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EL REINO DE DIOS ES PAZ


EL REINO DE DIOS ES PAZ 

Romanos 14:17 “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. 

Sólo cuando tocamos la esfera del Reino de Dios espiritualmente, es cuando podemos decir que ha valido la pena conocer a Dios. Cuando Dios se hace nuestra experiencia interior, entonces podemos darle un valor incalculable. La Biblia nos relata de hombres como Moisés, el cual “…hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón” (Hebreos 11:24–26). Estos hombres lograron darle el valor adecuado al Reino de Dios. Solamente cuando Dios se revela en nuestro interior podemos desvalorizar las glorias terrenales, y cambiarlas por las espirituales. Pidámosle a Dios revelación para poder darle valor a Su Reino, a Su Iglesia, a Sus virtudes divinas, y a todo lo que Él es en nuestro interior. 

Debemos valorizar las virtudes divinas, debemos valorizar la Paz que Dios nos da. El apóstol Pablo nos dice que el Reino de Dios es Paz, es decir, es una virtud interior. Aunque necesitamos paz para con Dios, el Nuevo Testamento también vincula la Paz en relación hacia nuestros hermanos. La persona que vive interiormente a Dios deja de vivir en problemas con los demás, por lo tanto, tendrá una vida placentera. El creyente que vive a Dios, y lo convierte en su placer interior, termina cediendo ante las injusticias y el mal proceder de los que le rodean. Si no podemos relacionarnos con nuestros hermanos, es porque estamos fuera de la dimensión del Reino de Dios. El creyente que vive a Dios, buscará estar en paz con los hermanos, en especial con los más cercanos. 

Dice 2 Corintios 13:11 “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros”. El creyente que vive en paz baja sus armas, cede, y evita las contiendas. Si no reparamos la comunión con nuestros hermanos, tarde o temprano Dios también nos retirará Su comunión. El Reino de Dios es paz, por lo tanto, debemos estar en paz con nuestro prójimo. Dice 1 Juan 4:20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? v:21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”. El Reino de Dios es estar en paz con nuestros hermanos. A todos en algún momento nos aparece un Judas, tarde o temprano todos muchos tragamos la hiel de la amargura. Seguramente todos hemos atravesado situaciones interpersonales difíciles, porque siempre hay gente que abusa, que se pasa más allá de nuestros límites, sin embargo, Dios nos manda a estar en paz con todos. 

Los problemas con los hermanos son el resultado de la falta de paz interior. El Dios de paz hace que nos bajemos, nos hace buscar la paz con todos. ¡Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios¡ Benditos aquellos que disfrutan la comunión con Dios de tal manera que son liberados interiormente, y pueden estar en paz con todos. 

Dice Hebreos 12:14 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Este verso relaciona la paz con la santidad; pareciera algo extraño, pero es que a veces surge una actitud religiosa de creer que podemos ser santos para con Dios, aunque nuestra relación con nuestros hermanos sea un desastre. No podemos vivir en santidad para con Dios, y no estar en paz con nuestros hermanos. Hay cristianos que tienen el síndrome de la “tortuga”; este animalito cuando ve problemas, mete la cabeza y las patitas en su caparazón, y se olvida del mundo exterior. Dios no aprueba a ningún creyente estilo “tortuga”, que crea que no importa el trato con los que lo rodean. 

Dice Romanos 12:18 “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. El que le da espacio al Reino de Dios en su corazón, poco a poco va a ir adquiriendo paz en su ser interior, y llegará el momento en que dicha paz se verá reflejada hacia las demás personas. Por supuesto, dice el apóstol Pablo: Si es posible, y si depende de nosotros, busquemos estar en paz con todos, es decir, no busquemos estar en pleitos con nadie. ¿Estamos en paz con nuestro prójimo? Pueda que algunos de los que nos rodean sean muy problemáticos, y que muchos de ellos jamás vayan a cambiar, pero en lo que depende de nosotros tratemos de estar en paz con todos. No es lo mismo que yo esté peleando con mi hermano, a que mi hermano esté peleando conmigo. Si yo tengo paz en mi corazón, no será problema que mi hermano quiera pelear conmigo, pues, no voy a reaccionar a su propuesta carnal. El problema surge cuando yo busco contender con alguien, cuando la amargura echa raíces en el corazón. 

