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LA IMPORTANCIA DE CONOCER EL PERFIL PSICOLOGICO DEL SER HUMANO


LA IMPORTANCIA DE CONOCER EL PERFIL PSICOLOGICO DEL SER HUMANO 

La Escritura nos da detalles, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, de lo que hemos definido como: “El Perfil Psicológico del Ser Humano”. La Biblia es muy amplia al describir al hombre aunque no nos dice muchos detalles particulares, pues, no es un libro biográfico; ni siquiera del Señor Jesús nos dice detalladamente las diferentes etapas de su vida, sin embargo, al leer todos sus libros en conjunto podemos hallar mucha luz sobre el perfil psicológico de la raza humana. Por alguna razón quedaron escritas en la Biblia ciertas características de hombres y mujeres como Pedro, Judas, María, Juan el Bautista, y otros más de quienes se detallan cosas muy particulares de sus vidas. De igual manera Dios también nos dejó registros de genealogías, familias, lugares geográficos, cultura, ocupación y otros entornos más que definen a una persona. Podemos decir, entonces, que a Dios le interesa que conozcamos el perfil psicológico de la humanidad, pues, de esa manera entenderemos cómo Él trata con los hombres. Tiene que haber una razón por la cual Dios dejó registrado en La Biblia aún los pecados que cometieron hombres como David, Sansón, Salomón, y otros más. Si somos honestos, hay algunas cosas en la Biblia que hasta parecen inapropiadas, o imprudentes, pues, describen cosas muy íntimas y muy personales. Alguna razón tuvo Dios para dejarnos registros de las circunstancias y vivencias de hombres como Pedro, un personaje al que el Señor lo elogia porque va avanzando en la revelación, pero de pronto le dice: “Apártate de mi, Satanás”. Igualmente del apóstol Pablo quedó registrada la realidad y experiencia que vivía en su interior; dice Romanos 7:21 “Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. v:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; v:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. v:24¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? v:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado”. Para que Dios se haya ocupado de dejar registrada esta conciencia real del apóstol Pablo, es porque hay algo que debemos entender y aprender al respecto. Sin lugar a dudas, Dios quiere que entendamos al ser humano, tanto al hombre que conoce a Dios, como al que no lo conoce. Debemos saber con quienes tratamos en la Iglesia, debemos saber que aún los siervos de Dios son hombres. Si hasta el apóstol Pablo era claro para describir su naturaleza y sus experiencias, ¿quienes somos nosotros para creer que somos diferentes de los demás hombres?. 

A través de todos las experiencias vivenciales de los hombres y mujeres que vemos en la Biblia, podemos entender el perfil psicológico de la humanidad. Notemos qué curiosa la forma en la que Dios escribió la Biblia, no todo quedó escrito a la manera de los diez mandamientos, sino que Él dejó registrado el deseo de su corazón a través de la manera de proceder de los hombres. Esto es una prueba de que Dios quiere que conozcamos quienes somos, qué quiere hacer en nosotros, y lo que Él espera de los que por la fe hemos venido a ser Sus hijos. 

Si no nos conocemos a nosotros mismos, será imposible que Dios nos restaure. La mayoría de creyentes no conoce quien es la raza humana; desconocen tanto de este tema, que muchos han creído que Dios va a cambiarlos por medio de ritos como una vigilia, de modo que pasan horas desvelándose, batallando contra el sueño, sin embargo, nada les sucede, al contrario se vuelven más orgullosos y más religiosos. Otros buscan experiencias místicas como la liberación demoniaca, porque creen que con eso serán libres de las influencias de las tinieblas; otros han buscado los dones espirituales como las lenguas, creyendo que con eso serán cambiados, pero se dan cuenta que tampoco los dones son la fuente de cambio. Cuán necesario es que nos conozcamos a nosotros mismos. Hagamos a un lado todo aquello que aprendimos en la tradición evangélica con miras a una transformación, pero que no nos funcionó, y dispongámonos a ser cambiados según la manera divina.  

No estamos negando que la liberación demoníaca y los carismas espirituales no tengan su lugar, pero estos no son la clave para ser transformados. Para que usted me entienda la diferencia entre ser liberado y transformado, es como que pensemos en un vaso sucio y rajado, si lo lavamos, el vaso quedará limpio, pero siempre quedará rajado. Así es la liberación, limpia, quita estorbos, pero no transforma el ser interior del hombre. Aunque satanás puede estorbar nuestras vidas con malos espíritus, debemos tener en cuenta que somos seres “caídos”, y que con o sin estorbos demoniacos, necesitamos buscar una transformación integral. 

El conocimiento definitivamente nos ayudará a llegar a la transformación. En una ocasión una hermana compró un automóvil y quiso ir a estrenarlo con otra amiga, así que ambas se fueron de paseo. Al llegar a la gasolinera resultó que el vehículo ya no les quiso arrancar, las hermanas en su aflicción e ignorancia movían los espejos retrovisores, apagaban y encendían el radio, hacían una y mil cosas ridículas porque no sabían nada acerca de cómo hacer funcionar el motor del vehículo. Así nos ha sucedido a nosotros en cuanto a nuestra propia vida, hemos hecho muchas cosas ridículas porque carecemos de conocimiento, no sabemos quienes somos. 

Entender el Perfil Psicológico del hombre nos llevará a concatenar lo que nos dice la Biblia con lo que la ciencia ha logrado descubrir. Al escribir sobre estas cosas, no le estoy dando la razón a la psicología a través de la Biblia, sino al contrario, uso la psicología como una herramienta para entender de mejor manera lo que nos dice La Escritura. 

