y no sirve de nada que prediquemos y expliquemos que Cristo es el Salvador, si no impartimos Vida entre los hombres. Dios nos llamó a ser impartidores de algo intangible, así es Su naturaleza. Debemos tener conciencia que la Vida Eterna es la realidad más grande que el hombre puede alcanzar en este mundo, y a la vez, lo que nosotros debemos poner al alcance de los hombres. Dice  La Escritura en Juan 1:17 “Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo” . Es, precisamente, en este punto donde la diligencia se vuelve un factor de mucha importancia, pues para mantener el fluir de vida necesitamos ser diligentes, sólo de esta manera la vida de Dios estará activa en nosotros. Leamos los siguientes

SUBIR AL MONTE Y EDIFICAR EL TEMPLO

SUBIR AL MONTE Y EDIFICAR EL TEMPLO Quiero empezar este artículo dando un pequeño contexto del pasaje que acabamos de leer. El profeta Hageo profetizó en los tiempos en los que los hijos de Israel regresaron de la deportación de Babilonia, después de setenta años. Cuando los israelitas regresaron a su tierra, toda la nación, incluido el templo, estaba en una total ruina. La mayoría del pueblo volcó su mirada a sus propias necesidades, pues, éstas eran más que obvias; pero dejaron a un lado la reconstrucción del templo de Dios. Fue en ese ambiente que el Señor levantó a Hageo y a Zacarías para que profetizaran al pueblo y lo estimularan a darle prioridad a la construcción de la casa de Dios.  El panorama que nos presenta Hageo en su libro, especialmente en el primer capítulo, se ajusta como un buen ejemplo, espiritualmente hablando, a la situación que como pueblo de Dios podemos llegar a vivir. Ciertamente el Señor nos ha sacado de la esclavitud de este mundo y nos ha tras

CÓMO DESPOJARNOS DEL VIEJO HOMBRE

CÓMO DESPOJARNOS DEL VIEJO HOMBRE El Apóstol Pablo dice en Efesios 4:19   “y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas. v:20  Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera, v:21  si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en El, conforme a la verdad que hay en Jesús, v:22  que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos” . Pareciera que estos versos son una contradicción, ¿Acaso Cristo no solucionó con anterioridad el asunto de nuestro viejo hombre? ¿Acaso no fuimos libres en Cristo de nuestro pasado, o tenemos que obrar para alcanzar esa liberación? Ciertamente aquí vemos en escena al viejo hombre, pero antes de ver la existencia del viejo hombre del creyente, investiguemos qué quería darnos a entender  el apóstol Pablo al decirnos: “despojaos del viejo hombre”. En torno a esto dice Romanos 6:6  sa