Hermanos, el Reino de Dios quiere dulcificar nuestro interior, quiere posesionarse de nuestras vidas al punto que aun amemos a nuestros enemigos. Si esa es nuestra manera de vivir estamos viviendo en el Reino de Dios. Si Cristo es nuestra experiencia de Vida hallaremos verdadera paz, y seremos librados de la amargura. Arrepintámonos delante de Dios, y estemos en paz con nuestros hermanos tanto interiormente como exteriormente. 

Termino esta sección haciendo mención de Esteban, el interior de este hombre estaba en paz mientras moría apedreado, todo lo contrario a sus detractores quienes estaban llenos de odio. Morir lapidado era algo sumamente doloroso, pues, nadie moría, ni quedaba inconsciente de una sola pedrada; sin embargo, en esos momentos de sumo dolor Esteban pudo decir: “Señor Jesús, no les tomes en cuenta este pecado…”. Esteban murió en paz, con un interior dulcificado, viendo a Cristo, porque Él tenía el Reino de Dios en su interior. Hay hermanos que se amargan porque alguien no se expresó bien de ellos, ¿Qué les sucedería si tuvieran que morir apedreados como Esteban? ¡Hermanos, el Reino de Dios no es comida ni bebida, es Paz en el interior!

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. Hermanos el reino de Dios es paz, y cuan nescesario e inportante es que la vida del Señor se manifieste en nuestro interio, que aga un cambio en nuestras vidas, esa es la voluntad de Dios que esa paz, ese gozo y ese amor sea manifestado al cuerpo de Cristo, a su iglesia que somos cada uno de nosotros.AMEN

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  2. Cuan importante es reflejar paz en nuestro interior porque al no tener paz tomamos una actitud de amargura y no aguantamos a los hermanos ni queremos tener comunion con ellos y eso es lo que el Señor no quier lo que el quiere es que tengamos paz para aguantar a nuestros hermanos tal como son. Benjamin

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    1. Eso es muy cierto si no hay paz en nosotros seguro estará manifestado todo lo contrario a esa bendita paz

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  3. El Reino de Dios es Paz- paz entre los hermanos y paz entre los no hermanos, y no esa Paz almática que cualquier persona en este mundo puede experimentar en ausencia de cualquier molestia o dolor. ¡¡Ni tampoco hablo de esa paz generada por las circunstancias externas como irnos de vacaciones a un buen lugar o de esa paz en los ejercicios religiosos trascendentales o de esa paz que se obtiene tomando el tan famoso PROZAK!! Estas y muchísimas cosas mas dan Paz. ¡Pero ninguna de esas cosas tiene que ver con el REINO DE DIOS! El reino de Dios no es solo PAZ. ES PAZ ¡EN EL ESPIRITU SANTO! ¡Y es tan profunda que solo brota de nuestro espíritu! La paz que experimentamos en ausencia de conflictos no es la PAZ DEL REINO, es simplemente calma entre tormentas. Si nuestra paz huye ante la angustia, ante las calamidades, es solo calma y ese cualquier ser humano la puede experimentar.
    Pablo nos dice: Y la paz de Dios, QUE SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.

    La PAZ que nuestro Dios nos da, no es un atributo que pueda definirse fácilmente con nuestra habla humana, pero ha sido, es y será conocida por aquellos que viven en unión con nuestro Señor Jesucristo. Pablo nos dice: Y la paz que SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO. ¿De qué tipo de paz habla AQUÍ, Pablo? Si me preguntaran ustedes, no podría decírselos, si acaso yo pudiera ayunar 10 días, que lo veo difícil y aun orara por esa respuesta aun no podría decírselas porque este tipo de PAZ SOBREPASA NUESTRO ENTENDIMIENTO, por lo tanto no podemos describirla, y si eso supera nuestra comprensión significa que no podemos obtenerla en ningún seminario, no podemos obtenerla con el psicólogo, ni leyendo el mejor libro cristiano que pueda existir, pero si al exponernos a su PRESENCIA ALELUYAAA. Se que muchos pueden dar testimonio de esa PAZ, aquellos que caminan en el Espíritu y Confían en nuestro Padre la han experimentado aunque no puedan explicarla a otros.

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    1. La verdadera paz es inexplicable a la mente humana, cuando tengamos esa paz seguramente es la De Dios. Amén.