Es tiempo de echar por la borda lo que religiosamente hemos aprendido y no nos ha funcionado. Hemos procurado una santidad exterior, la cual no nos ha transformado en lo más mínimo. ¿Cuánto tiempo nos han dicho que busquemos las unciones del Espíritu Santo, pero vez tras vez nos damos cuenta que eso no nos cambia? Seamos honestos, hemos llevado una vida externa con sabor a derrota interior. Para muchos la Vida de Cristo es tan limitada, que ni siquiera les ha servido para convivir con su cónyuge. ¿Acaso no es Cristo una Vida de poder? ¿Por qué no logramos canalizar ese “dunamis” a nuestra vida natural? Esto nos ha sucedido por causa de que no tenemos fe en la palabra del Señor, y porque hemos entendido mal el mensaje del Evangelio. 

Al momento de creer en Cristo Jesús, nosotros venimos a ser nuevas criaturas, pero eso no quiere decir que nuestro viejo hombre desaparece, éste sigue estando activo en nuestro ser. Yo llamo a los padres y a los ancianos a que sean honestos consigo mismos, no demanden de sus hijos lo que ustedes nunca fueron. Hay ancianas que critican a las jovencitas, a menudo les dicen cosas como: “Yo nunca fui así de regalada como vos…”, ¡Mentira!, tal vez ya no se acuerdan, pero también tuvieron su tiempo de efervescencia en la juventud. Todo el género del ser humano es caído, pecador, tendiente al mal, y no hay entre ellos ni uno bueno. Necesitamos reconocer nuestra realidad. Padres, no idealicen a sus hijos; si ustedes son pecadores, sus hijos también lo serán. No esperen que sus hijos sean la excepción de la regla, todos somos descendientes de Adán, por lo tanto, todos somos pecadores. 

El viejo hombre está activo en todos los seres humanos aún después de la conversión, sólo un milagro posterior puede liberar nuestro ser de todo tipo de programación emocional. La Vida en el Señor debe ser un placer, y su objetivo es que en nosotros se produzcan frutos de justicia, pero nos enseñaron mal el camino para llegar a ella. Hoy en día hay muchos métodos que prometen una transformación, pero sólo el método divino opera una verdadera sanidad y liberación en nosotros. 

En los Evangelios vemos cómo el Señor le hablaba a los hombres con profundidad, pues, lo que Él buscaba era desmantelar los programas emocionales que fundamentan al viejo hombre. Las palabras de Cristo llegaban a conmover lo más profundo de los hombres, pues, en eso consiste el método divino. El método divino no es instantáneo, no nos provee cambios inmediatos, sino que nos mete a un proceso, nos va liberando poco a poco. 

A raíz de lo complejo que es el ser humano, es necesario que nosotros conozcamos algunos términos de la psicología que nos describen el perfil psicológico del hombre; no obstante, el único fin es comprender de mejor manera el mensaje que el Señor nos ha dejado a través de la Biblia para obtener la sanidad interior. 

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. Creo que la gran mayoría hemos buscado la transformación de una manera errada, religiosamente hemos creído que entre más sirvamos, entre más dones tengamos más grande será nuestra transformación, y al leer la escritura, al estudiar la palabra al conocer más de ella nos damos cuenta una cosa, que entramos a la transformación cuando empezamos a perder lo nuestro y a ganar lo que cristo quiere darnos dejando que sea nuestra vida, nuestro vivir, y el yo, lo que soy, empiece a ser desmantelado, desenmascarado, realmente cuanta levadura hay en nuestra vida, creyendo que por nuestros dones, por nuestro servicio somos mejores o más espirituales que otros pero no es así, es necesario ser desmantelados y eso es un proceso, poco a poco, el señor nos va desprogramando, el señor nos mostró en muchas historias de como a él solo le eran útiles aquellos que se dejaban desmantelar:
    El joven rico le dijo señor lo he cumplido todo, pero el señor le vio el programita aquello que le daba estabilidad, le dijo vende todo lo que tienes y da a los demás y se puso triste y se fue, fue incapaz de dejarse transformar por el señor vio la perdida a lo suyo.
    hermanos nuestra transformación no empieza cuando nos sentimos arriba en lo más alto, nuestra transformación empieza cuando somos desprogramados, desmantelados, cuando empezamos a dejarnos quitar esas máscaras que esconden quienes verdaderamente somos, y empezamos a dejar que el quite y ponga en nuestra vida conforme a su voluntad, cuando ya no vemos alternativa más que reconocer como Pablo, míserable de mi, quien me librara de este cuerpo de muerte, cuando reconocemos que no somos nada que el es todo de nosotros, ahí empezara nuestra transformación.

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  2. Yo pienso hermanos que debe de a ver un cambio en nuestras vidas y como dice aqui somos seres humanos erramos en muchas cosas y el viejo hombre no nos permite hacer la voluntad de nuestro Dios, pero creo que en nosotros debe a ver un acto de fe, de confianza al Señor y nos ira transformando poco a poco hasta que el sea el que fluya y cresca en nuestro interior.Amen

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  3. que al leer esta palabra pueda haber un cambio en nuesto interior porque muchas veces al no tener la revelacion pensamos que lo unico que tenemos que cambiar de nuestras vidas es nuestro exterior y no nos damos cuenta que el viejo hombre sigue latente, asi que hermanos que podamos transformar nuestro interior porque eso es lo que el Señor quiere amen. benjamin

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