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CÓMO TENER UNA VIDA NATURAL CAPAZ DE PRESERVAR LA EXPERIENCIA CON LA VIDA DIVINA.

CÓMO TENER UNA VIDA NATURAL CAPAZ DE PRESERVAR LA EXPERIENCIA CON LA VIDA DIVINA. 

Nadie tiene la capacidad de pasar veinticuatro horas atendiendo las cosas de Dios, ni siquiera los que vivimos del Evangelio; todos tenemos alguna ocupación en la carne, me refiero con ello a trabajo, familia, necesidad de descanso, etc. En lo personal, para mí fue un conflicto tener un día de descanso, pues, ese día casi siempre planeábamos salir a pasear con mi familia de modo que no estudiaba de manera normal la Biblia, y todo el día trataba de andar recordando algún pensamiento para no sentirme tan “desconectado” de Dios. En algún tiempo de mi vida recuerdo que me hice unas tarjetas con versículos bíblicos para andarlos repitiendo y memorizando en mis tiempos libres. Otros en ese afán han caído en el error de hacer de Jesús su amigo imaginario; éstos andan en la calle manejando, y de repente dicen: “Qué tremendo está el tráfico Señor Jesús, ya va a pasar, dame paciencia…” De modo que por tratar de no desconectarnos de la Presencia del Señor, sólo caemos en un misticismo religioso carente de la Vida divina. Nadie puede prescindir de vivir naturalmente, ni siquiera la gente que se dedica a vivir “monásticamente”, aún ellos en mucho tienen que hacer cosas naturales. ¿Cómo podemos hacer entonces para extender la experiencia de la Vida de Dios a nuestra vida natural en la carne? Trataremos de encontrar respuesta a esta interrogante. 

Dice 1 Juan 1:1 “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”. Este principio es diferente al que vemos en el Evangelio de Juan 1, pues, aquel “principio” se refiere a la inhabitación divina, a lo que existía antes de lo creado. En cambio, el principio del que nos habla la primera carta del apóstol Juan se refiere al momento en que el “Verbo se hizo carne”, es decir, a partir de que Cristo nació en Belén.

Luego dice 1 Juan 1:2 “porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó”. Este contexto también es diferente a lo que dice el Evangelio de Juan, pues, allá el apóstol dijo: “En Él estaba la Vida…”, mientras que en esta carta dice: “La Vida fue manifestada…”.

Esta “Vida manifestada” nos la explica de mejor manera el Evangelio de Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Este verso es correlativo con 1 Juan 1:2. En este pasaje el apóstol Juan ya no nos habla de la esencia de la Vida, ni de un asunto puramente espiritual, sino de una Vida divina que se manifiesta, de una Vida a la que podemos accesar por medio de los sentidos naturales. Este verso nos hace referencia a lo que podemos ver, oír y tocar con referencia a la Vida, ya no se trata de un ambiente devocional, sino de una Vida que está con nosotros, que camina con nosotros, y que vive con nosotros. 

Cuando el apóstol Juan dice: “el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria…” nos está hablando de contemplar la grandeza de Dios en la esfera de lo natural. Esta revelación que nos da el apóstol Juan es gloriosa porque primero nos dice que podemos accesar a la Vida Divina por medio de la contemplación, y luego nos dice que podemos extender la experiencia de la Vida divina a nuestra existencia natural. El apóstol Juan nos relata su experiencia con la Vida manifestada, es decir, con el Verbo hecho carne; él dice que lo veía todos los días, caminaba con él, comía con Él, dormía con Él, trabajaba con Él, toda Su Vida llegó a estar con Él. Para los apóstoles la experiencia con la Vida no fue un asunto de una, o dos veces a la semana, para ellos la Vida fue una experiencia continua. 

