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¿QUIÉN ES UN RELIGIOSO?


¿QUIÉN ES UN RELIGIOSO? 

Cuando hablamos de religión, debido a nuestro contexto “cultural”, normalmente pensamos en el mundo católico, o en alguna de las tantas denominaciones protestantes. De igual manera cuando nos referimos a una persona religiosa, rápidamente pensamos en aquellas personas ultra conservadoras, puritanas, y devotas. Aunque lo anterior no está errado, estos conceptos se quedan muy cortos a la luz de La Escritura. 

En esta ocasión no haremos ninguna crítica a ninguna religión, ni a ninguna persona. Lo que queremos es ampliar el conocimiento, y ver que la religión es todo aquello contrario a la naturaleza del Nuevo Pacto que instituyó nuestro Señor Jesucristo. Todo aquello que tenga que ver con Dios, y aún sea usado para pregonar a Dios mismo, pero si no está acorde a la administración del Nuevo Pacto es religión. 

Debemos pedirle al Señor que nos libre de la religión, pero para ello es necesario que entendamos más ampliamente qué es la religión, ya que nadie alcanzará la plenitud en Dios, ni disfrutará a Dios, ni será edificado como Él quiere, a menos que salga del sistema religioso que tiene en sí mismo. Sólo estando fuera de la religión podremos experimentar plenamente la Vida divina que nos dio el Señor Jesús. 

Otro concepto de religión podemos decir también que es la invención que surge en el corazón del hombre con el fin de encontrar a Dios, sin echar mano de lo que Dios le ha dado para que se acerque a Él. Es religión, entonces, la pretensión que el hombre tiene de encontrarse con Dios por medio de su mente, sus fuerzas, y todo su “yo”. Religión es todo esfuerzo, devoción y entrega del hombre con tal de ser hallado aprobado y justificado delante de Dios. 

La religión surgió en el huerto del Edén, en el momento que Adán y Eva prefirieron comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, en lugar del árbol de la Vida. El resultado de su desobediencia fue darse cuenta que estaban desnudos, pero ellos pretendieron cubrir su desnudez con hojas de higuera, antes que presentarse delante de Dios en su condición pecaminosa. Cuando ellos comieron ese fruto, no sólo pecaron, sino que aceptaron un sistema diferente al que Dios les había propuesto. Esto nos muestra que no es necesario cometer grandes fechorías, ni vivir inmoralmente, para estar mal delante de Dios. El escenario de Adán y Eva nos grita que el problema del hombre con Dios no empieza con las maldades que éste comete, sino con pararse en una plataforma distinta a la propuesta por Dios. Adán y Eva se pararon en el terreno de la religión, en la propuesta de querer hacer el bien con tal de ser aprobados por Dios. Seguramente la intención de ellos no fue hacer lo malo, pero se pararon en un principio no agradable a los ojos de Dios, aun así, cuando su deseo era querer hacer el bien. 

Al estar parados en la plataforma equivocada, Adán y Eva se vieron desnudos, y por ende, trataron de cubrirse con hojas de higuera. Esto nos muestra que la religión nunca nos cubre delante de Dios, lo único que hace es ponernos bajo acusación. Las hojas de higuera no les dio a ellos ningún grado de aprobación delante de Dios, al contrario, solo evidenciaron todavía más su pecado. Dios en Su misericordia, le mostró a esta pareja que podían salir de ese estado de muerte, toda vez y cuando, aceptaran ser justificados no por sus obras, sino por la muerte sustitutiva de otro ser, del cual Dios tomó la piel para cubrirlos. Ahora ellos tenían un mensaje más claro de parte de Dios: “Es imposible que sus buenas intenciones los aprueben delante de Dios”. 

Como bien sabemos, todos los hombres heredamos por genética el pecado de Adán y Eva. Por lo tanto, Dios quiere que nosotros también entendamos este principio: “Es imposible que nosotros hallemos justicia delante de Dios por medio de nuestras obras”. Debemos aceptar con humildad que el único que puede proveer para nuestras necesidades y nuestra restauración es Dios. Este ofrecimiento divino se anunció durante cientos de cientos de años, pero el hombre entró a una esfera de religión de la cuál no quiso salir. 

El problema de religión en el hombre se agudizó tanto, que su propio ser llegó a naturalizarse con la religión. El hombre no sólo se paró en una plataforma equivocada (quedándose fuera del huerto), sino que él mismo se convirtió en religión. Esto es parecido a un muchacho que empieza a ser inducido por su amigo a frecuentar lugares de mala reputación, llegará un momento en que el muchacho será igual o peor que la persona que lo indujo a esos malos caminos. Así le pasó a Adán, no solo comió del fruto prohibido del bien y del mal (religión), sino que él mismo se convirtió en religión. Una persona religiosa no sólo es aquella que tiene muchos ídolos externos en su casa, sino son todos aquellos que intentan tocar a Dios por medios que Él no ha propiciado. 

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. Lo que más me impresiono de está hermosa palabra es que como nosotros muchas veces tratamos de acercarnos a Dios, o esperar que el nos apruebe y no lo conseguimos causa que somos unos religiosos y queremos hacer las cosas del Señor conforme a nuestra voluntad y no conforme a la voluntad de Dios que no los a dado en el nuevo pacto, entonces actuemos como el Señor no los demanda para así poder vivir esa vida divina amén.Salomon

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  2. como es de importante entender que la religion es tratar de acercarnos a dios por medios humano y eso es lo hacemos siempre porque la religion solo nos llena de cosas humanas que no son agradables a los ojos de dios , y por eso nos tenemos que hacercar a el fuera de toda religion y estar llenos del espiritu santo amen

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