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  4. Expongámonos y acerquémonos confiadamente a su Presencia para que esta PAZ BROTE, en medio de las circunstancias adversas que estamos enfrentando HOY, hermanos estas cosas no se obtienen a plenitud de la noche a la mañana , es un proceso por el cual nuestro Padre nos esta liberando de la mentalidad de huérfanos y despertándonos a nuestra realidad como HIJOS DE DIOS y como tales no tenemos porque preocuparnos ya que tenemos un PADRE que se preocupa por nosotros, incluso cuando hemos seguido las ordenes de Cristo , aun así hemos enfrentado dificultades, pruebas. Mayoritariamente todos piensan que la presencia de Cristo en Nosotros nos asegura un viaje pacifico, pero esto no es así de ¡NINGUN MODO!, con frecuencia la vida se vuelve más difícil después que entramos en una relación profunda con nuestro Señor, y cuanto mas avanzamos mas severas son las pruebas, y cuando estamos en tormentas creo que no hay nada mas perplejo sinceramente se los digo, que nuestro Señor este “dormido “ en la barca en medio de la tormenta, el silencio del Señor a nuestras vidas, los frustrantes retrasos, los misterios profundos de sus tratos con nosotros, los cuales nuestras mentes finitas no pueden entender . Sin embargo, a pesar de todo esto podemos estar SEGUROS Y FIRMES sabiendo que el propósito de nuestro Padre al probar nuestra fe es fortalecerla y darnos esa PAZ que sobrepasa todo nuestro entendimiento, en medio de cualquier circunstancia que estemos viviendo.

    Termino con las advertencias más instructivas sobre la paz en Col. 3:15 y el hermano Witness Lee le dio la traducción más correcta: Y la paz de Cristo sea EL ARBITRO en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo Cuerpo; y sed agradecidos.

    QUE LA PAZ SEA EL ARBITRO, hermanos que la paz del Reino “actúe como un árbitro” y que sea la paz la que tome una decisión cuando tenemos que decidir entre los muchos asuntos que se nos presentan en la vida, a veces hay decisiones que tomar, puertas que se abren ante nosotros y uno esta en un dilema en cuanto a que camino tomar ¿Voy aquí, Voy a allá? ¿Lo hago de esta forma o lo hago de la otra?, y probablemente el Espíritu Santo no nos hable, por otro lado pueda ser que no haya algún sueño o visión del Señor, talvez en la reunión con el cuerpo de Cristo no haya palabra de conocimiento o de sabiduría o talvez no exista profeta que diga : Así dice el Señor, aunque si abundaran los falsos profetas que abundan hoy en las redes sociales o en el internet diciendo Dios me dijo cuando en realidad es su mente carnal hablando, pero no importa de cualquier manera que la PAZ DEL REINO SEA NUESTRO ARBITRO, esperemos en nuestro Padre y si no hay paz, esperemos que la PAZ aparezca, que la paz gobierne y que la paz sea el resultado. Les Bendigo

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    1. La Paz como un árbitro actúa cuando la logramos amarrar a nivel del espíritu, pues cuando esta deja de fluir entonces sabemos que hay que reparar en lo que hacemos o decidimos. Amén.

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  5. La paz es una acción que nace en el interior del creyente pero que se deberá manifestar para con los demás , se ve directamente proporcional al amor que tengamos para nuestros prójimos sean estos justos , honestos o despiadados o no. e inversamente proporcional ,amargarnos, no perdonar , no amar.
    el pasaje de 1 corintos 13.11 me llama la atención pues resulta de venir siguiendo el amor que fue depositado en nosotros al tener la vida de Dios en nuestro interior y que se va desarrollando mas y mas en la practica para con los demás.
    Es tan clara la palabra con todos los versos que nos mencionas apóstol, y no deja margen de error, seguirla , vivirla nos conduce a la experiencia de Cristo y su reino.
    La paz es un fruto que provee EL Espíritu Santo que se combina con 8 mas para armonizar la vida del creyente, según lo muestra Galatas 5:22 amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,fe, mansedumbre, templanza... aquí se perfecciona el carácter de cristo y nos desligamos de los asuntos de la LEY. queremos vivir sin amarras y ataduras , libres de la Ley y trasladados al reino de su amado Hijo como lo dice Colosenses 1.13 y mas adelante nos dice en el verso 20 reuniendo todas las cosas ,tanto las que están en los cielos como en la tierra ,y haciendo la Paz por medio de su sangre en la Cruz.. Demos-le vigencia al Reino, vivamos dándole valor a lo que tiene valor para el señor .

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