Yo no entendía la profundidad de las palabras que dijo Juan: “El Verbo se hizo carne”, hasta que el Señor me dijo un día: “Aprovecha la palabra que se hace experiencia (o que se hace palpable)”. Yo le pregunto: ¿Qué factor hizo posible que los discípulos amalgamaran su vida natural con la Vida divina? Dicho factor fue el Verbo hecho carne. Ellos tuvieron la oportunidad de caminar con Jesús, es decir, con el Verbo hecho carne, por lo tanto, la palabra habitó entre ellos. Nosotros ya no tenemos tal oportunidad de ver la Vida manifestada al nivel de lo que vivieron los apóstoles, sin embargo, tenemos la palabra del Señor la cual se puede hacer carne para nosotros. 

¿Qué medio tenemos nosotros hoy en día para amalgamar nuestra vida natural con la Vida divina? La palabra de Dios. Para poder ser más objetivos y específicos, usemos un nombre que nos de más claridad y ubicación al respecto. Quiero usar el término: “Lectura Bíblica Anagógica”. A esta práctica el hermano Witness Lee le llamó “el orar-leer”, y los hermanos de antaño le llamaron “la lectio divina”. Este último nombre hace buena referencia a la práctica que quiero enfatizar, pues, el sentido de esto es una lectura donde se escucha la palabra de Dios en las Sagradas Escrituras con mucha atención y devoción. Otro concepto de “la lectio divina” es escuchar la palabra de Dios en Las Escrituras para profundizar nuestra relación con Dios a nivel de reflexión y de oración espontánea. 

Yo quiero utilizar el nombre de “Lectura Bíblica Anagógica”, no porque considere inapropiados los términos que otros hermanos usan, sino porque deseo imprimir en estas palabras lo que el Señor me ha revelado al respecto. El término “anagogía”, dentro del concepto de la hermenéutica, es la interpretación con un sentido místico de los textos sagrados, por la cual se pasa del sentido literal al sentido espiritual. Se denomina “anagogía” también al sentimiento por el cual se considera que el alma se engrandece contemplando la divinidad y sus obras. Este es el sentido que tiene la “Lectura Bíblica Anagógica”, trasladar el sentido natural de la Biblia a un sentido espiritual. Al adentrarnos a esta práctica seremos capaces de dejar pasar la luz de Dios a nuestra mente para convertirla en palabras de Vida y nutrición para nosotros. 

Todos los hombres de Dios que han profundizado en la comunión con Dios, terminan haciendo hincapié en la oración contemplativa y en la lectura de la Biblia que los conecta con Dios. En estas dos cosas estriba la práctica de la contemplación. Si usted lee libros donde se hablen de estas cosas, se dará cuenta que todos enfocan un tiempo de silencio delante de Dios, y un tiempo de lectura bíblica de manera anagógica. Lo primero nos lleva a la Presencia pura con Dios, y lo segundo nos permite extender esa comunión espiritual a nuestra vida natural. 

Cuando hago referencia a la lectura Bíblica Anagógica, no estoy pensando en una simple lectura, ni en el estudio de cierta doctrina, y mucho menos en la práctica de la memorización. La palabra no nos aprovechará para nada como experiencia de Vida si sólo lo hacemos a nivel mental. Ahora bien, si nosotros leemos la Biblia anagógicamente, y por medio de lo que leemos, Dios nos da nuestro maná, tendremos ese beneficio durante todo el día con sólo recordar lo que el Señor nos dio. 

En cuanto a esto les doy un consejo: “No traten de guardar esta palabra para el día siguiente”, cada día Dios quiere darnos algo fresco. Por supuesto, podemos anotar la palabra que Dios nos habló y guardarla para luego compartirla con los hermanos a manera de doctrina, pero como experiencia de Vida, el Señor quiere darnos una porción de Su palabra día a día. 

