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EL DUEÑO DE LA IGLESIA ES SOLO DIOS

“EL DUEÑO DE LA IGLESIA ES SOLO DIOS”


En esta ocasión quiero compartir con ustedes un pasaje de la Escritura en el Evangelio de Marcos 12, y quisiera que leyeran los siguientes versos para que se pongan en contexto de qué quiero hablar:

V.1 Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña, la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. V.2 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de estos el fruto de la viña. V.3 Mas ellos, tomándole, le golpearon, y le enviaron con las manos vacías. V.4 Volvió a enviarles otro siervo; pero apedreándole, le hirieron en la cabeza, y también le enviaron afrentado. V.5 Volvió a enviar otro, y a este mataron; y a otros muchos, golpeando a unos y matando a otros. V.6 Por último, teniendo aún un hijo suyo, amado, lo envió también a ellos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. V.7 Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra. V.8 Y tomándole, le mataron, y le echaron fuera de la viña. V.9 ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a los labradores, y dará su viña a otros. V.10 ¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo; V.11 El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos ? S. Marcos 12:1-11
(versión LBLA)

Si nosotros seguimos leyendo el pasaje, evidentemente la Biblia nos muestra que este pasaje se está refiriendo a la actitud de los religiosos, ya que los fariseos y los escribas de aquel entonces, siempre estuvieron entorno a las cosas que el Señor les estaba presentando, pero esta Palabra tiene también un carácter universal, y nos muestra algunos principios que también son aplicables a lo que puede suceder en nuestros tiempos, a muchos de los líderes, a muchos de los hombres que el Señor ha levantado con algún don para edificar la Iglesia, ya que somos como ese grupo de labradores que menciona el pasaje, al cual el Señor le ha confiado su viña que es la Iglesia. El Señor siempre trabaja de esa manera, Él siempre busca hombres y los pone a cargo de lo que es de Él, e indiscutiblemente en la era de la Iglesia, Dios ha levantado a muchos hombres con el fin de que sean colaboradores de Él, porque Él tarde o temprano desea sacar fruto para Sí, de la viña que es Su Iglesia.

Desgraciadamente al estilo de como pasó acá en el pasaje, los hombres que fueron puestos en la viña se sintieron dueños de la viña, y esa viña terminó en las manos de ellos produciendo para ellos mismos. Creo que en este tiempo no podemos negar que han cambiado tantas cosas, a través de la historia de la Iglesia, que la Iglesia ha dejado de ser conforme al propósito de Dios, ha dejado de ser conforme al Plan de Dios, el cual consiste en sacar un fruto de Dios mismo de lo que es la Iglesia.

La Iglesia Fue puesta como dice Efesios: “Para gloria y honra de su nombre” Para exaltarlo a Él, para llevar a cabo sus propósitos eternos, para cumplir Su voluntad, pero muchas veces hay personas que aún siendo llamados por el Señor, utilizan la posición que Dios les ha dado para hacer como estos labradores. ¿Y quiénes son estos labradores? Son aquellos hombres que aún siendo llamados por el Señor, de los cuales en un momento dado en la parábola dice: “Aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero (hablando del Hijo) Matémosle y será nuestra la herencia”. Cuando nosotros los que hemos sido llamados del Señor nos queremos apropiar de las cosas de la Iglesia, cuando nosotros los que hemos sido llamados del Señor pensamos que el Ministerio, que la Iglesia y todo lo correspondiente a la obra de Dios es nuestro, terminamos nosotros eliminando al Hijo, el cual es el que debe de abarcar todas las cosas, porque dice también la Carta a Los Efesios: “Qué en Él son reunidas todas las cosas” En Cristo está reunido todo.

Así que cuando nosotros hacemos de la Iglesia algo para nosotros mismos, lo que hacemos es matar al Hijo entre nosotros, echar fuera todo lo que tiene que ver con la Persona del Señor, y como consecuencia la Iglesia deja de ser orgánica para volverse una organización. La iglesia deja de ser el Cuerpo de Cristo para poder ser el nombre o la denominación que el hombre quiere, la visión de un hombre para sí mismos, pero no para el Señor.

Que Dios nos ayude en esta última etapa que todavía le falta vivir a la Iglesia, a los fieles, a los vencedores, Dios nos permita a nosotros como Iglesia recomponer la página de la historia de la Iglesia, y hacer que la Iglesia del Señor sea la que cumpla el propósito eterno de nuestro Dios, que nosotros La Iglesia, los llamados, los ministros de Dios seamos colaboradores, seamos labradores, y que tengamos claro que el dueño y el Pastor de las ovejas es Jesús, y el dueño de la Iglesia es el Padre celestial, quién fue el que diseñó este maravilloso y eterno plan.

Apóstol Marvin Véliz

Comentarios

  1. Que maravillosa palabra la ques se nos ha sido dada en este tiempo, porque creo ya venimos acostumbrados hacer nuestra propia voluntad en la esfera de la iglesia y noa terminamos desviando del verdadero propósito de Dios y eso es hacer su voluntad como sus hijos. Tenemos que cambiar nuestra manera de pensar, de ser y no perdamos la mirada del Señor, porque a travez de su vida vamos a cosechar frutos y creceremos como iglesia.AMEN

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