La lectura bíblica anagógica nos permite extender la experiencia de la Vida divina a nuestro vivir natural. Pueda que durante el día, en unos minutos de descanso hagamos memoria de lo que el Señor nos habló, y seguramente eso se puede convertir en experiencia, en fortaleza, en ánimo para nuestro ser. Esto es vivir contemplativamente, así trasladamos la esencia pura de la Presencia de Dios, a nuestro vivir natural.

Apóstol Marvin Véliz


Comentarios


  1. Dios nos da aquello que nos basta para poder vivir cristianamente dia a dia, pero digerido y asimilado por nuestro ser durante el dia, si no se echa a perder . Curioni Aldo.

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    1. la clave en el señor con el tiempo yo me eh dado cuenta que no consiste en cuanto acumulo, sino en el vivir del vida a día con el señor. si somos fieles a eso viviremos al señor siempre.
      mi amigo y hermano Aldo que alegría poder leer un comentario tuyo en este blog. soy muy feliz a ver el conocimiento que el señor te ha ido dado en estos tiempos sobre su camino. dios siempre alumbre tu ser interior, te de paz y felicidad.

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  2. Es muy interesante hacer notar que se debe escuchar la Palabra de Dios en las mismas S agradas Escrituras, es muy importante esta aclaración que el Señor nos esta permitiendo saber, nos alumbra nuestro ser, pues quizás cuantas cosas ha procurado Dios decirnos , y por la superficialidad con la que he leído su Palabra , no escucho su voz; quizá sea esto a lo que el Señor Jesus se refería, cuando dijo : Uds escudriñan las Escrituras porque os parece......pero no vienen a mi para tener vida. La clave es siempre la Vida de Jesus impresa en mi, y luego tendremos comprensión para su Palabra y así vivir el dia a dia delante de El.

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    1. buscamos como eh dicho la escritura solo para satisfacer nuestra mente, pero debemos de cucarla para satisfacer nuestro espíritu y para ello debemos de encontrar el espíritu de la misma. aleluya.

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  3. Qué maravilloso es entender que no podemos vivir de la misma manera que el evangelio nos a enseñado de a ser de Dios nuestro amigo imaginario,sino permitir que la vida divina se exprese en nuestro vida natural y eso lo podemos abquirir siendo dilijentes en la oración contemplativa.SALOMON

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    1. esta manera de oración nos conecta con dios. como no usamos nada de nuestro intelecto, no se presta para las imaginaciones de nuestro propio ser. estas no llegan a darnos la experiencia de la vida divina.

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  4. Cuan importante es volvernos a su palabra no sólo tener el entendimiento de ella sino para alimentarnos y que sea nuestra experiencia de vida y que seamos diligentes en buscarlo en la contemplación pero no olvidarnos de volvernos asu palabra. Benjamin

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  5. El salmista decia: la exposicion de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmo 119:130.

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  6. El salmista decia: la exposicion de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmo 119:130.

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  7. Tener la experiencia con la vida divina dentro de Nosotros es algo maravilloso
    Entendiendo la importancia de la oracion y el meditar de la palabra procesada a travez de nuestro corazon para vivir el dia, dia con el Señor, y poder decir "Padre Nuestro que Estas en Los cielos,santificado sea tu nombre.venga tu reino, hagase tu voluntad. Es hermoso saber que ese reino, es la luz, es la fuente inagotable que fluye para vida eterna, es Cristo en nosotros la esperanza de gloria.

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    1. creo mi hermanos que hoy todos los que hemos tenido entendimiento y luz por medio de esta palabra, vamos a ver la escritura desde otro ángulo. desde un punto mas glorioso, mas lleno de vida, mas orgánico. etc. gloria a Dios por esta luz tan hermosa.

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  8. cuando leemos la biblia anagogicamente, es como estuvieramos viviendo la vida misma de Jesus ,es como la oracion contemplativa, que podemos apreciar estar con Dios ,solo si tenemos fe.

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  9. amen, es muy cierto lo que dices. la lectura analógica nos provee de una manera hermosa el vivir con el señor.

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